El gobierno de Chile puntualizó que no tiene aún una posición oficial sobre la posibilidad de ser parte en las querellas criminales presentadas en el país contra el ex dictador Augusto Pinochet, bajo arresto en Londres.
El ministro de la Secretaría General de la Presidencia, John Biehl, dijo que el gobierno de Eduardo Frei analiza aún esa medida, planteada el sábado 28 de noviembre en la capital británica por el canciller chileno, José Miguel Insulza.
El involucramiento del gobierno en algunas de las 18 querellas criminales presentadas en Chile contra el ex dictador, a través del Consejo de Defensa del Estado, es una de las cartas para impedir la extradición de Pinochet a España.
El general retirado y senador vitalicio de 83 años que gobernó Chile desde septiembre de 1973 hasta marzo de 1990 es reclamado por los tribunales de España, donde enfrenta cargos por delitos de genocidio, torturas, secuestros y terrorismo internacional.
El 25 de noviembre, en coincidencia con el onomástico de Pinochet, la Cámara de los Lores de Gran Bretaña dictaminó que el ex dictador, retenido desde el 16 de octubre en Londres, no está protegido por inmunidad en los cargos que se le imputan.
Insulza viajó a fines de la semana pasada a Gran Bretaña y luego continuó su gira en España, donde permaneció el lunes y el martes, para gestionar con las autoridades de ambos países que se permita el regreso de Pinochet a Chile, invocando tanto argumentos legales como razones humanitarias.
El ministro del Interior británico, Jack Straw, tiene plazo hasta el día 11 para resolver si da curso al proceso de extradición a España del ex dictador chileno, que podría prolongarse por un año.
El canciller Insulza se reunió en Londres por separado con su homólogo británico Robin Cook y el ministro de Defensa, George Robinson, quienes le puntualizaron que la decisión de Straw es netamente judicial.
Cook y Robertson fueron igualmente cateóricos en señalarle al jefe de la diplomacia chilena que el asunto no es materia de un tratamiento colegiado en el gobierno laborista de Tony Blair, con lo cual descartaron una salida política para el problema.
Antes de viajar a Madrid, Insulza señaló que el gobierno de Frei insistirá ante la Corte Suprema de Justicia en Chile para que designe un juez especial para las querellas contra Pinochet.
Hace 10 días, el alto tribunal rechazó un pedido similar y ratificó al ministro de fuero (de la Corte de Apelaciones) Juan Guzmán como instructor de las demandas presentadas en el país contra el ex dictador.
De las 18 querellas interpuestas ante los tribunales desde enero hasta la fecha por víctimas de la represión dictatorial, Guzmán ha acogido 12 a trámite, que se encuentran aún en la etapa de investigación, sin aceptación o rechazo de cargos.
El gobierno de Frei necesita demostrar a las autoridades europeas que es posible juzgar en Chile al general retirado y de que no está protegido por un marco de impunidad política y judicial, como argumentan los organismos de derechos humanos.
Además del pedido de extradición de España, Pinochet ya fue reclamado para su enjuiciamiento por Francia, Suiza y Bélgica, entre otros, y podría serlo hasta por la propia Gran Bretaña. Los tribunales de esos países acogieron demandas de nacionales asesinados o desaparecidos en Chile.
Radio Cooperativa de Santiago recogió el lunes pasado versiones procedentes de Londres en el sentido de que habría presiones del gobierno estadounidense sobre su similar británico para que se permita el regreso de Pinochet a Chile.
El propio Insulza desmintió el domingo pasado en la capital británica versiones sobre un acuerdo con el gobierno laborista de Tony Blair para la expulsión del ex dictador de Gran Bretaña antes de que resuelva el pedido de extradición a España.
Biehl insistió en que la ciudadanía debe mantener la calma en torno del caso Pinochet y el nuevo episodio de expectativa que se abre hasta el 11 de diciembre acerca del pedido de extradición de España.
El ministro restó importancia al clima de tensión que buscan crear partidarios del ex dictador con protestas que este domingo incluyeron el bloqueo por una hora de un punto de la autopista de 100 kilómetros que une Santiago con el puerto de San Antonio.
"Las Fuerzas Armadas están tranquilas", subrayo Biehl, ante los llamados de manifestantes pinochetistas al Ejército para que presione para exigir una actitud "más enérgica" de Frei en defensa de Pinochet.
"General Izurieta, a la calle las tanquetas", es uno de los gritos más repetidos en las protestas de elementos de extrema derecha, alusivo al sucesor de Pinochet en el comando del Ejército, general Ricardo Izurieta.
En tanto, la diputada socialista Isabel Allende concurrió el lunes al palacio de gobierno de La Moneda para informar al Ministerio del Interior sobre numerosas amenazas de muerte que recibió en los últimos días.
"No me siento intimidada", recalcó la parlamentaria, hija del ex presidente Salvador Allende, derrocado el 11 de septiembre de 1973 por el golpe de Estado que dio inicio al largo régimen dictatorial encabezado por Pinochet. (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/98
