El presidente de Cuba, Fidel Castro, exhortó a los países de América Latina y el Caribe a unirse para presentar un frente común ante la crisis financiera internacional.
"Hace rato que debiéramos habernos integrado, haber tenido una América Latina unida", dijo Castro el miércoles ante el XXIV Consejo del Sistema Económico Latinoamericano (Sela), que sesionó en La Habana hasta el jueves.
También advirtió, en un discurso de poco más de dos horas, que el actual orden internacional es "insostenible" y consideró las medidas paliativas de organismos multilaterales frente a la crisis financiera en curso "incapaces" de resolver los problemas.
Al buscar vías para los pueblos latinoamericanos, "estamos necesariamente buscando caminos para el mundo, ese mundo que está enfrascado en una batalla por la supervivencia", afirmó.
Al respecto, insistió en que el mundo actual "marcha en el mismo barco" y "si se hunde, se va a hundir con todos, ricos y pobres, creyentes y no creyentes".
"La globalización no tiene alternativas y debemos alegrarnos de que haya globalización, pero tenemos que saber qué tipo de globalización vamos a tener, en qué mundo vamos a vivir si sobrevivimos", agregó.
Castro estuvo presente el miércoles en todas las sesiones de la reunión del Consejo Ministerial del Sela, a la que asistieron representantes de las 28 naciones miembros de ese mecanismo de concertación económica.
Ningún pueblo ni región puede resolver sus propios problemas aislado del resto del mundo, reiteró el mandatario cubano, para quien la unidad y concertación de criterios en este hemisferio resulta urgente frente a alternativas como el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
"No me opongo a que se discuta el ALCA", un proyecto del que no participa Cuba, "pero qué maravilla habría sido que hubiésemos estado unidos, que no hubiésemos perdido estos 200 años en conflictos y hasta guerra entre nosotros", se lamentó.
Al respecto, consideró "una estupidez de la derecha republicana" de Estados Unidos y el "colmo del egoísmo" que el Congreso no otorgara al presidente Bill Clinton la autorización de "fast track" (vía rápida) para negociar el ALCA.
En su opinión, "estamos mejor protegidos sin fast track" y lo que está proponiendo Clinton "es lo que más le conviene a Estados Unidos, que es una superpotencia mundial en lo político, militar, económico, cultural y tecnológico".
Es un deber acelerar el proceso de integración de América Latina y el Caribe "y discutir el ALCA como una fuerza", dijo el líder cubano, quien confesó su insatisfacción por la presencia de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), junto a Canadá y Estados Unidos.
A Cuba "le hubiera gustado más que México estuviera del lado de acá (de América Latina), discutiendo con Estados Unidos, pero eso ya no tiene solución", dijo el presidente.
Según Castro, "llegará la hora de la globalización total, la desaparición total de las barreras arancelarias", en un proceso que consideró irreversible y "no se detiene en integraciones regionales".
"Más valdría que que esto fuera por etapas, primero por integraciones regionales, como en Europa", opinó.
Los europeos siguieron "un buen camino", que no se resolvió "mediante guerras ni crisis, sino mediante ideas", y ,los dirigentes políticos "vieron que tenía que unirse".
"A América Latina y al Tercer Mundo le convienen la integración europea y el euro, (pues) cesa el monopolio del dólar", subrayó Castro, quien manifestó esperanzas en que "ojalá un día América Latina tenga una moneda fuerte".
En ese sentido, advirtió que a Estados Unidos le "interesa" que el euro, la moneda única de la europa comunitaria, "no tenga éxito".
Finalmente, concedió "enorme importancia" a las negociaciones de América Latina y el Caribe con la Unión Europea y exhortó a "preparar" la reunión que europeos y latinoamericanos mantendrán el año próximo en Río de Janeiro. (FIN/IPS/pg/ff/ip/98