/BOLETIN-PERSPECTIVAS 1999/ EUROPA: El nacimiento del euro

El euro, la moneda única de Europa, entrará en vigor el 1 de enero de 1999, casi medio siglo después de que varias naciones arrasadas por la guerra decidieron que era hora de trabajar por la paz y fundaron el proceso de integración que desembocó en la actual Unión Europea (UE).

El nacimiento del euro es el logro más espectacular de la UE hasta la fecha, pero el bloque aún tiene mucho camino por recorrer para cumplir el sueño de la integración total.

Mientras se preparan para el "Día E", muchos esperan que la moneda única sea un factor de unión. "El euro acelerará nuestro proceso de integración política", señaló Jacques Santer, presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.

"El euro es el próximo paso en el proceso de integración. También en términos políticos Europa necesita al euro", agregó el comisario de asuntos monetarios Yve Thibault de Silguy.

Once de los 15 países de la UE adoptarán el euro, mientras Dinamarca, Gran Bretaña y Suecia se quedarán al margen de lo que se conoce como "eurolandia", por razones políticas internas. Grecia quería adherirse al sistema pero no cumplió las rigurosas reglas económicas fijadas para la nueva moneda.

Entre otras cosas, para adoptar el euro, el déficit y la deuda del Estado no deben superar, respectivamente, tres por ciento y 60 por ciento del producto interno bruto. Así mismo, las tasas de inflación y de interés deben situarse dentro de 1,5 y dos por ciento de la media de los tres países con menor inflación.

La moneda entrará en vigor el 1 de enero de 1999. Un año después, el 1 de enero del 2000, el Banco Central Europeo se hará cargo de la política monetaria. Las monedas nacionales seguirán vigentes, pero el valor de las acciones y los bonos estatales y la contabilidad de las compañías se regirá por el euro.

Un año después, el 1 de enero del 2001, comienzan a circular los billetes y las monedas del euro junto con las monedas nacionales. En este período de transición, las compañías podrán utilizar tanto el euro como las monedas nacionales.

Finalmente, el 1 de julio del 2002, las monedas nacionales dejarán de existir en eurolandia y serán sustituidas por el euro, que se convertirá en la única moneda legal dentro de sus fronteras.

El euro promete transformar la zona de 11 países en el segundo polo monetario del mundo. "Europa está en el umbral de una nueva y apasionante era", insiste el comisario De Silguy.

"Con el euro, Europa tendrá una existencia monetaria correspondiente con nuestro peso económico y comercial en el mundo", sostuvo.

"Los países asiáticos deben recibir con entusiasmo la creación de un euro poderoso porque la excesiva dependencia del dólar ha sido una de las causas de la crisis monetaria en el este de Asia", opinó Tommy Koh, director ejecutivo de la Fundación Asia- Europa, de Singapur.

"Vemos la creación de una moneda única como una buena medida", añadió Ng'andu Peter Magande, secretario general del grupo de los 71 países de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP).

Funcionarios europeos aseguran que varios países latinoamericanos, incluso Brasil y Cuba, utilizarán el euro en el comercio y otras transacciones con Europa.

Los expertos monetarios no creen que el euro sustituya al dólar como medio de transacción financiera dominante del planeta, pero sí representará una fuerte competencia monetaria para Estados Unidos.

"El uso del euro aumentará en el movimiento financiero internacional a medida que los mercados lo perciban como alternativa creíble al dólar. Esto crea oportunidades de mayor influencia para Europa", afirmó De Silguy.

Las preparaciones para el euro comenzaron hace varias semanas. El día 4, por temor al menor crecimiento de las economías, los bancos centrales de 10 países europeos recortaron las tasas de interés a tres por ciento, e Italia las redujo a 3,5 por ciento.

Wim Duisenberg, director del Banco Central Europeo, no descarta futuros recortes si los precios siguen estables.

A pesar de los recortes, la creciente recesión económica mundial sigue siendo una amenaza para el euro. La Comisión Europea pronostica un crecimiento de 2,5 por ciento para Europa en 1999, pero las proyecciones independientes son mucho menores.

Así mismo, la nueva mayoría de líderes socialistas y socialdemócratas en la UE discrepan con Duisenberg sobre el camino correcto al crecimiento.

Los gobiernos de centroizquierda quieren estimular la inversión, con la esperanza de que esta fomente la creación de empleos. El Banco Central Europeo teme que los gobiernos, que apenas lograron contener sus déficits presupuestales, se embarquen nuevamente en la peligrosa vía del gasto.

Existe el consenso de que el euro será bueno para el comercio, tanto para las compañías europeas como para las extranjeras. Trabajar con una moneda reducirá los costos de transacción en eurolandia.

Las firmas ya no tendrán que hacer sus balances en múltiples monedas y controlarlos diariamente. Los tesoreros se manejarán con un número menor de bancos, y eliminarán el precio de conversón de las monedas.

Muchas compañías europeas señalaron que el cambio al euro se hará primero dentro de la zona de influencia de la moneda, y luego se aplicará a los clientes y proveedores del exterior.

"Eurolandia ofrecerá nuevas oportunidades de inversión, adquisiciones, alianzas y fusiones a las compañías asiáticas", agregó Koh.

El euro facilitará el comercio de las compañías de ACP con Europa, aseguró Magande. "Nuestra esperanza es que los precios bajen", expresó.

La Comisión Europea pronostica que el uso del euro en la facturación comercial se extenderá rápidamente a los estados europeos centrales y orientales que solicitaron su ingreso a la UE.

El uso de la moneda también se ampliaría a Africa, donde el euro sustituirá al franco francés como moneda de referencia del franco de la Comunidad Financiera Africana, y a los estados del sur del Mediterráneo que tienen estrechos vínculos comerciales con países europeos.

La UE aseguró a los 14 países de la CFA en Africa occidental que el cambio al euro no significará cambio alguno en la paridad fija entre el franco usado por ellos y la moneda francesa. El acuerdo es que se convertirá matemáticamente a euros la actual paridad de 100 francos CFA por un franco francés.

"Gracias al euro, las economías de la zona de CFA tendrán mayores facilidades para comerciar con Europa", sostuvo De Silguy. "Se nos aseguró que la posición del franco de CFA quedará protegida", dijo Magande.

La Comisión Europea estima que el uso del euro como moneda de reserva se desarrollará relativamente rápido luego de su entrada en vigor. China ya declaró que acumulará euros en sus reservas.

"Nuestra impresión es que los países extranjeros aumentarán gradualmente la proporción de euros en sus reservas nacionales. Pero los Bancos Centrales son conservadores y no esperamos cambios repentinos", señaló un funcionario de la UE. (FIN/IPS/tra-en/si/rj/aq/if/98

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