/boletín/ VENEZUELA: Chávez es sólido favorito, a horas de las elecciones

Hugo Chávez llega a las elecciones presidenciales de este domingo en Venezuela con una cómoda ventaja de 16 puntos, según una encuesta de esta semana, pero los responsables del sondeo no descartan las posibilidades de Henrique Salas.

Las elecciones están polarizadas entre Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años que intentó tomar el poder por las armas en 1992, y Salas, un economista y ex gobernador de 62 años, promotor de la descentralización.

Los comicios del domingo van a marcar el entierro del sistema de partidos que dominó la democracia representativa los últimos 40 años, y los dos candidatos coinciden en una oferta de cambio radical de la conducción del país y de reforma en todos los poderes.

Además, la campaña, sobre todo en el último mes, partió el país en dos y abrió una herida que permanecerá tras los comicios y podría sangrar en un futuro próximo, según dijeron directivos de firmas encuestadoras a la prensa extranjera el viernes.

"El voto no se divide entre Chávez y Salas", dos figuras emergentes que no responden a los partidos tradicionales sobre los que se concentra la furia del electorado por las altas cotas de pobreza, la corrupción y el colapso de los servicios, comentó el director de la firma consultora Datanálisis, Luis León.

En realidad, "los comicios se dirimen entre aquellos en que gana el resentimiento y el castigo, lo que expresa Chávez, y los (que están) dominados por el miedo ante los riesgos de dictadura y violencia que se le adjudican al ex líder golpista", añadió.

Chávez tiene una intención de voto de 53,5 por ciento y Salas de 37,6 por ciento, según un sondeo realizado por Datanálisis el martes y el miércoles entre 1.000 personas, en Caracas y otras nueve ciudades del país.

Chávez, que es percibido más fuera que dentro de Venezuela como un izquierdista y no acepta para sí otra etiqueta que la de bolivariano, tiene una oferta populista en lo político y de mayor control del Estado en la economía.

Pero sobre todo cautiva al electorado más pauperizado, víctima de los errores y el clientelismo de la llamada partidocracia, que por encima de todo quiere venganza y espera una abrupta mejoría de su calidad de vida gracias a su carismático nuevo lider.

En tanto, Salas, centroderechista cercano al humanismo cristiano, se inscribe en el nuevo liderazgo surgido del proceso de descentralización, ofrece orden, antepone la equidad social a los equilibrios económicos y tiene como aval su exitosa gestión en el industrial estado de Carabobo.

"Nunca vimos que alguien con 16 puntos por debajo pueda ganar, pero este proceso es absolutamente atípico, volátil y enrarecido y tampoco nunca se vio que los dos grandes partidos se fueran con el segundo al final", comentó León.

"Pese a la ventaja de Chávez, no estamos afirmando bajo ningún concepto que Salas no tiene opción", insistió León, al comentar el sondeo sobre la tendencia de un electorado de 11 millones de personas, de las que 96,5 por ciento proyectan votar y entre las que hay muy pocos indecisos.

Saúl Cabrera, director de la encuestadora Consultores 21, coincidió en que es muy difícil interpretar la tendencia en medio de la convulsión de los 10 últimos días de campaña, pero a su juicio, "sólo un milagro" permitiría el triunfo de Salas.

Cabrera dijo que el único antecedente cercano de un triunfo tan contrario a la tendencia de las encuestas fue el de Violeta Chamorro en Nicaragua, que ganó en febrero de 1990, cuando se daba por segura la victoria del sandinismo.

En "el pulso continuo" que esa firma hace desde el día 26, Chávez es favorecido con cerca de 57 por ciento y Salas con cerca de 34, dijo Cabrera. Ese sondeo ausculta cada día 300 electores y mantiene una muestra de 1.500, de la que se desincorporan cada día los 300 más antiguos.

Cabrera recordó que Chávez, pese a la volatilidad del crucial proceso electoral venezolano, se ha mantenido en el primer lugar desde abril y en los últimos sondeos de las dos firmas afianza su ventaja, en el caso de Datanálisis en cuatro puntos.

Salas se ha aferrado a su independencia y apartidismo, dos argumentos que le sirvieron para pasar en cuatro meses de tener ocho por ciento de las preferencias a ser percibido como quien puede derrotar a Chávez, captando a quienes no desean que llegue al poder un golpista o temen el supuesto autoritarismo de éste.

Esa situación llevó a los dos partidos que han dominado el poder y concentran el resentimiento popular, el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei, a pasar a apoyar a Salas, tras abandonar hace una semana a sus candiatos anteriores.

Chávez señaló que esa decisión "quitó la careta" a Salas y mostró que es parte del "polo podrido del continuismo corrupto", pero su rival insistió en que su candidatura es ajena a los partidos. Hasta esta semana sólo tenía el respaldo de su recién nacido Proyecto Venezuela.

El comandante en retiro es apoyado por un Polo Patriótico de casi toda la izquierda establecida, antiguos militares golpistas y empresarios proteccionistas, en un arcoiris muy similar al que en 1993 respaldó al actual presidente, Rafael Caldera, que también tuvo una fracasada oferta populista.

León y Cabrera indicaron que, inicialmente, el apoyo de AD y Copei a Salas tuvo respuesta negativa de los encuestados.

Pero esa tendencia empezó a revertirse en la medida en que fue más claro que el viraje de los dos partidos se debió a una "rebelión" de sus gobernadores y alcaldes, que tienen alto respaldo popular.

Cabrera subrayó que estos comicios tienen entre sus rasgos inéditos un fuerte ingrediente clasista, ante la desintegración clientelista de AD y Copei, de corte pluralista, y por vez primera los más desposeídos se sienten motivados, porque cuentan con un candidato favorito.

León acotó que entre las clases alta y media alta Salas se lleva 60 por ciento de las preferencias, y en la media, 52 por ciento, frente a 30 y 38 por ciento de Chávez. En total, esos sectores aglutinan 22 por ciento de los 23 millones de habitantes de Venezuela.

En el sector de pobreza relativa, con 39 por ciento de la población, Chávez atrae a 55 por ciento y en el de pobreza crítica, con otro 39 por ciento, a 60 por ciento. Salas, por su parte, recoge 35 y 30,5 por ciento de preferencias en esas clases D y E.

Irene Sáez, una ex alcaldesa de un municipio de Caracas de 36 años y famosa por haber sido Miss Universo, duplicó la intención de voto en la medición de Datanálisis, para sumar 3,7 por ciento, tras ser desechada como candidata de Copei el lunes.

Luis Alfaro, de 77 años y que fuera férreo líder de AD y su candidato hasta que el lunes fue expulsado de esa organización por negarse a renunciar en favor de Salas, se mantiene en 1,2 por ciento de la intención de voto.

En ese mismo sondeo, 62 por ciento de quienes se declaran simpatizantes de AD indican que votarán por Salas, mientras que por Chávez lo harán 24 por ciento. En el caso de Copei, 48 por ciento dicen que sufragará por Salas y 46 por ciento por Chávez.

Para León, la gran incógnita electoral es como funcionará el voto de AD, porque desde 1983 se mantiene en alto porcentaje como un "voto oculto", dado que a sus simpatizantes "les da pena (vergüenza) decir que votarán por AD, pero lo hacen".

En 1993, el candidato de AD apareció hasta el final en los sondeos con nueve por ciento, y obtuvo 24 por ciento. (FIN/IPS/eg/ff-mj/ip/98

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