ARGENTINA: Crece desaliento de trabajadores, que ni buscan empleo

El gobierno de Argentina celebró la caída del desempleo, pero el ex ministro de Economía Domingo Cavallo atribuyó hoy la baja al desaliento que ocurre cuando las personas manifiestan que no buscan trabajo porque ya perdieron la esperanza de encontrarlo.

La población económicamente activa es de 13,5 millones de personas, de las cuales 3,1 millones tienen problemas de empleo. Alrededor de 1,6 millon de afectados no tiene trabajo y una cifra apenas menor está subempleada. Las mujeres, los jóvenes y los mayores de 45 años son las principales víctimas de este fenómeno.

Los planes de empleo oficiales, que habían permitido paliar en parte la situación en 1997, se redujeron drásticamente en el último año debido a la necesidad de reducir gastos. De todos modos, el bajo monto de las remuneraciones hacía que los beneficiados por dichos programas siguieran buscando trabajo.

En la capital de Argentina, casi 60 por ciento de los desempleados son mujeres y los que buscan el primer empleo no están mejor. "La inseguridad de los jóvenes que buscan empleo y de los mayores de 45 años que lo perdieron es un dato que se palpa todos los días entre la gente", aseguró Cavallo.

"Muchos trabajadores están 'tirando la toalla", advirtió, utilizando una imagen boxística para referirse a los que están quedando al márgen de las mediciones de empleo porque ni siquiera salen al mercado laboral, o por falta de dinero para transporte o porque consideran de antemano que nada podrán conseguir.

Esa desesperanza se expresa también en una encuesta del Centro de Unión para la Nueva Mayoría, según la cual 85 por ciento de los consultados cree que en 1999 el desempleo se mantendrá igual o aumentará, y sólo 12 por ciento apostó a que disminuya.

Según la última medición oficial, tomada en octubre por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el desempleo se ubicó en 12,4 por ciento de la población económicamente activa, un porcentaje menor en más de un punto respecto de un año atrás, cuando alcanzaba a 13,2 por ciento de los trabajadores.

Pero esta caída -recibida con optimismo por el gobierno- es observada con preocupación por analistas independientes y empresas, que consideran que no responde tanto a la creación de nuevos empleos como a la reducción del número de personas que manifiestan estar buscando trabajo y no lo consiguen.

Cavallo, que puso en marcha en 1991 el programa económico que permitió acabar con la alta inflación, sostuvo que por el momento hay una inercia que se refleja en la creación de algunos nuevos empleos producto del crecimiento económico de los primeros años de la reforma.

Pero advirtió que en 1999 este efecto desaparecerá frente a un previsto estancamiento.

Del mismo modo, el economista Juan José Llach consideró que las tasas de empleo y desempleo de 1999 dependerán mucho de cuanto crezca la economía y, según su pronóstico, esa evolución no superará el 2,5 por ciento del producto interno bruto.

Dirigentes de la Unión Industrial Argentina se manifestaron sorprendidos por los datos de caída en el desempleo frente al pesimismo del sector respecto de 1999, cuando sólo 13 por ciento de las empresas relevadas en un sondeo manifestó que tenía previsto tomar personal en el primer semestre.

El desempleo en Argentina comenzó a crecer en 1993, a raíz de la aplicación del plan de reformas neoliberales que contempló la privatización de empresas públicas, la apertura comercial y la reducción del déficit público. El máximo histórico llegó en 1995, tras la crisis mexicana, cuando se ubicó en 18,4 por ciento.

A partir de entonces, y durante el segundo gobierno del presidente Carlos Menem, cuando Cavallo fue reemplazado por el actual ministro, Roque Fernández, la tasa marcó una progresiva caída hasta llegar al 12,4 por ciento de octubre.

Pero Cavallo subrayó que esta disminución no sería una buena noticia. "En 1992 y 1993, el empleo crecía y la desocupación también porque la gente quería trabajar y tenía expectativas de encontrar un empleo", aseguró el ex ministro, que hoy es diputado por el partido centrista Acción para la República. (FIN/IPS/mv/ag/if/98

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