BOLIVIA: Pasado dictatorial de Banzer revive en visita a México

El pasado dictatorial del presidente de Bolivia, Hugo Banzer, revivió cuando visitó México, donde fue declarado persona "non grata" por el principal partido opositor y se le negó la entrega de la llave de la capital y el trato de huésped ilustre.

Los que habría transcurrido como una típica visita de Estado en la que se alentó la cooperación y se firmaron acuerdos quedó marcada por la decisión del alcalde de la capital, el líder opositor Cuauhtémoc Cárdenas, de negar a Banzer el tradicional recibimiento a un jefe de Estado.

La secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores y la embajada de Bolivia en México hicieron esfuerzos para cambiar la decisión del alcalde, pero fue inútil. Finalmente, la canciller Rosario Green declaró que Cárdenas cometió una "grave descortesía" y recordó que Banzer fue electo democráticamente.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) al que pertenece Cárdenas, desde fines de 1997 la primera fuerza de oposición en la Cámara de Diputados, responsabilizó a Banzer de cientos de asesinatos y desapariciones cuando fue dictador entre 1971 y 1978.

El ex dictador debe ser juzgado, al igual que el chileno Augusto Pinochet, por genocidio. "Es indigno que pise tierras mexicanas y que el gobierno lo reciba en visita oficial", señaló el PRD en un comunicado.

Pero para el gobierno de Ernesto Zedillo, Banzer es un presidente que merece todos los honores, aunque no tantos como los de Estados Unidos y Francia que el año pasado y éste fueron recibidos en un campo militar en ceremonias especiales y con un gran despliegue publicitario.

En el Palacio de Gobierno, Zedillo dio la bienvenida al presidente boliviano con los tradicionales alagos para luego firmar acuerdos dirigidos a impulsar el intercambio biltaral, que a la luz de un tratado de libre comercio vigente desde 1995 pasó los últimos cuatro años de 32 a 42 millones de dólares.

Banzer, quien asumió la presidencia en 1997, se reunió en México con empresarios y acudió a la Cámara de Senadores, donde el gobernante Partido Revolucionario Institucional es mayoría, por lo que no hubo problemas.

Los aleteos de la Operación Condor, coordinación represiva entre los regímenes militares del Cono Sur de América en los años 70 en la que habría participado Banzer cuando fue dictador, regresaron con la visita del mandatario a México y con el proceso judicial que vive Pinochet, detenido en Londres.

Las investigaciones que realiza el juez español Baltazar Gastón para sustentar el juicio contra Pinochet por genocidio y torturas vinculan al mandatario boliviano con las acciones represivas de los años 70 cometidas por regímenes militares.

Banzer niega toda participación en la Operación Condor, pero investigaciones independiente lo vinculan con esta coordinación.

El asesinatos del dirigente de izquierda boliviano Jorge Ríos en Chile en 1973 y del ex presidente Juan José Torres en Argentina en 1971 respaldan esa hipótesis.

También se afirma que militares vinculados con violaciones de derechos humanos en Argentina fueron recibidos en Bolivia como parte de la Operación Cóndor y que varios bolivianos fueron recluidos en campos de concentración chilenos.

"A fe de hombre digo que nunca he sabido de la existencia de la Operación Cóndor. Que yo sepa, eso no funcionó en el país, de manera que mal podría yo esta inmerso en eso", declaró Banzer luego de la detención de Pinochet en Londres.

El gobierno boliviano afirmó que los problemas diplomáticos que generó la visita de Banzer a México no afectan las "excelentes" relaciones entre los dos países.

La negativa a rendir honores a Banzer es la posición "de un político mexicano y no del gobierno encabezado por el presidente Ernesto Zedillo", dijo el ministro de la Presidencia del país andino, Carlos Iturralde.

"Para los bolivianos el pasado ha sido superado y todos los partidos están desde hace 16 años inmersos en una voluntad por consolidar la democracia", expresó Iturralde al referirse a la postura de Cárdenas.

La presencia del ex dictador y hoy presidente constitucional en México es una vergüenza para un país que siempre acogió a los perseguidos por las dictaduras del Cono Sur, expresaron portavoces del PRD. (FIN/IPS/dc/mj/ip hd/98

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