BANANO: Se anuncia una guerra de incierto resultado

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se preparan para una nueva versión de "la guerra del banano" y los países latinoamericanos plegados a la posición de Washington podrían resultar los menos favorecidos al final del combate.

Luego de una fracasada ronda conciliatoria en busca de un acuerdo que elimine las restricciones impuestas por la UE al ingreso de banano de América Latina, Estados Unidos anunció para el año próximo aranceles de cien por ciento a una lista de productos europeos en señal de represalia.

Peter Scher, negociador especial de Washington para el comercio agrícola, afirmó que las sanciones comerciales contra la UE, divulgadas el lunes, tienen el propósito de "demostrar que hay un coste que pagar por no cumplir con las obligaciones internacionales".

Inmediatamente, el comisario de Comercio de la UE, Leon Brittan, respondió que las medidas previstas por Estados Unidos son un "ejemplo del peor unilateralismo".

Brittan anunció que la UE pedirá la convocatoria urgente a una comisión de arbitraje de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para dilucidar el problema.

"Es hora de adoptar acciones contra los efectos perniciosos e ilegales de la legislación unilateral", advirtió Brittan en alusión al artículo 301 de la ley de Comercio exterior de Estados Unidos, invocada por Washington para amenazar con sanciones.

El paquete de sanciones, que según los entendidos podrían llegar a 1.500 millones de dólares anuales, no afecta importantes productos como los vinos, los jugos de frutas y las máquinas de coser europeas, que cuentan con un importante mercado en Estados Unidos.

La crisis entre Washington y Bruselas se desató a finales de junio, cuando la UE no acató un fallo que el tribunal de apelaciones de la OMC emitió a fines de 1997.

El fallo obligaba a la UE a eliminar el régimen de cuotas y licencias de importación de banano, que protege la producción de territorios de ultramar y de ex colonias de países europeos en el Caribe y dosifica el ingreso en el bloque del fruto con origen en América Latina.

El sistema en vigor desde 1993 reserva a los exportadores de banano de América Latina una cuota anual de 2,2 millones de toneladas de banano con el mismo arancel de 82,5 dólares que pagan las ex colonias y provincias de ultramar europeas.

Pasado ese total, el arancel aduanero para el banano latinoamericano aumenta alrededor de 170 por ciento, un gravamen que hace prácticamente imposible el comercio con algún margen de beneficio.

La UE determinó porcentajes de ingreso para cada país exportador que, según un grupo de naciones productoras, constituye una discriminación en su contra y tiene el propósito de dividirlas.

Costa Rica y Colombia (segundo y tercer exportador en el mundo) recibieron 48,64 por ciento de la cuota total, mientras que los otros ocho países productores, entre ellos Ecuador y Panamá, primero y cuarto exportador mundial de la fruta, obtuvieron el restante 51,36 por ciento.

Ecuador, Honduras, Guatemala, México y Panamá, y con ellos Estados Unidos, en representación de sus miltinacionales bananeras establecidas en América Latina, se unieron en el Grupo de los Seis para luchar contra la política de la UE y llevaron sus quejas a la OMC.

Estados Unidos no produce banano, pero las tres transnacionales estadounidenses que operan en América Latina controlan la comercialización de 65 por ciento de los alrededor de cinco millones de toneladas cosechadas en la región.

Washington ha señalado su disposición a defender los intereses de sus transnacionales, que coinciden en este caso con los derechos reivindicados por los países productores perjudicados por el régimen de cuotas de la UE, indicó la viceministra de Comercio Exterior de Panamá, Laura Flores.

Flores aseguró que Panamá respaldará todas las medidas que tome Estados Unidos contra la UE.

Esta segunda versión de la llamada "guerra del banano" entre Estados Unidos y la UE encuentra a los productores de América Latina en un escenario muy diferente al de principios de los años 70, el momento de la primera guerra, que fue conducida por el ya fallecido general panameño Omar Torrijos.

En aquella ocasión, los países latinoamericanos exportadores de banano presentaron un frente monolítico que, incluso, dio origen en 1974 a la actualmente disminuida Unión de Países Exportadores de Banano (Upeb), integrada por Colombia, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Nicaragua, República Dominicada, Panamá y Venezuela.

La Upeb impuso detracciones a la exportación de banano de las transnacionales exportadoras que en sus primeros diez años de vigencia generaron ingresos superiores a los 1.000 millones de dólares para los países productores.

Pero el frente exportador no sólo perdió el instrumento de concertación que fue la Upeb, sino que ante la política restrictiva de la UE se ha dividido en dos bandos, a favor y en contra de los intereses de las transnacionales estadounidenses.

La UE aseguró que aplicará un régimen reformado de importación de banano a partir de enero, pero Estados Unidos y Ecuador sostienen que los cambios previstos no son suficientes para cumplir con el fallo de la OMC. (FIN/IPS/sh/ff/if/98

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