Representantes de cinco países de América Central y Chile iniciaron hoy en San José una segunda ronda de negociaciones para alcanzar un tratado de libre comercio, que será el segundo que firme el istmo en conjunto.
Delegaciones de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Chile se enfrascaron este lunes en la discusión de la normativa que regirá el tratado.
Entre estos asuntos se encuentra el acceso a los mercados, las normas de origen y procedimientos aduaneros, medidas sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas, inversión, servicios, prácticas de comercio desleal, salvaguardias y solución de diferencias.
El Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica informó que tras la aprobación de esta parte normativa se iniciará la negociación de las listas de desgravación arancelaria, durante la cual se determinará el ritmo de la eliminación de las barreras al comercio para diferentes sectores y productos.
La negociación con Chile fue recibida con recelo por los empresarios centroamericanos, sobre todo los del sector de la alimentación, porque temen que, como ocurrió con México, los productos chilenos invadan los mercado de la región sin una apertura de la plaza chilena.
El director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria, Eric Quirós, dijo que los centroamericanos desconocen qué productos regionales pueden ser competitivos en el mercado chileno.
Quirós aseguró que los miembros de su Cámara piensan que hay mejores oportunidades de negocios en otros mercados y no tanto en el de Chile, cuyo empresariado es tan competitivo que logró penetrar el mercado costarricense con pastas y galletas, a pesar de que pagan un arancel de 20 por ciento.
Al igual que sucede con México, la negociación más delicada con Chile se referirá al sector agropecuario, por los convenios que este país tiene con el Mercosur.
México tiene un tratado de libre comercio con Costa Rica vigente desde 1994, del cual se excluyeron los productos agropecuarios.
Actualmente ambas partes renegocian el tratado y, según el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Samuel Guzowsky, hay buenas perspectivas para los lácteos y las carnes.
Nicaragua firmó este año su tratado con México, y el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) lleva casi tres años de negociaciones. Este año, aunque ambas partes le dieron mayor impulso, no se logró terminar la negociación, trabada también en los accesos a la industria agroalimentaria.
El de Chile sería el segundo tratado que firma América Central en su conjunto. El primero se concretó este año con República Dominicana, y entrará en vigencia en enero o cuando al menos dos parlamentos de la región lo ratifiquen.
Mediante este convenio, América Central pretende sustituir a Estados Unidos como principal abastecedor de alimentos y productos agropecuarios de República Dominicana.
Además del tratado con Chile, que abriría para América Central un mercado de 434 millones de consumidores, en la lista de espera sigue un acuerdo semejante con Panamá.
En el caso de Chile, la normativa se discutirá en forma conjunta, pero las listas de productos y el calendario de desarancelización se negociarán en forma bilateral.
La tercera ronda de negociaciones multilaterales, según Anabel González, viceministra de Comercio Exterior de Costa Rica, se realizaría en Chile, en enero.
Mientras los gobiernos centroamericanos miran hacia los países latinoamericanos para irse involucrando en la telaraña comercial que entrará a regir en el 2005 (el Area de Libre Comercio de las Américas), los empresarios de algunos países se vuelven hacia otra parte.
Por ejemplo, el empresariado costarricense pretende promover la negociación de un tratado con la Unión Europea, con el fin de lograr estabilidad en las preferencias arancelarias.
América Central goza de preferencias arancelarias para productos agrícolas y ahora las tendrá también para productos industriales. Sin embargo, el país debe negociarlas cada tres años.
El sistema de preferencias agrícolas vence el 30 de junio de 1999 y su plazo podría extenderse hasta diciembre del 2001.
Doris Osterlof, asesora de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, dijo al semanario El Financiero, de San José, que es necesario plantearse "qué tipo de acceso tendremos a partir del 2001; si continuará el régimen o si se podría firmar un tratado con nuestro segundo socio comercial".
Agregó que mediante ese sistema, las exportaciones de la región pasaron de 95 millones de dólares en 1991 a 1.300 millones de dólares en 1997. (FIN/IPS/mso/mj/if/98