El presidente del gobierno de España, José María Aznar, dejó en evidencia su intención de negociar la paz con el entorno político de ETA, al anunciar el traslado de presos de esa organización ilegal vasca a cárceles peninsulares.
Aznar tomó la decisión el viernes al cumplirse tres meses desde que ETA (siglas de Euskadi Ta Askatasuna, "patria vasca y libertad" en lengua euskera) anunció un cese de la violencia incondicional y por tiempo indefinido.
El gobierno anunció el viernes el traslado de 21 etarras recluidos en las islas Canarias y Baleares y en las ciudades de Ceuta y Melilla, enclaves españoles en la costa norte de Africa, a cárceles ubicadas en la península.
Aznar analizó esta semana lo ocurrido desde el 16 de septiembre, cuando ETA anunció el cese de las acciones, con un reducido grupo de colaboradores.
El presidente de gobierno pronosticó que el cese de la violencia se puede consolidar, anunció que reforzará el diálogo con los partidos políticos y confió en que en ese diálogo participarán "todos los partidos políticos con representación en el Parlamento Vasco".
Aznar no mencionó a la coalición Eusko Herretariak (EH, que reemplazó a Herri Batasuna como coalición electoral apoyada por ETA), pero la alusión fue clara ya que se trata de la única fuerza con representación parlamentaria que no participó hasta ahora en las conversaciones.
Pero no fue ésa la única alusión del presidente del gobierno al entorno de ETA. Después de negar que esa organización pueda poner condiciones o participar en las conversaciones, Aznar puntualizó que las soluciones políticas "corresponden a todas las fuerzas políticas vascas, sin ninguna excepción".
Luego, el portavoz del gobierno, Josep Piqué, reconoció que en los últimos días hubo contactos de representantes del Poder Ejecutivo con figuras del entorno etarra, aunque no brindó más información al respecto.
Aznar informó que cuando comience el período legislativo de 1999 presentará un proyecto de ley para que se asignen fondos y otras medidas para reparar y auxiliar a las víctimas del terrorismo y a sus familiares.
Dirigentes de las asociaciones de víctimas aceptaron con resignación el traslado a cárceles peninsulares de los 21 presos etarras, porque, dijeron, "si eso ayuda a la pacificación, hay que aceptarlo".
Por el contrario, los partidos nacionalistas vascos, tanto los moderados como los próximos a ETA, descalificaron la medida, por entender que "es insuficiente" y constituye "una torpeza política", según Joseba Egibar, portavoz del moderado y gobernante Partido Nacionalista Vasco.
EH fue más allá y dijo que se trata de "una tomadura de pelo".
Los nacionalistas vascos reclaman que los presos etarras sean trasladados a cárceles del País Vasco y no se conforman con su acercamiento a la península.
Con los 21 presos que se trasladarán en los próximos días, serán 86 los que pasaron de cárceles de las islas o enclaves españoles en Africa a la península, algunos de ellos al País Vasco, desde que Aznar asumió el gobierno, en mayo de 1996.
De los 21 presos, 20 fueron condenados a centenares de años de cárcel cada uno, pero sólo pueden cumplir 30, debido a que la legislación española establece que nadie puede estar más de tres décadas en la cárcel.
Dos de los trasladados son célebres. Juan Lorenzo Lasa Michelena, "Txikierdi", es por designación de ETA portavoz de los presos, y por lo tanto, uno de los negociadores.
El otro es Iñaki de Juana Chaves, "Iñaki de Rentería".
En mayo, cuando integrantes de ETA mataron con disparos por la espalda a un joven concejal del gobernante Partido Popular en Sevilla, Andalucía, y a su esposa, De Juana Chaves encargó desde la cárcel langostinos y vino espumoso, "para brindar" por el éxito del atentado. (FIN/IPS/af/mj/ip hd/98