Paramilitares de derecha de Colombia propusieron hoy a guerrilleros un acuerdo para evitar daños a no combatientes y reiteraron su pedido al gobierno de una estatuto político que les permita participar en las negociaciones de paz.
La propuesta fue efectuada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización que reúne a unos 5.000 paramilitares de derecha, en el Cuarto Foro sobre Conciliación, Paz y Orden Público que se celebró en Montería, capital del departamento de Córdoba, en el norte del país.
En un documento de siete puntos enviado al foro, las ilegales AUC propusieron a las organizaciones guerrilleras adoptar "un código que proteja a la población civil" en las zonas en las que se desarrolla el conflicto armado.
La propuesta incluye el establecimiento de reglas mínimas sobre el tratamiento de prisioneros y heridos e identificación de combatientes, y sugiere la constitución de un tribunal de seguimiento, verificación y garantías del eventual acuerdo.
La propuesta coincide con una presunta conversación radiotelefónica interceptada por agentes de seguridad entre el máximo jefe de las AUC, Carlos Castaño, y el jefe militar del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García.
En la comunicación interceptada, Castaño propuso a García avanzar en algunas actitudes que generen un espacio de "confianza mutua" y no esperar que sea el Estado el que los convoque, como partes del conflicto armado, para hablar.
"Nuestra intención de paz es real, estamos dispuestos a ceder un poco si ustedes sugieren algo", dijo el interlocutor al que los organismos de seguridad identificaron como Castaño.
A su vez, otra persona identificada como García increpó a Castaño por las masacres cometidas contra la población civil y le pidió a las AUC que "si hay una voluntad de acercarse a la solución" del conflicto moderen "esas actitudes".
No obstante, las masacres que se le atribuyen a las AUC no han sido contra campesinos sino "guerrilleros vestidos de civiles", según Castaño.
Castaño pidió a García "perdón por algunos excesos" que hubieran cometido, pero afirmó que su conciencia "está tranquila" cuando sabe "que son guerrilleros vestidos de civil los que han caído en combate".
La propuesta de las AUC fue considerada por el representante de la Cruz Roja, Pierre Gasman, "una mejora considerable" en el comportamiento que los paramilitares han tenido en el conflicto armado.
En opinión de Gasman, las AUC estan tomando conciencia de que "para obtener credibilidad política tienen que cambiar su comportamiento".
Los grupos paramilitares fueron creados a comienzos de la década del 80 por hacendados con el apoyo del Ejército para realizar actividades contrainsurgentes, que se desviaron hacia el narcotráfico y la violación de derechos humanos, por lo que fueron declarados ilegales en 1989.
En agosto, tras el inicio de los contactos del presidente Andrés Pastrana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para una posible negociación, y el anuncio del ELN de su intención de iniciar su propio proceso de paz, las AUC declararon que tambén estaban dispuestas a negociar.
Pastrana afirmó que esta dispuesto a dialogar con las AUC, pero el principal obstáculo es la exigencia que esta agrupación para obtener reconocimiento de su estatuto político, debido a las condenas internacionales que han recibido por masacres cometidas contra la población civil.
El no gubernamental Centro de Educación y Cultura Popular (Cinep), orientado por religiosos de la Compañía de Jesús, informó que en 1997 se cometieron en Colombia 187 masacres, definidas como el asesinato de más de cuatro personas en un mismo sitio.
El estudio de Cinep indica que 84 por ciento de las masacres fueron atribuidas a las AUC, 14 por ciento a organizaciones guerrilleras y dos por ciento al Ejército.
Pese a que en lo que va de este año no hay cifras, las masacres se han incrementado, según Cinep, por la lucha que libran las AUC contra la guerrilla para aumentar su control territorial y llegar con posiciones de fuerza a una posible negociación con el gobierno.
Los paramilitares dominan mayoritariamente en el norte y noroeste de Colombia, donde atacan a la población civil que señalan como "auxiliadora de la guerrilla" y causaron este año el desplazamiento de más de 150.000 campesinos.
La última masacre atribuida a las AUC ocurrió el martes en el municipio de Villanueva, en el departamento de La Guajira, en el norte, donde fueron asesinadas al menos 12 personas por sus supuestos vínculos con la guerrilla.
El ataque a Villanueva se produjo una semana después de que las AUC anunciaron su aceptación a la propuesta del gobierno de un cese al fuego para las fiestas de fin de año.
Para Cinep, estos ataques son una muestra de la degradación a que ha llegado un conflicto en el que "se trata de borrar la condición de población civil", unas veces convirtiéndola en objetivo militar "para sacar ventaja del enemigo" y otras involucrándola directa o indirectamente en los combates. (FIN/IPS/yf/mj/ip/98