VENEZUELA: Candidato renovador renuncia ante fracaso electoral

La modernización deberá esperar en Venezuela, porque en las elecciones presidenciales de diciembre se escogerá entre un aspirante capitalizador del descontento, la oligarquia conservadora o el viejo clientelismo, afirmó hoy Claudio Fermín al retirar su candidatura.

Fermín, un sociólogo mulato de 48 años y ex alcalde de Caracas, anunció su renuncia a la carrera presidencial porque en los comicios regionales y legislativos del domingo su agrupación, Renovación, obtuvo menos de dos por ciento para el Congreso.

Primer aspirante de los 14 para las elecciones del 6 de diciembre en asumir el veredicto popular del domingo, Fermín se marginó en 1997 del tradicional partido Acción Democrática (AD) tras acercarlo al triunfo en 1993, pese a la falta de apoyo de la cúpula de esa organización.

Fermín aseguró que "los que apostamos por la modernización, el crecimiento económico y un cambio radical en política deberemos tener paciencia y esperar" en Venezuela, y remarcó que no apoyará ninguna de las tres candidaturas que tras el domingo conservan alguna posibilidad de victoria en diciembre.

A su juicio, los casi 11 millones de electores se pronunciaron por tres propuestas que definió sombríamente como una oligarquía conservadora, un clintelismo enquistado en pequeñas poblaciones y una agitación radical que utiliza y capitaliza el descontento.

Aunque no los nombró, el representante de la agitación sería el candidato presidencial favorito, el teniente coronel retirado y ex líder golpista Hugo Chávez. El principal desafiante, Henrique Salas, sería la expresión de la oligarquía, y Luis Alfaro, postulado por AD, el sostén del clientelismo partidista.

"No nos identificamos con ninguna de esas visiones del país", comentó Fermín para indicar que la campaña actual está ganada por "la polarización, la degradación y la altisonancia" y que su retiro no se traducirá en ninguna negociación electoral.

El triunfo el domingo fue de Chávez, de 44 años, cuyo partido Movimiento V República (MVR) se estrenó en las urnas con la obtención de un nivel de escaños legislativos similar al de AD y que podría ser superior cuando se cuenten los votos nominales.

El MVR es la base de una alianza en torno de Chávez de fuerzas de izquierda, grupos empresarios proteccionistas y remanentes de la última dictadura denominada Polo Patriótico, que habría obtenido más de 35 por ciento de la votación parlamentaria y los gobiernos de ocho de los 23 estados.

Detrás de AD y del MVR se situó el también nuevo Proyecto Venezuela, del empresario y ex gobernador Salas, de 62 años.

El otro pilar del bipartidismo dominante los 40 años de democracia, el socialcristiano Copei, fue relegado al cuarto lugar en el futuro Congreso bicameral, y en Caracas no alcanzó tres por ciento, aunque logró retener cinco gobernaciones.

Fermín no dijo si ofrecería el ascendiente político que conserva pese a su mala figuración electoral a Miguel Rodríguez, el candidato de otra escisión de AD, el partido Apertura del ex presidente Carlos Andrés Pérez, que obtuvo cerca de cuatro por ciento del voto parlamentario.

Fiel a un discurso sin guiños electoralistas, Fermín negó que en el proceso electoral esté en juego la democracia o la paz, como aducen los rivales de Chávez, o que haya el peligro de una crisis institucional en el país.

"La crisis es de gerencia de esa democracia, pero hay plena libertad de elegir, de expresarnos, de pensar y de actuar", adujo Fermín, de 47 años, a quien analistas independientes identificaban como uno de los candidatos más preparados para conducir el país en el tránsito a un nuevo siglo, junto con Rodríguez.

"Lo que se juzga y se castiga es la ineptitud de los gobernantes, la corrupción de los partidos y la pasividad y lentitud de muchos liderazgos por comprender la nueva realidad nacional y mundial", afirmó.

Aseguró que no hay tiempo para un cambio en diciembre, frente a la masiva preferencia expresada a favor de "quien capitaliza el descontento como estrategia y tiene la agitación como instrumento, una elite económica insaciable y el clientelismo".

A su juicio, hasta los comicios presidenciales los tres actores electorales se mantendrán "en una especie de jauría para que el análisis calce a su conveniencia", y entonces "se escogerá un gobierno con una oferta equivocada y que no solucionará los problemas del país".

El dirigente socialdemócrata anticipó que la población venezolana, de más de 23 millones, deberá soportar otra frustración cuando las ofertas electorales de retorno a un pasado más prospero no sean cumplidas por el nuevo gobernante, como sucedió con el octogenario presidente Rafael Caldera.

Fermín cree que el Congreso que acompañará desde febrero al próximo presidente es "conservador y rudimentario en lo económico y maniqueo y atrasado en lo político".

"Grupos que dividieron el país entre héroes y villanos, entre bribones y honestos a su conveniencia, no podrán producir más que años de negociación y enfrentamiento inútil", afirmó.

El ex candidato dijo que asumió sin frustración su falta de sintonía actual con el electorado y que seguirá luchando para que el país en el futuro deje de ser víctima de manipulaciones y de la venta de realidades imposibles que buscan evitar su modernización política y económica. (FIN/IPS/eg/ff/ip/98

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