La polémica película cubana "La vida es silbar" obtuvo hoy cuatro premios Coral en el XX Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
La película, del director Fernando Pérez, se llevó el primer premio Coral al largometraje de ficción, mejor director, mejor fotografía (Raúl Pérez Ureta) y a la actriz revelación, Claudia Rojas.
Pérez sigue el camino abierto por su película "Madagascar" (1994), ganadora de La Makhila de Oro en Biarritz, Francia, el premio especial del jurado en el XVI Festival de La Habana y el Delfín de Oro de la Muestra Internacional de Troia, Portugal.
Si "Madagascar" intenta echar una mirada descarnada a las inquietudes generacionales en Cuba, "La vida es silbar" recrea la vida de una bailarina, una trabajadora social y un hombre marginal que pretenden encontrar la felicidad.
"Filmo para desencadenar emociones y hacer reflexionar", asegura Pérez.
Con el paisaje urbano habanero como telón de fondo, ante los espectadores desfilan las angustias de una ciudad que vive en medio de una severa crisis económica, pero también de valores y sueños.
La alternativa para alcanzar la felicidad en el año 2020 es silbar. Mientras tanto los habitantes de La Habana se desmayan cuando oyen pronunciar las palabras que no quisieran oir nunca: sexo, doble moral, libertad, verdad o, simplemente, caracol.
"Vemos las cosas no como son, sino como somos", dice Pérez, quien aseguró que la fuerte polémica generada tras el estreno demuestra que "la película está viva", a pesar de haber sido editada apresuradamente y requerir aún de algunos cortes.
Las opiniones sobre el gran éxito fílmico cubano de este año fueron de un extremo a otro. "Es una maravilla, nació siendo un clásico del cine nacional", afirma el crítico Luciano Castillo, conductor de la televisión estatal.
El comentarista de la agencia cubana Prensa Latina Armando Chávez señala que "la vida es silbar" deslumbra por "su magnífica factura artística y un sustento filosófico que llevará buen tiempo desmenuzar y digerir", y añade que "más que un filme sobre Cuba, es sobre el alma de los hombres".
Rolando Pérez Betancourt, crítico del diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, opina que Pérez propuso la urdimbre para trabarse en los "hilos conductores" y por los "momentos farragosos" y cantidad de símbolos, "se necesitaría recibir un tratado decodificador a la entrada del cine".
"Las intenciones reflexivas, éticas, sociales y hasta políticas del filme" se diluyen en "un mar de confusa navegación", afirma el crítico.
"El asunto no radica en decir cosas, sino en decirlas bien, relacionarlas debidamente y con una coherencia de propósitos que en ninguna manera debe estar reñida a la complejidad artística a la que aspira todo creador", añade.
Pero "La vida es silbar" fue recibida como una agradable sorpresa en medios intelectuales cubanos, marcados aún por la crítica lanzada en febrero por el presidente Fidel Castro contra el cine que aborda críticamente la realidad en la isla.
Si bien luego de una reunión entre Castro y un grupo de intelectuales y artistas se confirmó la política cultural abierta a todas las tendencias y formas de expresión del arte contemporáneo, la película llamó la atención por pasar por alto las críticas del presidente cubano.
Miembros del jurado de cine de ficción reconocieron a la prensa que la decisión de la mayoría de los premios de esta edición del festival de La Habana fue "bastante reñida".
La cinematografía cubana recibió, además, el premio de guión inédito, otorgado a "Horcon", de Humberto Solás ("Lucia", "El siglo de las luces", "Cecilia"), y una mención especial para el documental "Si me comprendieras", de Rolando Díaz.
Películas de Cuba, Argentina, Colombia y Brasil se llevaron la mayoría de los premios, mientras que casi la totalidad de los filmes mexicanos en concurso decepcionaron a espectadores y críticos tras sus constantes triunfos en los años anteriores.
"El viento se llevó lo que", del argentino Alejandro Agresti, obtuvo el segundo premio de ficción, el de guión, y el de interpretación secundaria, que recibió Ulises Dumont.
Argentina también recibió el galardón a mejor actuación masculina (Victor Laplace, en "Secretos Compartidos"), mejor ópera prima, por "La sonámbula", de Fernando Spiner, que obtuvo además el premio a la mejor música y mejor sonido (Leo Sujatovich y Marcos Aguirre).
El tercer premio Coral fue para la película colombiana "La vendedora de rosas", de Victor Gaviria, mientras que la brasileña "Estación Central de Brasil", de Walter Salles, conquistó el galardón especial del jurado.
Chile arrasó con todos los premios en documental, con "Fernando ha vuelto", de Silvio Caiozzi, "11 septiembre 1973, el ultimo combate de Salvador Allende", de Patricio Henriquez, y "Patio 29: historias del silencio", de Esteban Larraín.
Argentina, México, Brasil y Cuba son los cuatro países que más grandes y primeros premios Coral han acumulado desde la creación del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en 1978.
Los directores más premiados han sido los cubanos Juan Carlos Tabío, Orlando Rojas y Fernando Pérez, los argentinos María Luisa Bemberg, Juan José Jusid y Fernando Solana, el mexicano Arturo Ripstein y el peruano Francisco Lombardi. (FIN/IPS/da/ag/cr/98