El juez español Baltasar Garzón, acusador del ex dictador chileno Augusto Pinochet, recibirá la próxima semana nuevas pruebas de la actuación coordinada de los regímenes de facto del Cono Sur de América de los años 70 para perseguir a opositores más allá de las fronteras nacionales.
Los documentos incluyen comunicaciones firmadas por jefes militares y policiales de Paraguay, en los que consta el secuestro y traslado de un país a otro de ciudadanos argentinos, chilenos, uruguayos y paraguayos, cuyo destino fue la cárcel, el destierro, la muerte o la desaparición.
La documentación sobre la llamada Operación Cóndor, certificada por el Poder Judicial de Paraguay, será entregada a Garzón por los representantes del abogado paraguayo Martín Almada.
Los originales se encuentran depositados en el Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos en Asunción, más conocido como "Archivo del Terror".
En el testimonio que brindó este jueves ante Garzón, Almada responsabilizó a los ex dictadores del Cono Sur de América de la Operación Cóndor, coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras del Cono Sur de América en los años 70 y 80.
El abogado paraguayo, él mismo un ex preso y exiliado político durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), descubrió el "Archivo del Terror", que documenta esta coordinación, a su regreso a Asunción.
El comisario inspector Alberto B. Cantero, director de Política y Afines de la policía paraguaya, informó por escrito a sus superiores el 16 de mayo de 1977 sobre el traslado de presos políticos a Argentina ese mismo día, a bordo de "un avión (…) de la Armada Argentina, con matrícula 5-7-30-0653".
En ese avión, "piloteado por el capitán de corbeta José Abdala, viajaron (…) a (…) Buenos Aires (…) los siguientes detenidos: Gustavo Edison Insaurralde, uruguayo, Nelson Rodolfo Santana Scotto, uruguayo, José Nell, argentino, Alejandro José Logoluso, argentino y Dora Marta Landi Gil, argentina".
"Las mencionadas personas fueron entregadas por conducto de esta dirección, en presencia del Cnel. DEM don Benito Guanes y del cap. de Fragata Lázaro Sosa, al Tte. 1ro. José Montenegro y Juan Manuel Berret, ambos del SIDE, Servicio de Inteligencia del Ejército" de Argentina, agregó el documento.
Por otra parte, también consta allí una carta dirigida por el coronel Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile, policía secreta que dependió directamente de Pinochet, dirigida a Pastor Coronel, jefe de Investigaciones del Paraguay.
A través de la carta, Contreras hace llegar a Coronel "los más sinceros agradecimientos por la cooperación prestada para facilitar las gestiones relativas a la misión que debió cumplir mi personal en la hermana República del Paraguay".
El hoy condenado y preso Contreras añadió "estar cierto (seguro de) que esta mutua cooperación continuará en forma siempre creciente para el logro de los objetivos comunes coincidentes de ambos servicios".
El responsable de montar un atentado contra Agustín Goiburú, exiliado político paraguayo en Argentina hoy desaparecido, informó a sus superiores sobre sus planes en el documento identificado con el número 00046F/1036.
"Goiburú, después del intento de secuestro sufrido hace poco tiempo, toma medidas de seguridad personal y familiar extraordinarias. Trabaja exclusivamente en su clínica con un médico paraguayo y un argentino. Tiene una recepcionista que le anuncia sus visitas o nombre de clientes", indicó.
Luego, consta una descripción, con comentarios como "está parecido a la foto, más delgado y el rostro más chupado", así como el tipo de automóvil que utiliza, sus itinerarios y horarios de entrada y salida.
"El atentado se realizará en el trayecto de la Clínica a su domicilio. Se han marcado los lugares posibles y está todo arreglado para su regreso de vacaciones, que se llevará a cabo a mediados de febrero", estableció el documento.
"Intervendrá un solo grupo de cuatro hombres, con dos vehículos y armas adecuadas, cuyo manejo y prácticas se están ensayando", agregó.
Goiburú fue secuestrado en Posadas, Argentina, el 8 de febrero de 1977 y trasladado a su país. Garzón recibirá también documentos que prueban que el secuestrado fue visto en locales de detención y tortura en Paraguay.
Un documento del 27 de junio de 1978 consigna un acuerdo firmado por los coroneles Benito Guanes, de Paraguay, y Juan Félix Porcel de Peralta, de Argentina.
"Se autorizará el trabajo conjunto en los interrogatorios. El intercambio de detenidos encubiertos se realizará mediante un enlace. El lugar donde se llevará a cabo el traspaso de detenidos, a convenir", estableció este acuerdo.
En otro documento, Guanes informa de la visita del teniente de navío Orlando Ruiz, de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada de Argentina (ESMA), uno de los peores centros de tortura durante la dictadura (1976-1983).
Ruiz pidió allí autorización para "venir (a Paraguay) con uno de los detenidos para identificar a esa pareja (argentinos detenidos previamente) y coordinar la operación de identificación, seguimiento y si fuese el caso detención".
Estos documentos se agregarán a otros recibidos por Garzón, una parte directamente desde Paraguay, por vía diplomática, y otros en persona esta semana a través del abogado Almada.
Almada pidió a Garzón que procese y pida la extradición de los ex dictadores Jorge Videla y Emilio Massera, de Argentina, Alfredo Stroessner, de Paraguay, Hugo Banzer (hoy presidente constitucional), de Bolivia y Gregorio Alvarez, de Uruguay. (FIN/IPS/af/mj/hd/98