La gravedad de la epidemia de VIH y sida en Vietnam es una incógnita que se agrava por la gran disparidad entre el diagnóstico del gobierno y el de las agencias de las Naciones Unidas.
El Comité Nacional de Sida de Vietnam informó que la cantidad de portadores de VIH (virus de inmunodeficiencia humana) aumentó 26 por ciento en los primeros nueve meses de 1998. El número total de portadores, según cifras oficiales, aumentó a 10.336 en una población total de 77 millones.
Mientras, la oficina en Vietnam del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calculó que el total de casos de VIH avanza muy rápido en su camino hacia las 263.000 infecciones que la agencia había previsto para Vietnam en el 2000.
Los voluntarios de Unicef opinan que los vietnamitas usan estrategias equivocadas, ya que sus análisis se concentran en los denominados "grupos de alto riesgo", como prostitutas callejeras y consumidores habituales de heroína, una estrategia de estudio ya caída en desuso.
Los clientes de las prostitutas y los consumidores ocasionales de drogas intravenosas caen fuera del análisis.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe previo al Día Mundial de Lucha contra el Sida, el 1 de diciembre, calculó que los vietnamitas de entre 15 y 49 años con VIH son 57.000, 0,12 por ciento de esa franja, bastante menos que el 1,6 de Camboya o el de Birmania, pero en rápido crecimiento.
Un recorte de los fondos gubernamentales disponibles para luchar contra la enfermedad, de cinco millones de dólares en 1997 a 4,8 millones este año, contribuyó a la falta de datos confiables sobre VIH/sida.
El gobierno explicó el recorte sobre la base de la necesidad de ajustar el cinturón del presupuesto debido a la crisis económica de Asia.
El presidente del Comité Nacional contra el Sida, Dang Van Khoat, expresó su decepción, debido a la lucha sostenida por el organismo para aumentar ese fondo año tras año desde la primera asignación ínfima de un millón de dólares en 1993.
"Le estoy pidiendo al gobierno que aumente el aporte estatal, para frenar el VIH y el sida antes de que una mayor cantidad de población resulte afectada", explicó Khoat.
Uno de los pocos beneficios que deparaba a Vietnam su virtual cierre al mundo exterior hasta la "doi moi" (política reformista aplicada desde comienzos de los 90) era contar con una barrera natural contra la propagación del VIH en el país.
En 1992, el Comité había identificado sólo 11 infecciones. Sin embargo, los viajes que comenzaron a emprender vietnamitas al extranjero en busca de plazas comerciales o lugares de vacaciones en la década del 90 abrió una puerta a la enfermedad.
El consumo de heroína prosperó, en especial entre los jóvenes, y es causa de más de 50 por ciento de las infecciones de VIH en Vietnam, informó el Comité. La industria del sexo es causa solo de cinco por ciento.
Una voluntaria de la Cruz Roja australiana, que trabaja contra el sida junto con la Sociedad Nacional de la Cruz Roja en Vietnam, afirmó que la industria sexual se expandió mucho más allá de las expectativas desde que se permitió la entrada de extranjeros al país.
"Hay que recordar que este país es sún uno de los más pobres del mundo, con un ingreso por habitante que no supera los 300 dólares. No es extraño que tantas mujeres jóvenes y adultas intenten ganar dinero con la presencia repentina de miles de extranjeros llenos de dólares", dijo la voluntaria.
"La nueva industria sexual se concentra sobre todo en Ho Chi Minh (ex Saigón), el centro comercial donde se concentra la mayoría de los extranjeros, y lugar que ya tenía una tradición masiva de prostitución" al servicio de soldados estadounidenses durante la guerra de Vietnam, explicó.
"He visto encuestas que muestran más de 60 por ciento de infección con VIH entre las prostitutas callejeras más pobres", señaló la voluntaria. Muchos centros de esparcimiento, casi todas las discotecas y los bares de hoteles de categoría se convirtieron, en los últimos años, en bares para solteros.
Muchas de las prostitutas en Ho Chi Minh campesinas que emigraron a la ciudad a causa del altísimo desempleo en las áreas rurales.
La esquina donde se concentran más prostitutas, en Nguyen Thi Minh Khai, está llena de carteles gigantes que advierten sobre el sida.
Pero Nguyen Huong Ha, una prostituta de 16 años, casi no se percató de ellos. "Hacerme un examen me costaría 10 dólares. Si alguien se enterara de que me lo hice, jamás volvería a conseguir un cliente, aunque estuviera sana", dijo.
"No tiene sentido hablarme del futuro. La mía es una lucha diaria. Como no me asusta el futuro, no me asusta contagiarme de sida y, de todos modos, todos mis clientes prefieren tener relaciones sin protección", explicó Nguyen Huong Ha.
La sociedad vietnamita, volcada hacia la familia, tiene una opinión negativa del uso de preservativos, ya que lo asocia con el sexo prematrimonial, la prostitución y la homosexualidad.
Eric Palastra, de la oficina de Hanoi del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, dijo que la presión del gobierno por cambiar esa percepción estaba empezando a dar resultado.
Esta agencia logró incrementar la oferta de condones de 90 millones a 200 millones.
La semana pasada, el NAC informó que el uso de métodos contraceptivos se ha incrementado dos por ciento anual en los últimos ocho años, y aseguró que el suministro de condones podría duplicarse en los próximos cinco años. (FIN/IPS/wc/js/ceb/mj/he pr/98