Chile y América Central activarán la próxima semana en la capital de Costa Rica, tras cuatro meses de espera, una segunda ronda de negociaciones para suscribir un tratado de libre comercio.
"El acuerdo para América Central es sencillo y será muy similar al suscrito por Chile y por Costa Rica con México", dijo Anabel González, viceministra de Comercio Exterior costarricense.
Luego de las conversaciones con México, país con el cual hasta ahora solo Costa Rica y Nicaragua han rubricado tratados, las negociaciones con Chile implican para América Central un segundo paso en materia de libre comercio hemisférico.
Algunos empresarios centroamericanos han manifestado su temor de que los chilenos inunden la región con sus productos, en especial alimentos.
En la cita de San José la semana próxima, que se extenderá entre este lunes y viernes, se definirán varios aspectos administrativos, como los mecanismos de resolución de controversias, indicó González.
Tambien deberán establecerse las normas para aspectos sanitarios, antidumping (contra el comercio desleal) y compensatorias, entre otras.
Estos puntos serán considerados de manera conjunta por América Central, pero luego serán evaluados de manera individual los asuntos clave: desgravación, reglas de origen y servicios.
González explicó que los centroamericanos rubricarán un tratado de libre comercio con reglas generales y, aparte de ese acuerdo, el acceso a los mercados se revisará país por país.
Para los empresarios centroamericanos, el tratado con Chile será todo un reto en términos de competencia.
Eric Quirós, director ejecutivo de la la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), sostuvo que se carece de información y estudios para determinar los productos de la región que serían competitivos en el mercado chileno.
Quirós recordó que los empresarios de Chile tienen acceso, por su política arancelaria, a materias primas de prácticamente cualquier parte del mundo para elaborar sus productos y exportarlos.
La posición de la Cacia no es oponerse al libre mercado en Chile, pero se considera que hay mayores oportunidades de negocios en otros mercados.
Quirós argumentó que, por ejemplo, las pastas alimenticias y galletas chilenas ingresan al país con un arancel de 20 por ciento y aun así conquistaron una buena porción del mercado.
"Imagínense sin arancel. Por eso el proceso de apertura debe darse en forma inteligente", enfatizó Quirós.
En otros sectores productivos hay igual cautela.
"Debemos imitarlos, tratando de comercializar nuestros productos en otros países, pero no compitiendo", dijo Rafael Martínez, vicepresidente de la Industria Nacional del Brillo, de Costa Rica.
Martínez sostuvo que Chile lleva años de ventaja a América Central en preparación comercial, cultura, economía y condición social.
América Central representa para Chile un mercado de 35 millones de habitantes, que servirá como punto de apoyo para otros puntos.
"Queremos triplicar el intercambio, y estamos listos para firmar", aseguró a la prensa costarricense Héctor Casanueva, director de la organización chilena de promoción de exportaciones ProChile.
A su juicio, Chile avanzará con Estados Unidos en el largo plazo, pero mientras tanto no se debe descuidar a América Central.
Entre los aspectos que Chile deberá negociar con el istmo están los referidos al azúcar, pues en ese sector está de por medio los convenios con el Mercosur. En realidad, el sector delicado es el agropecuario.
Luego de la devastación que sufrió América Central a raíz del huracán Mitch, economías como la hondureña y la nicaragüense deberán ir poco a poco, ajustando sus economías y sus listas de productos.
Chile cuenta con mercados que suman 434 millones de consumidores a los que llega en forma preferencial a través de acuerdos con el Mercosur, Canadá, México, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú.
Con Cuba tiene un convenio parcial, pendiente de revisión legislativa, y con la Unión Europea avanza en un acuerdo comercial.
Chile y América decidieron iniciar oficialmente el trabajo conjunto tras una reunión realizada el 17 de agosto en Managua, Nicaragua.
En Managua se acordó un esquema organizativo que se enmarca en los principios de la Organización Mundial del Comercio, congruente con el propósito de constituir un Area de Libre Comercio para las Américas.
La reunión se celebró tras la Segunda Cumbre de las Américas, en abril en Santiago, cuando los presidentes acordaron acelerar el proceso de integración del hemisferio en negociaciones directas.
Las autoridades comerciales centroamericanas esperan que todo quede listo para una tercera ronda en Chile en enero a nivel de viceministros.
Se prevé que el acuerdo quede suscrito en el primer semestre de 1999. (FIN/IPS/irm/mj/if/98