Hace un año todo parecía auspicioso para la mujer de Venezuela en la política, porque una de ellas reinaba en las encuestas presidenciales y la presión de sus organizaciones arrancaba una cuota de 30 por ciento en las listas al parlamento.
Pero en el momento de la verdad, el panorama se hizo sombrío.
La dirigenta femenina Nora Castañeda dijo a IPS que las mujeres han sido tratadas "como relleno cuando no con burla" por los partidos en su inclusión en las listas para el parlamento nacional y las asambleas regionales que se elegirán este domingo.
La candidata Irene Sáez llegó a tener una intención de voto de 58 por ciento, pero ahora está hundida en el cuarto lugar de las encuestas sobre la elección presidencial del 6 de diciembre y los analistas descartan que pueda recuperarse hasta el triunfo.
La vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Miriam Kornblith, puntualizó a IPS que el papel del organismo se limitó a contabilizar si en las listas a la Cámara de Diputados o a las Asambleas Legislativas estaduales había 30 por ciento de mujeres.
Kornblith dijo que no es tarea del CNE ocuparse de que la ubicación en las listas responda al espíritu de la reforma legal, destinada a facilitar que la mujer acceda a los poderes públicos, dentro de las medidas para limitar su discriminación a las que se han comprometido los gobiernos a nivel mundial.
La mujer representa más de la mitad del electorado de casi 11 millones de personas y está sola al frente de casi una cuarta parte de los hogares venezolanos. Pero pese a su creciente peso en la vida pública y en especial dentro de la llamada sociedad cívil, su porcentaje en el Congreso disminuyó esta década.
El Congreso electo en 1993 y que será reemplazado el 23 de enero por el que resulte votado este domingo contó con sólo siete por ciento de escaños femeninos, frente a 10 por ciento del de 1988 y 13 por ciento del de 1983.
Castañeda, de la Coordinación de Organizaciones No Gubernamentales de la Mujer que agrupa a medio centenar de colectivos, comentó que la aprobación de la cuota resultó vana porque no se acompañó con la obligación de que hubiera mujeres colocadas en puestos con posibilidades de obtener el triunfo.
La propuesta del movimiento de la mujer y de sus aliadas parlamentarias era que, como se ha hecho en otros países, los hombres y las mujeres se alternarán en los primeros lugares en las listas legislativas, los llamados puestos salidores.
Pero los partidos -sin distingos de izquierda o derecha- eliminaron esa alternancia, no fijaron puestos para las mujeres en las listas y excluyeron al Senado de las cuotas.
La Cámara de Diputados y las asambleas de los 23 estados del país se eligen en Venezuela mediante el sistema proporcional y una combinación mitad y mitad de listas cerradas de los partidos y candidatos nominales en circuitos, presentados por los mismos partidos y las agrupaciones de electores.
Así que en la práctica las cuotas solo aseguran la postulación de mujeres para 15 por ciento de los cargos, incluso si se hubiera garantizado la alternancia, recordó Castañeda, catedrática de economía en la principal universidad del país.
Las 451 partidos y grupos de electores que participan en los comicios regionales y legislativos del domingo han presentado en conjunto 16 candidatas a gobernadoras, pero ninguna en estados donde sus postulantes tengan oportunidad de ganar.
El partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), el que más veces ha gobernado durante los 40 años de democracia, es el único que ha gastado en propaganda televisiva para promover a una candidata al Congreso, Ixora Rojas, que presidió la cámara baja este año y que es ahora aspirante al Senado.
El otro pilar del desacreditado bipartidismo local, el partido socialcristiano Copei, jugó una mala pasada a una de las más veteranas líderes de las causas de la mujer en Venezuela, la diputada Isolda Salvatierra, promotora de la ley contra la violencia a la mujer, aprobada en agosto.
El partido decidió "promover" a Salvatierra de diputada a senadora por su estado, el oriental de Monagas, y lo presentó como una muestra de la valoración por la mujer.
Pero en realidad se trató de desplazar a Salvatierra a un escaño senatorial que seguramente Copei perderá el domingo, para asegurar que su antiguo ocupante masculino salga como diputado en el puesto que antes había consolidado la dirigenta.
Peor le fue a Paula Guarisco, una apreciada asesora jurídica de la mujer en la fracción parlamentaria del centroizquierdista Movimiento Al Socialismo, que fue sometida al ostracismo después que denunció publicamente la relegada posición de las mujeres en las listas de esa organización.
Las mujeres del petrolero y occidental estado de Zulia tienen claro que la única manera de que la mujer rompa las barreras visibles e invisibles que frenan su acceso a los poderes deliberantes es impulsar sus propios movimientos electorales.
Portavoces de la Casa de la Mujer de Maracaibo, capital de ese estado, explicaron a IPS que decidieron crear dos grupos de electoras, que por ahora sólo lucharán por cargos en concejos municipales y en la asamblea regional, como un primer paso para la promoción de iniciativas similares a nivel nacional.
En estas elecciones tienen candidatas en Maracaibo y el centro petrolero de Cabimas, "pero en los comicios municipales del año próximo esperamos estar extendidas a muchos otros lugares del estado y que haya grupos de electoras similares en todo el país", explicaron.
Castañeda explicó que sólo esta semana la coordinadora de mujeres logró que el CNE le entregase las listas legislativas de todos los partidos a los poderes deliberantes, a fin de estudiar la forma en que cumplieron las cuotas femeninas.
Anunció que el movimiento ya prepara un reclamo por la distorsión de las cuotas que llevará en marzo a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, cuando se analice la marcha de los cumplimientos nacionales de los compromisos de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995.
Lo mismo hará un mes después, cuando se produzca en el mismo escenario la reunión preparatoria de lo que se llama Copenhague más cinco, la gran conferencia que en el año 2000 revisará la marcha de los compromisos de la cumbre social realizada en la capital danesa en 1995. (FIN/IPS/eg/ip hd/98