Ecologistas de Tailandia se oponen al rodaje de una película estadounidense protagonizada por Leonardo di Caprio, porque el escenario proyectado alteraría el paisaje de una playa.
El filme 'The beach' (La playa) se basa en la novela de igual nombre y se ganó la oposición de los activistas por su propuesta de cambiar el aspecto de una idílica playa en las islas Phi Phi, al sur de este país.
El director de la película quiere ampliar y plantar más de cien cocoteros en una playa de Bahía Maya, situada dentro de un parque nacional, según el multimillonario proyecto presentado por la 20th Century Fox.
Pese a que la filmación fue inicialmente aprobada por el gobierno, las protestas de los ambientalistas obligaron a crear un comité que revisara el proyecto de alterar el paisaje de la playa.
Los activistas ambientales sostienen que el hecho de plantar los cocoteros y eliminar la gramilla estropearía irreversiblemente la playa.
El comité dio luz verde a la filmación a comienzos de diciembre, afirmando que los cambios que el equipo de filmación realizaría a la playa no causarían ningún daño permanente.
El comienzo de la filmación está previsto para enero, pero los grupos de protesta de los habitantes de la zona de Bahía Maya amenazaron con ocupar la playa, lo que aumenta el espectro de posibles choques violentos con la policía.
"No tenemos nada que ocultarle a la gente y no deseamos que se dañe el ambiente con la realización de este filme", afirmaron Andrew Macdonald y David Boyle, productor y director de la película respectivamente, en una carta abierta a los medios tailandeses.
La carta fue escrita en respuesta a las críticas de que habían conseguido el permiso para la filmación mediante sobornos.
Los productores afirman que eligieron el sitio luego de que las autoridades les aseguraran que las leyes locales permitían la filmación dentro de un parque nacional, y luego de que se les informara que otros equipos ya habían filmado en lugares similares.
"Si realmente tuvieran esa preocupación (por el medio ambiente), no habrían propuesto los cambios en Bahía Maya. La compañía pretende alterar la naturaleza dentro de un parque nacional – algo que saben no se les permitiría en… Australia, Estados Unidos u otro país industrial", afirmó el diario Nation.
Si bien es cierto que Tailandia posee un "grupo de autoridades forestales mal concebido", sujeto a presiones políticas, compañías como la 20th Century Fox deberían tener mayor sensibilidad por el ambiente, agregó el diario.
La compañía ofreció al Departamento Real de Forestación de Tailandia 138.120 dólares como garantía contra cualquier daño que pudiera ocurrir en el curso de la preparación de la playa para la filmación.
A su vez, la compañía acordó proporcionar 110.500 dólares por establecer una unidad de protección a la forestación y un sistema de comunicaciones en Phi Phi. Parte de este dinero será utilizado por las autoridades para extraer la flora indígena de la playa.
Los productores del filme desean ampliar la playa para lo que necesitan extraer la flora indígena, vital para mantener intactas las dunas. El cambio se debe a que, según el guión, el elenco debe jugar un partido de fútbol en la playa.
Los ambientalistas afirman que las especies de flora indígena de la playa constituyen parte esencial de la belleza de la isla Phi Phi y resultan vitales para la supervivencia del lugar.
"La protesta se centra en la destrucción ambiental y la inviolabilidad de las leyes de protección de los parques nacionales. Nadie objeta la película", afirma Ing K, productora cinematográfica y activista ambiental que realiza una campaña en contra del filme.
"Protestamos por la agresión de derribar las dunas y la eliminación propuesta del resto del territorio de Bahía Maya para plantar cocoteros adultos", agregó.
Aunque se filmaron incontables películas en los parques nacionales, incluso en la propia Bahía Maya, éstas no tuvieron oposición porque no intentaron alterar el paisaje, destruir el ambiente o infringir la ley, concluyó.
La violación de las leyes que protegen los parques naturales es de por sí un fenómeno conocido en Tailandia, donde incluso se permitió la construcción de canchas de golf y centros turísticos dentro de las áreas 'protegidas'.
De hecho, el Departamento Real de Forestación se halla en medio de una larga batalla con las autoridades de turismo por los ingresos que se derivan de la promoción de empresas turísticas dentro de los parques nacionales, mientras ambos organismos pasan por alto el daño ecológico causado.
En virtud de estos antecedentes en que el turismo prevalece sobre los intereses nacionales, defensores de la película catalogaron la protesta contra el "vandalismo comercial" de Hollywood como un 'intento de conseguir publicidad' por parte de los ambientalistas del lugar.
Otros afirman que existen temas ambientales más serios a tratar.
"La batalla contra la destrucción ecológica de las islas Phi Phi se libra desde hace más de una década y el movimiento contra la película de Hollywood es apenas un símbolo de temas más graves involucrados", indicó Manit Sriwanichpoom, artista que encabeza las protestas contra la película. (FIN/IPS/tra-en/bs-ss/js/mv/aq/cr/98