El Banco Central de Chile ordenó una baja de intereses mayor a la esperada por el mercado financiero, mientras los pronósticos económicos para 1999 oscilan entre el optimismo y los temores de una virtual recesión.
El presidente del Banco Central, Carlos Massad, y el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, anunciaron este martes una reducción de la tasa de interés de 8,5 a 7,8 por ciento, calificada de "agresiva" este miércol es por algunos expertos.
La brusca caída de la actividad económica en más de tres por ciento durante octubre, conocida la semana pasada, hacía inminente un nuevo relajamiento del ajuste por parte del instituto emisor, por la vía de la baja de los intereses.
Pero la mayoría de los operadores del mercado financiero esperaban una disminución entre 0,25 y 0,50 por ciento y no de 0,70, como finalmente resolvió el banco, organismo regulador de las políticas cambiarias y crediticias.
El ministro Aninat puntualizó que el objetivo de esta decisión es reactivar la economía y evitar una recesión que calificó de "innecesaria".
El anuncio de Massad y Aninat fue antecedido por nuevas señales de crisis en las actividades económicas, al informarse de una baja histórica de 9,4 por ciento en las ventas del comercio en noviembre con respecto al mismo mes de 1997.
Esta ha sido la mayor caída de las ventas en los últimos 15 años y, según aseguró el vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio, Mario Agliati, la situación del sector no mejorará ni aún con el aumento de la demanda en las fiestas navideñas.
Agliati sostuvo que era indispensable una baja en las tasas de interés para reactivar la economía, reiterando así demandas hechas en las últimas semanas por los gremios empresariales de la industria, la minería y la agricultura.
También este martes se añadió otro factor de preocupación, cuando se conocieron las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía mundial y de los diversos países para el próximo año.
El FMI prevé para Chile un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de sólo dos por ciento en 1999, muy inferior a la tasa de 3,8 por ciento que mantiene hasta ahora el Banco Central.
El ministro de Economía, Jorge Leiva, planteó sin embargo un aumento del PIB el año entrante de tres por ciento, que coincide con la estimación hecha la semana anterior por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En su balance anual, Cepal señaló que el PIB chileno crecerá este año cuatro por ciento, luego de tasas de 7,1 en 1997 y de siete por ciento en 1996, que estuvieron entre las más altas de América Latina.
Los fuertes síntomas de desaceleración de la actividad productiva en el último trimestre del año, podrían hacer bajar el crecimiento del PIB en 1998 a índices entre 3,5 y 3,8 por ciento, advierten sin embargo algunos expertos.
Lo que está claro para el gobierno, el Banco Central y el sector privado es que el efecto de arrastre de la crisis se dejará sentir por lo menos hasta el primer trimestre de 1999, con una probable recesión temporal.
Las discrepancias en las estimaciones de crecimiento radican entonces en el momento en que se detendrá la caída y la capacidad de la economía chilena para retomar una dinámica de crecimiento.
Estas posibilidades dependerán en mucho de las condiciones externas para un país como Chile, que fundamenta su modelo de crecimiento económico en la ampliación de sus exportaciones.
El estímulo a los exportadores a través de la política cambiaria es otra de las demandas que se plantean al Banco Central, que complementó su rebaja de tasas con una ampliación de la llamada banda de flotación del dólar ..
La banda fue ampliada en ocho por ciento, porcentaje que determina, ya sea a la baja o al alza, el momento en que el Banco Central interviene para defender la relación de la divisa estadounidense con el peso chileno.
La decisión llevó a un inmediatro incremento del precio del dólar, que en su cotización interbancaria llegó a 473,80 pesos, con un incremento de más de tres pesos en relación al lunes.
No obstante, el instrumento fundamental del Banco Central en Chile para enfrentar la crisis internacional es el manejo de las tasas de interés, que registran una gran fluidez en el curso de este año.
El 6 de enero la tasa subió a 6,5 a siete por ciento, para aumentar a 8,5 el 3 de febrero y elevarse bruscamente a 14 por ciento el 16 de septiembre, cuando arreció el embate de la crisis con las recesiones en Rusia y Japó n.
Desde ahí comenzó la evolución a la baja, con la fijación de una tasa de 12 por ciento el 13 de octubre, de 10 por ciento el 3 de noviembre, para una nueva disminución a 8,5 el 24 del mismo mes, previa a esta última rebaja. (FIN/IPS/ggr/if/98)