SUDAN: Aumenta tensión por desarme de ex rebeldes

Una tentativa de desarme de ex rebeldes del sur de Sudán, que firmaron el año pasado un acuerdo con el régimen fundamentalista islámico del general Omar Hassan al Bashir, amenaza la paz y la seguridad en esta capital.

Algunos comerciantes y residentes se quejaron este viernes de que un grupo no identificado de pistoleros está robando desde el miércoles -cuando comenzaron las operaciones- en los vecindarios de Geref Este, Haj Yousif y Kalakala.

"Dos soldados con rifles escalaron los muros de nuestra casa y nos pidieron que los dejáramos entrar para revisar la vivienda. Luego de entrar, nos obligaron a darles dinero y se fueron con nuestro televisor", dijo un anciano que no quiso ser identificado por razones de seguridad.

Afirmó que el resultado de las operaciones de desarme de las milicias fue el saqueo de un buen número de casas en Geref, un vecindario de bajos recursos de Jartum.

Una de las víctimas, Mohamed Nugudalla, afirmó que no abrirá su comercio hasta estar convencido de que los pistoleros no volverán a robarle.

Sin embargo, las declaraciones acerca del robo fueron negadas por un alto funcionario de gobierno, quien afirmó que la situación de la seguridad de Jartum es normal y que la gente está en sus actividades de costumbre, como todos los viernes.

Según este funcionario, el propósito de la operación de desarme de los ex rebeldes consiste en estabilizar la situación de inseguridad que ellos causaron en la capital.

"Vamos a recolectar las armas, los uniformes militares y las botas de los ex rebeldes. Esta operación está casi cerrada porque muchos luchadores se rindieron y entregaron sus armas y pertenencias militares a las fuerzas armadas", dijo este viernes el funcionario a IPS.

El intento de revisar la residencia de Riak Machar, presidente del Consejo de Coordinación del Sur y asistente del presidente al Bashir, fracasó. Sus guardaespaldas amenazaron con matar a cualquier soldado que se acerque a la residencia de Machar.

Los guardaespaldas de Machar intercambiaron el jueves una andanada de proyectiles con las fuerzas del gobierno. Nadie resultó muerto, pero dos de sus hombres fueron heridos y trasladados al hospital militar de Omdurman, la ciudad satélite de Jartum.

La operación, según la prensa oficial de este viernes, consistía en desarmar a los rebeldes que firmaron el Acuerdo de Paz de Jartum con el gobierno, en 1997.

Uno de los jefes de los rebeldes, Lam Akol, que volvió a Jartum el año pasado, advirtió que las operaciones socavaron la confianza de los ex rebeldes en los acuerdos.

Akol, ministro de Transporte del gobierno federal, dijo al diario Alwan, que el humillante método utilizado para desarmar a los rebeldes creó problemas con el gobierno.

"La operación de recolectar armas no se hizo de manera responsable, y creó dudas sobre la credibilidad de los acuerdos firmados con Jartum", dijo Akol.

Acusó al gobierno de negarse a consultar a los líderes de las facciones del sur antes de actuar, y calificó la operación de provocativa. "Fuimos puestos en una situación militar muy frágil", manifestó.

Los guardaespaldas de Akol también se resistieron al registro de su residencia, y este viernes, militares armados habían sitiado el edificio, prontos para asaltarlo. La situación obligó a los hombres de Akol a excavar, anticipándose al ataque.

La residencia de otro ex rebelde, Lawrence Lual Lual, fue revisada a punta de pistola. Lual Lual dijo que su seguridad personal estaba en peligro y que la operación los ponía en una posición muy débil respecto de la implementación del acuerdo de Jartum.

El blanco de las operaciones era el Ejército Independiente del Sur de Sudán de Machar, el Ejército Popular para la Liberación de Sudán (EPLS-Unido) de Akol, la Facción Independiente del Ejército de Sudán, al mando de Kawac Makwei, y el grupo del EPLS en Bahr el Ghazal, liderado por Lual Lual.

Machar, que estaba de gira por el sur de Sudán -por los estados del Alto Nilo- interrumpió su viaje y volvió a Jartum el jueves para discutir el incidente.

Los diarios oficialistas informaron el jueves que el ejército confiscó armas pesadas, artillería de largo alcance, radios y uniformes militares.

El gobierno dio órdenes de arrestar a cualquiera que llevara el uniforme de los ex rebeldes del sur, pero hasta este viernes, lo que IPS vio en las calles de Jartum fue a las fuerzas fieles a Machar regalando sus uniformes.

Los ex rebeldes se separaron en 1991 de la facción principal del EPLS, dirigida por John Garang, y seis años más tarde firmaron un acuerdo con el gobierno de Sudán, como parte de un compromiso interno de paz.

El acuerdo permite que cada facción conserve su ejército hasta que se celebre un referéndum, dentro de tres años, para decidir si el sur, de mayoría cristiana y animista, seguirá siendo parte de Sudán o si se transformará estado independiente. (FIN/IPS/nb/mn/ceb-ml/ip/98

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