ARGENTINA: Elección provincial cambió escenario político nacional

La victoria oficialista en la provincia de Córdoba cambió los pronósticos sobre las elecciones de 1999 en Argentinas: ya no es seguro el triunfo opositor, y se vuelve a especular con una tercera postulación del presidente Carlos Menem.

José Manuel de la Sota, candidato del Partido Justicialista, de Menem, ganó este domingo la gobernación de la norcentral Córdoba, una de las provincias más populosas del país, poniendo fin a 15 años de administración de la Unión Cívica Radical (UCR), principal integrante de la Alianza opositora.

De la Sota logró casi 50 por ciento de los votos. Su principal adversario era el actual gobernador, Ramón Mestre, quien se postulaba a la reelección y obtuvo 40 por ciento de los sufragios.

La gestión de Mestre, orientada básicamente a reducir los gastos del gobierno provincial y aumentar la recaudación, dio a su partido la oportunidad de imponerse en una provincia que le era tradicionalmente hostil, con la promesa de menores impuestos y mayores salarios, que contradice la acción justicialista en el gobierno nacional.

Menem y sus ministros -apartados de la campaña previa a pedido del propio De la Sota- se trasladaron de inmediato a Córdoba para celebrar junto al elegido, y dirigentes justicialistas lanzaron una ofensia para resucitar la estrategia de "re-reelección" del presidente.

De la Sota declaró este lunes que Menem no puede volver a postularse porque se lo impide la Constitución. Pero Angel Maza, gobernador de la noroccidental provincia de La Rioja, de la que es oriundo el presidente, anunció que propondrá reflotar esa iniciativa en una próxima reunión con otros gobernadores, el ministro del Interior y el propio mandatario.

Menem está inhabilitado para un tercer mandato porque la reforma constitucional de 1994, que él impulsó y que le permitió ser reelegido, sólo permite a un presidente dos mandatos consecutivos. No obstante, hasta hace seis meses intentó, sin éxito, forzar las normas para volver a postularse.

El presidente tiene apenas 18 por ciento de imagen positiva en las encuestas, pero hasta julio trató de que el PJ respaldara una nueva reforma constitucional, o una interpretación de la anterior que le permitiera ser candidato. Menem no consiguió ese respaldo y dijo que "se excluía" de la lucha electoral.

Su afirmación no convenció a los votantes. En efecto, 60 por ciento de las personas encuestadas poco después no creyeron que el presidente estuviera dispuesto a renunciar a su proyecto. Los empresarios también desconfiaron, y la banca de inversión Goldman Sachs consideró que se trataba sólo de un "repliegue táctico".

Desde entonces, el presidente se ha resistido a respaldar al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, favorito entre los aspirantes a encabezar la fórmula presidencial justicialista para las elecciones del 24 de octubre de 1999.

Este domingo Duhalde quedó en un segundo plano de las celebraciones justicialistas por la victoria en Córdoba.

Todos los análisis políticos de este lunes coincidieron en que el triunfo de De la Sota es un antecedente insoslayable para los comicios presidenciales del año próximo.

En Córdoba, Mestre se había resistido a concretar la unión con el Frente País Solidario (Frepaso), que integra Alianza junto a la UCR. Un candidato del Frepaso participó de las elecciones del domingo, pero sólo logró cuatro por ciento de los votos, bastante menos que la ventaja de De la Sota sobre el gobernador saliente.

Los analistas opinaron que, aunque el Partido Justicialista parecía una fuerza en retirada tras la derrota en los comicios legislativos de 1997, su poder de movilización puede revivir.

Bastarían el mantenimiento de algunos logros del gobierno (básicamente, la estabilidad de precios) y algún paso en falso de la oposición para que la esperanza de una victoria nacional justicialista volviera a escena, sostuvieron los expertos.

Por ahora, cuando se pregunta a los electores quién es el favorito para suceder a Menem, la mayoría mencionan al jefe de gobierno de la capital, el radical Fernando de la Rúa, candidato a presidente de la Alianza.

De la Rúa, que lleva en las encuestas una ventaja de casi 15 puntos sobre sus rivales justicialistas, admitió que las elecciones de Córdoba dejan como enseñanza la necesidad de "escuchar a la gente", una suerte de autocrítica por el bajo perfil y el sesgo autoritario que tuvo la gestión de Mestre.

Los precandidatos del justicialismo se enfrentarán en elecciones internas en abril. Hasta ahora, los postulantes más firmes son Duhalde y Ramón "Palito"Ortega, ex cantante y ex gobernador de la provincia norcentral de Tucumán, que aparece como el preferido del presidente.

Los analistas no descartaron este lunes que se sumen a la contienda el propio Menem o el victorioso De la Sota. Córdoba es el cuarto distrito electoral en un total de 24, después de la provincia de Buenos Aires -gobernada por Duhalde-, la capital argentina -gobernada por De la Rúa- y la provincia de Santa Fe.

Es que, como señaló este lunes el diario Ambito Financiero, en un país donde hace seis meses el presidente dijo que renunciaba definitivamente a su "re-reelección", y hace menos de un mes De la Rúa fue consagrado como seguro ganador de las presidenciales de 1999, hoy nada es predecible. (FIN/IPS/mv/mp-ff/ip/98

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