La pérdida de vigor de las exportaciones y el aumento del desempleo y del subempleo jaquean al gobierno de Vietnam, preocupado por el creciente malestar social causado por la crisis económica.
La crisis asiática, las dificultades económicas propias del país y la escasez de capital doméstico golpean duro, admitieron casi todos los integrantes del gobernante Partido Comunista en la última sesión de la Asamblea Nacional.
Las inversiones directas extranjeras cayeron 38 por ciento en los primeros nueve meses de este año, frente a igual periodo de 1997, y el crecimiento industrial se detuvo por primera vez desde 1991.
El aumento de las exportaciones fue sólo 4,7 por ciento en el periodo enero-septiembre, ante un incremento de 30 por ciento en los primeros nueves meses del año pasado.
El desempleo afecta a casi 11 por ciento (4,4 millones de personas) de la población activa, según información oficial, frente a ocho por ciento en 1997. Funcionarios del gobierno expresaron preocupación por el descontento social.
Así mismo, economistas que asesoran al gobierno informaron que las empresas extranjeras despidieron a 15 por ciento de sus empleados.
Los trabajadores rurales, 28 millones sobre el total de 40 millones de integrantes de la población económicamente activa, sólo encuentran empleo a tiempo incompleto, comunicó el Ministerio de Trabajo.
El viceprimer ministro y gobernador del Banco Central Nguyen Tan Dung atribuyó la situación a la crisis económica del sudeste de Asia, destino de 70 por ciento de las expoprtaciones de Vietnam. Agregó que el crecimiento exportador podría ser nulo a fines de este año.
"A pesar de nuestras ambiciones y soluciones, no podemos evitar las influencias externas", dijo Dung ante la Asamblea Nacional.
El economista jefe del Banco Mundial en Vietnam, Kazi M. Martin, coincidió en que el descenso de las exportaciones es un factor externo, difícil de controlar.
Pero otro elemento clave es la caída de las inversiones extranjeras directas. Martin sostuvo que Vietnam necesita introducir medidas liberalizadoras para atraer compañías extranjeras.
"Si los vietnamitas repiten lo que hicieron en los años 80, cuando comenzó el 'doi moi' o reforma económica, lograrán impulsar el crecimiento económico", opinó. Pero otros observadores de la situación creen que eso no será suficiente.
"Vietnam no puede seguir basando su economía en inversiones extranjeras directas y asistencia para el desarrollo del exterior", advirtió el embajador de Estados Unidos, Pete Peterson.
Se debe hacer algo para movilizar los aproximadamente 20.000 millones de dólares que la población guarda "debajo del colchón" por desconfianza en el frágil sistema bancario nacional, dijo Peterson en la edición de este mes de Vietnam Economic Times.
"Debe haber una forma de capturar ese ahorro doméstico para generar inversiones de capital", agregó.
Las exportaciones de vestimenta no llegarán a los 1.300 millones de dólares del año pasado. Las ventas de algunas empresas de ese sector a Japón cayeron 70 por ciento.
La cantidad de vestimenta exportada a Europa aumentó 25 por ciento en los cinco primeros meses de 1998, de acuerdo con cifras oficiales, pero su valor bajó 20 por ciento, para poder competir con otros países de Asia sudoriental, que redujeron sus precios como consecuencia de la serie de devaluaciones.
Uno de los principales sectores exportadores, la industria del calzado, no alcanzará el objetivo planteado de 1.200 millones de dólares en ventas y se vaticina que sus ventas caerán en 200 millones de dólares.
El principal proveedor vietnamita de calzado a Estados Unidos, Nike, despidió a 1.300 trabajadores y admitió que 2.000 de sus 12.000 empleados no trabajan a tiempo completo.
A pesar de la recesión, analistas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de otras agencias aún consideran a Vietnam una excelente plaza para inversores que buscan beneficios a mediano y largo plazo.
También elogian a las autoridades vietnamitas por su sinceridad al anunciar que el producto interno bruto no crecerá ocho por ciento este año, como se esperaba originalmente, sino seis por ciento. Para algunos expertos, el crecimiento no llegará ni siquiera a ese nuevo tope.
Se espera un anuncio oficial sobre una estrategia de generación de empleo para alcanzar la meta del PIB fijada para 1999. Vietnam había logrado altas tasas de crecimiento económico, superiores incluso a 10 por ciento, antes de que la crisis asiática estallara a mediados de 1997. (Fin/IPS/tra-en/ap-if/nm/di-ff/if/98