CANADA: Leyes ambientales pierden fuerza, según activistas

Las leyes de protección ambiental de Canadá, otrora entre las más rigurosas del mundo, fueron debilitadas progresivamente por gobiernos interesados más en la industria que en el ecosistema, denunciaron activistas.

El gobierno federal, que fija las normas ambientales, se encuentra en proceso de aprobar una ley que estipula la "auto- política" de las industrias en materia ecológica.

Opositores del proyecto sostienen que socava las reglas sobre la emisión de químicos tóxicos al ambiente, incluso productos que trastornan el sistema endocrino de humanos y animales.

Las 10 provincias canadienses aplican las normas federales ambientales pero la mayoría de los gobiernos provinciales recortaron el gasto en las inspecciones, la limpieza de desechos tóxicos y el control de vertidos ilegales de residuos nocivos, aseguran ambientalistas.

En agosto, los tres funcionarios de mayor jerarquía del Departamento del Ambiente federal renunciaron y pasaron a trabajar en compañías privadas, luego de que su presupuesto fue reducido un 35 por ciento este año.

El presupuesto federal sufrió un recorte de más de 120 millones de dólares, y 1.600 funcionarios perdieron sus empleos.

El presupuesto del Departamento del Ambiente sufrió una constante erosión desde que el Partido Liberal asumió el poder en 1993.

En Ontario, la mayor provincia de este país, el departamento ambiental dejó de supervisar los hábitats de los peces y las zonas de desove de los Grandes Lagos y de otros espacios acuáticos.

Desde 1995, el presupuesto del departamento provincial se redujo de 150 millones de dólares a 100 millones. El número de funcionarios descendió de 2.430 a 1.550, una caída de 36 por ciento.

Alberta, provincia de gran producción de recursos naturales, recortó su presupuesto en 31 por ciento desde 1992, a 185 millones de dólares. El personal se redujo en 33 por ciento, a 3.000 cargos de tiempo completo.

La mayoría de los ambientalistas gestionan para que se enmiende un proyecto de ley denominado Protección Ambiental Canadiense, a estudio de un comité legislativo antes de su discusión final en el Parlamento.

Algunos legisladores del gobernante Partido Liberal rompieron filas con el primer ministro y el gabinete. Estos liberales "verdes" obligaron al gobierno a adoptar ciertos cambios para fortalecer el proyecto, pero los activistas señalan que la ley propuesta sigue siendo un gran retroceso para este país.

Paul Muldoon, director de la Asociación Jurídica Ambiental Canadiense y miembro ejecutivo de la Junta Ambiental Canadiense, asociación no gubernamental que reúne organizaciones ecologistas, dijo que la norma "doblega la ley para satisfacer las necesidades de las compañías contaminantes".

Canadá, debido a su gran cantidad de minas, molinos de papel y otras industrias dependientes de recursos naturales, es uno de los países más contaminantes del mundo.

"Creemos que lo primero que debe contemplar el proyecto es el ambiente y la salud, y no los costos de la industria. Aún hay oportunidades para hacer un cambio real. Esta legislación no es sólo importante para la salud de los canadienses", dijo Muldoon.

Este proyecto tiene las huellas de "la industria y de los sectores proindustriales" del gobierno, aseguró.

Craig Bulshevak, director del departamento de toxicología de vida silvestre de la organización ambientalista World Wildlife Fund, pretende que se incluyan productos químicos que trastornan el sistema endocrino en la lista de sustancias controladas del proyecto de ley.

La Unión Europea aprobó una resolución este año para eliminar gradualmente esos productos químicos, y Estados Unidos también comenzó a clasificar y examinarlos.

Los "químicos que trastornan el sistema endocrino son omnipresentes, operan a niveles increíblemente bajos. La salud humana, la de los animales, y el ambiente, son afectados" por este tipo de productos, dijo Bulshevak.

Existe una gran cantidad de pruebas sobre los efectos de los químicos en el sistema endocrino de la vida silvestre y los humanos, aseguró.

"No hace falta que hayan cadáveres por todos lados para restringir o prohibir algunas de las peores sustancias que sabemos tienen efectos sobre el sistema endocrino", agregó.

A pesar del apoyo de algunos integrantes del gobernante partido Liberal, los cambios que reforzarían el proyecto de ley fueron rechazados por la mayoría liberal del comité parlamentario que analiza la norma.

Organizaciones ambientalistas prevén que el proyecto de ley será aprobado en los próximos meses, a menos que se obligue al gobierno a cambiar de parecer. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/aq/en/98

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