/BOLETIN-PERSPECTIVAS 1999/ COMERCIO: En el baile del ALCA el ritmo se conocerá en 1999

El ambicioso y desigual proyecto para establecer un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se hizo realidad este año, pero sólo a fines de 1999 se sabrá si es un baile con más pasos para adelante o más pasos para atrás.

Los ministros de Comercio de los 34 países involucrados en la construcción del mayor mercado ampliado del mundo se reunirán el 30 de octubre en Toronto, para revisar los resultados de la cadena de rondas negociadoras que comenzarán el 6 de enero.

Las negociaciones del ALCA fueron lanzadas en Chile el 19 de abril por todos los gobernantes americanos -menos Cuba- tras más de tres años de preparación, y con el mandato de tener avances sustantivos en el 2000 y culminar el último día del 2004.

Se trata de establecer el progresivo derribo de barreras al comercio de bienes, servicios e inversiones entre Alaska y Tierra del Fuego, donde viven más de 760 millones de personas en 40 millones de kilómetros cuadrados, con un producto interno bruto colectivo de más de ocho billones de dólares.

Representa la más ambiciosa iniciativa emprendida en un continente donde conviven países de peso económico tan disímil como Estados Unidos y Dominica o Brasil y Haití, y cuyo resultado va a determinar las relaciones continentales el próximo siglo.

El Sistema Económico Latinoamericano, con sede en Caracas, estableció en un documento este mes que el telón de fondo de la negociación es la importancia diferente que tiene para cada zona involucrada.

América Latina y el Caribe es el destino de sólo 20 por ciento de las exportaciones de Estados Unidos, y la mitad van a México, mientras ese país recibe 80 por ciento de las ventas caribeñas y centroamericanas, 60 por ciento de las andinas y cerca de 40 por ciento de las del Mercado Común del Sur (Mercosur).

El objetivo para Washington, que lanzó la iniciativa en la cumbre continental de Miami en diciembre de 1994, es "nivelar el terreno de juego" en las economías del hemisferio y utilizar los logros del ALCA como antecedente de otras negociaciones, en particular las de la Organización Mundial de Comercio.

"Para Washington, el ALCA es sólo una pieza de una visión estratégica global, cuyo objetivo se traza en función de abrir los temas que le interesan y no de los interlocutores de uno u otro escenario", puntualizó la consultora en relaciones económicas internacionales Manuela Tortora.

En tanto, América Latina y el Caribe perciben el ALCA como el vehículo para rediseñar su relación con Estados Unidos en tres niveles distintos: el regional, el de cada bloque y el nacional.

Pero más alla de las diferentes prioridades, en la región existen objetivos comunes, como el de conformar un bloque comercial con tanto peso como el de la Unión Europea, tener mejor acceso a su gran mercado del norte y a su vecino Canadá y recibir un mayor flujo de inversiones.

En la práctica se trata de consolidar sobre una base más recíproca de la actual las políticas de apertura económica que los países latinoamericanos y caribeños emprendieron desde la década pasada y que afianzaron a lo largo de los años 90.

José Antonio Martínez, viceministro de Comercio venezolano, explicó que en 1998 el ALCA tuvo tres hitos decisivos, el primero de ellos en marzo, cuando los ministros del área decidieron en San José de Costa Rica los principios, objetivos, mecanismos, lugares y conductores de la negociación.

Un mes después los mandatarios de los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos -de donde Cuba fue expulsada en 1962- lanzaban las negociaciones, para realizarse a lo largo de septiembre y parte de octubre la primera reunión de los nueve grupos negociadores establecidos.

Esa primera ronda fijó únicamente los métodos y objetivos de cada grupo y estrenó la que será la sede negociadora hasta el 28 de febrero del 2001, la ciudad estadounidense de Miami. El siguiente bienio la negociacón se trasladará a ciudad de Panamá, para culminar el proceso en ciudad de México.

En los primeros días de este mes, los viceministros, que conforman el Comité de Negociaciones Comerciales, cuyas siglas CNC pasará a ser habitual en los próximos años, se reunieron en Suriname, para revisar y apuntalar lo decidido en Miami.

Las negociaciones sustantivas comenzarán el 6 de enero y desde entonces los nueve grupos negociadores y tres instancias consultivas se sucederán en la sede negociadora sin casi días libres, hasta mediados de septiembre.

Quien abrirá la virtual ronda continua no será un grupo negociador sino un comité, el del comercio electrónico, que Estados Unidos pretendió meter directamente en la negociación, al ser uno de sus objetivos prioritarios en el ALCA.

Como grupo consultivo quedó también el del trato a las economías más pequeñas, agrupadas casi todas en la Comunidad del Caribe (Caricom) y que estará presente en todos los grupos, mientras que otro comité coordinará la participación de la sociedad civil.

Los grupos negociadores son acceso a mercados, agricultura, servicios, derechos de propiedad intelectual, inversión, subsidios- antidumping-derechos compensatorios, política de competencia, compras del sector público y solución de controversias.

Martínez apuntó que en el encuentro de viceministros de Suriname, que será seguido por al menos otros dos en 1999 -en abril y en octubre, antes del encuentro anual ministerial que se realizará en Toronto-, se perfiló que avances sustantivos pudieran darse en un año más.

De la reunión se desprendió que los avances sustantivos planteados por los mandatarios como meta del 2000 podrían darse en el área de la facilitación de negocios y la armonización de aspectos que serán esenciales para la posterior apertura, como el de los procedimientos aduaneros en los 34 países.

Pero el viceministro venezolano no cree que para fines de 1999 dentro de los grupos negociadores se haya avanzado más allá de fijar los grandes principios para la posterior apertura y los diferentes capítulos de la negociación, que en algunos casos, como inversiones, podrían incluir ya las áreas de excepción.

La cuestión es en cuánto forzará la mano Washington para tratar de avanzar más, sobre todo en los temas que le interesan y que no tienen que ver con el comercio de bienes, sino con el de los servicios, las inversiones, las compras gubernamentales y los otros nuevos como propiedad intelectual y competencia.

Tortora comentó que es un equívoco creer que el hecho de que el Congreso estadounidense no haya otorgado al gobierno la facultad de ratificar sus negociaciones multilaterales por la llamada "vía rápida" sea un obstáculo para que Washington ponga el acelerador en esos temas.

La vía rápida, recordó, sólo es necesaria para la aprobación del acuerdo final y únicamente sobre aspectos que se contradigan con la ley de comercio estadounidense conocida como 301, que no involucra a esos llamados nuevos temas. "Limita las concesiones que haga Washington pero no las que reciba", sintetizó.

Martínez recordó que las negociaciones del ALCA tienen entre sus características el que todas las decisiones se toman por consenso, que todo se trata simultáneamente, que nada está acordado hasta que todo haya sido pactado y que los derechos y obligaciones serán comunes, aunque a lo largo del proceso se determinará el manejo de las asimetrías.

También se estableció que los países podrán negociar en forma individual o en bloque, lo que determinó que haya tres grupos de negociación en plena actuación.

Se trata del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), al que se pliega en muchas ocasiones Chile, si bien mantiene su individualidad, la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y los 15 miembros de la Caricom.

Esos tres grupos actúan coordinados y con un único portavoz en todas las instancias negociadoras, mientras que América Central tiene el proyecto de hacerlo pero no ha cristalizado hasta ahora y Panamá y República Dominicana están solos.

También actúan separadamente los integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), vigente desde 1994 y que en la práctica es lo que se quiere extender a todo el continente con el ALCA, aunque sea mediante un acuerdo distinto y nuevo. (FIN/IPS/eg/mj/if/98

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