/BOLETIN-AMBIENTE/ BANGLADESH: Arsénico en el agua, gravísimo problema sanitario

La contaminacion con arsénico del agua subterránea que abastece a 65 millones de personas se convirtió en el problema sanitario más serio que afronta Bangladesh, pero la solución tardará en llegar a las aldeas.

El Banco Mundial aprobó en agosto un crédito por 32,4 millones de dólares para un expeditivo proyecto destinado a "aliviar el problema del arsénico" y suministrar agua potable segura, así como alivio de emergencia a quienes viven en las áreas afectadas.

Sin embargo, las actividades todavia siguen confinadas a la búsqueda y recolección de datos acerca del impacto en la población que reside en las zonas contaminadas. Se trata de un fenómeno de origen incierto, que afecta de forma directa a 52 de los 64 distritos del país.

La filtración de arsénico en aguas subterráneas se ha transformado en un problema mundial, con 18 países en situación de riesgo, entre ellos Argentina, Chile, Estados Unidos, India, Japón, México, Mongolia, Polonia y Taiwan.

El proyecto en Bangladesh se concentrará al principio en 4.000 aldeas donde pozos entubados a baja y gran profundidad deben ser equipados con filtros, y los pobladores alentados a volver al método tradicional de recolección de agua.

En las áreas urbanas, el proyecto vigilará la calidad del agua y brindará a las autoridades locales apoyo "estratégico" consistente en la provisión alternativa de agua e instalaciones para el tratamiento.

Los 200 participantes en una conferencia internacional sobre polución de arsénico en Dhaka, que deliberó a comienzos de año, prometieron intercambiar información sobre este tipo de contaminación y encontrar un tratamiento que pueda aliviar la situación en naciones pobres como Bangladesh.

La causa exacta de la contaminación de arsénico en aguas subterráneos todavía no fue descubierta, si bien existen diversas teorías.

Durante mucho tiempo se creyó que la excesiva y no planificada explotación del agua subterránea para riego fue la causa principal en Bangladesh, donde siete millones de hectáreas se encuentran directamente servidas por esta técnica.

Hace poco, un equipo de geólogos británicos completó la primera fase de inspección del agua subterránea en Bangladesh y examinó más de 9.000 muestras, desde pozos entubados a baja profundidad hasta los de zonas rurales.

"Es evidente que la contaminación de arsénico es natural", indicó el informe preliminar de los geólogos, que sigue abierto al debate.

De qué modo las cosechas crecen en suelos contaminados con arsénico y las plantas acumulan el componente tóxico en sus tejidos también fue debatido por un grupo especial de trabajo de la Universidad de Agricultura de Bangladesh.

A.H. Jafforullah, científico bengalí que ahora trabaja en Nueva Orleans, Estados Unidos, sugirió el empleo de filtros a bajo costo como una solución para purificar el agua potable en el país.

Filtros de fibra de yuta pueden aislar, gracias a la lingo celulosa que compone los tejidos de ese vegetal, plomo, hierro y arsénico del agua.

"Todo lo necesario para fabricar un filtro barato de carbón de leña existe en Bangladesh", afirmó Jaforullah, quien previno, de todos modos, que la eliminación total del arsénico del agua subterránea era imposible.

La amenaza del arsénico fue el lado débil del exitoso programa de gobierno para universalizar el acceso al agua limpia en amplias zonas de este país de tierras bajas.

Las autoridades sanitarias fueron muy lentas en reaccionar ante el desastre, a pesar que el primer caso de contaminación se detectó en 1993. Solo a mediados del año pasado se puso en marcha el proceso de identificación de los pozos contaminados.

Iniciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Departamento de Ingeniería de Salud Pública y el Directorio de Sanidad del gobierno, pintaron el exterior de los pozos en 200 aldeas afectadas para prevenir a sus habitantes.

Los estudios confirmaron la contaminación en muchas partes del país, donde las víctimas están marcadas por lesiones y pústulas blancas y negras, si bien la mayoría de los casos de envenenamiento al principio es imperceptible.

En algunas aldeas del norte y el oeste, los aldeanos se han mantenido apartados de los pozos y han vuelto a beber el agua impura de acequias y estanques por temor al envenenamiento.

"El arsénico en el agua potable plantea el mayor riesgo de cáncer existente. Todavía no sabemos cuántos millones han estado expuestos y a qué nivel", afirmo Allan Smith, un epidemiólogo de la Universidad de California que visitó Bangladesh en tres ocasiones.

Babar Kabir, hidrólogo del Banco Mundial, cree que la contaminación de arsénico en Bangladesh plantea una grave emergencia.

Dipankar Chakravarty, de la Universidad de Jadavpur, en India, quien fue el primero en detectar la toxicidad del arsénico en agua subterránea en el estado de Bengala Occidental.

Chakravarty puso a Bangladesh al tope de la lista de naciones afectadas, seguido por India. En ambos países, las autoridades trabajan para lograr una solución. (FIN/IPS/trad- eng/ti/an/ego/mj/he en dv/98

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