La inversión extranjera directa en Argentina había crecido sin pausa entre 1990 y 1997 por la estabilidad económica y las privatizaciones. Este año, con la crisis financiera mundial, la tendencia se frenó, pero ya se percibe una recuperación para 1999.
Marcelo Sierra, economista de la Fundación Invertir, explicó a IPS que en 1998 las empresas extranjeras invirtieron 11.243 millones de dólares en Argentina, una cifra inferior a los 15.043 millones desembolsados en 1997.
Desde 1990, las inversiones venían creciendo, en primer lugar por la subasta de empresas públicas, que atrajeron sobre todo a compañías europeas. A partir de 1993, con la recuperación del consumo, crecieron los sectores de automóviles y alimentos, entre otros.
El país que encabeza la lista de inversores en Argentina en 1998 es Estados Unidos con 35 por ciento del total del flujo. Esta participación había sido mayor en 1997, cuando superó 40 por ciento del total.
"Estados Unidos había quedado al margen del proceso de inversiones en los primeros años de la década, y se quedó afuera de la ola de privatizaciones. Sólo en 1994 comenzó a confiar en Argentina y desde entonces es el primero en la lista", remarcó Sierra.
Las principales inversiones de Estados Unidos se registraron este año en el sector de energía y gas, pero también las hubo en automóviles y telecomunicaciones. Las modalidades de llegada fueron a través de nuevas fábricas, de privatizaciones provinciales o de adquisiciones.
En general, los sectores más atractivos fueron el de inversión financiera, hidrocarburos, energía eléctrica, y luego las telecomunicaciones, comercio, automóviles, autopartes, alimentos y bebidas.
El segundo país que más invirtió en Argentina fue Chile, que desplazó de ese lugar a España, la cual había tenido gran protagonismo en 1997 con la adquisición de bancos. España pasó ahora al cuarto puesto, después de Francia.
Al analizar la evolución de este año por sectores, el renglón que más creció fue el de los supermercados. De 2,9 a 8,4 por ciento fue el salto de las inversiones en este rubro, en el que ya apostaron Estados Unidos, Francia y Chile.
Un capítulo aparte del informe anual de la Fundación Invertir lo constituyen las inversiones hacia el Mercosur. El bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay atrajo más de 20.000 millones de dólares de capitales este año, 10 veces más que en 1989.
Según Sierra, la caída de la inversión este año respondió a una actitud cautelosa de las empresas que, ante la crisis financiera, prefirieron esperar y ver, inclusive las que tenían planes ya aprobados o las que habían comenzado negociaciones para la compra de empresas argentinas.
"En el primer semestre siguió la tendencia positiva de 1997, pero en el segundo, sobre todo en los meses de septiembre, octubre y noviembre, se pararon muchas decisiones y sólo a fin de año la inversión comenzó a recuperarse de nuevo, lo que augura un mejor 1999", precisó Sierra.
Para quienes se proponían adquirir una empresa de capital nacional, resultaba difícil la evaluación en medio de una crisis internacional que no se sabe por cuánto tiempo se prolongará, sostuvo el experto.
También resultó perjudicial la caída de los precios de las materias primas como consecuencia de la menor demanda de Asia. "Al caer el precio del cobre y del oro, proyectos mineros aprobados en Argentina están a la espera de una recuperación de los valores", señaló.
No obstante, Sierra consideró que se perfila una recuperación para 1999, cuando se prevé una vuelta a los niveles de 1997 (alrededor de 15.000 millones de dólares) "si es que se logra diferenciar a Argentina del resto de los países emergentes", advirtió.
Para el economista, el nivel creciente de las inversiones extranjeras directas no se puede sostener hasta el infinito.
"Cuando se parte de un piso bajo, es más fácil crecer, pero llega un momento en el que los volúmenes entran en una meseta y allí solo podemos esperar pequeñas oscilaciones según la coyuntura", opinó. (FIN/IPS/mv/mj/if/98
