El XXIV Consejo del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) concluyó hoy en la capital de Cuba que la región requiere una mayor integración para enfrentar "temblores financieros" como los cuatro registrados desde octubre del año pasado.
En América Latina "los efectos financieros y reales exceden lo que hubiera podido esperarse", reiteró el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Antonio Ocampo, durante la fase ministerial de la reunión del órgano ejecutvo del SELA.
El Consejo concluyó este jueves en La Habana tras cuatro jornadas de trabajo para analizar los efectos de la crisis internacional.
De los cuatro "temblores financieros", registrados en octubre del año pasado, en enero y febrero, en mayo, y en agosto y septiembre de este año, el primero y el último tuvieron la magnitud de verdaderos "terremotos" para América Latina, según Ocampo.
Tanto el desplome asiático en octubre de 1997 como la caída de la bolsa en Rusia, en agosto, repercutieron en todos los países de la subregión al punto que para el último trimestre de este año se espera un crecimiento económico de uno por ciento.
De acuerdo con la CEPAL, la magnitud real de la desaceleración se observa al comparar las fases del crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el primer semestre de este año y los pronósticos para el cierre del segundo semestre.
El crecimiento económico de América Latina en 1998 alcanzará apenas dos por ciento del PIB como resultado del impacto de los cuatro "temblores financieros", pronosticó la CEPAL.
Ocampo recordó que, según la CEPAL, el PIB de la región debía crecer este año 4,5 por ciento, pero que esa previsión se redujo más de dos por ciento como consecuencia de la crisis mundial.
Se espera que los países del Cono Sur pasen de un crecimiento de 6,6 por ciento en los primeros seis meses del año a 2,1 por ciento en los dos últimos, mientras que en México la diferencia será de más de cinco por ciento a menos de tres por ciento.
"El crecimiento promedio de América Latina y el Caribe en la década del 90, ligeramente por encima de tres por ciento anual, sigue siendo inferior a los niveles alcanzados antes de la década perdida", afirmó el experto de la CEPAL.
América Latina se mantuvo creciendo más de cinco por ciento promedio en las décadas del 50, 60 y 70, hasta que en la del 80 creció sólo uno por ciento. Entre 1990 y 1998 se estima un crecimiento del 3,5 por ciento.
Economista de profesión y ex ministro de Hacienda y Crédito público de Colombia, Ocampo aseguró que la actual crisis demuestra la vulnerabilidad e inestabilidad del mercado financiero internacional.
"Hoy sabemos que no tenemos las instituciones requeridas para enfrentar la globalización financiera", dijo.
En su opinión, entre las lecciones que hasta ahora aportó la crisis figura la incapacidad predictiva de los organismos financieros internacionales y del sector privado para anticipar situaciones de crisis.
Ocampo añadió que el mundo enfrenta "una crisis sistémica asociada a la enorme simetría que existe entre un mundo financiero internacional cada vez más sofisticado y dinámico y la ausencia de un marco institucional adecuado para regularlo".
Para el secretario ejecutivo de la CEPAL a corto plazo se necesitan políticas expansionistas de las economías industrializadas y fondos de contingencia para manejar los efectos de "contagio".
A largo plazo se requiere "una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional" y aumentar la capacidad subregional para manejar la volatilidad financiera con instrumentos fiscales, financieros y cambiarios propios.
La reforma propuesta por Ocampo incluiría una mayor coordinación macroeconómica, un reordenamiento del monitoreo internacional para hacerlo más preventivo y el fortalecimiento de los mecanismos regionales.
Sería necesario también mejorar los sistemas de información, homogeneizar las reglas de supervisión bancaria, brindar un contexto más estable para ofrecer recursos de contingencia con menor condicionalidad y manejar el sobrendeudamiento de algunos países.
"El manejo de las bonanzas económicas no es más que la previsión de las crisis", opinó Ocampo. (FIN/IPS/da/mj/if/98