/REPETICION/ VENEZUELA: Chávez surge ganador de elecciones parlamentarias

El teniente coronel retirado Hugo Chávez, cuya candidatura a la presidencia expresa la búsqueda de un cambio político radical, surgió como primer triunfador de las elecciones regionales y parlamentarias del domingo en Venezuela.

"Quedó demostrado el fenómeno Chávez, que no aguardó a las presidenciales del 6 de diciembre y se expresó con fuerza en estas elecciones parlamentarias", afirmó el ex presidente socialdemócrata (1989-1993) Carlos Andrés Pérez.

Pérez, contra quien en 1992 Chávez encabezó una cruenta sublevación, colocó la victoria del "chavismo" por encima de la suya propia, localizada en su natal estado de Táchira (suroeste andino), que le ungió senador.

Los electores "votaron masivamente, pero con un espíritu muy contradictorio, y no despejaron la gran incógnita con relación al futuro del país", dijo Pérez, al apreciar choques entre las corrientes democráticas y las autoritarias en la sociedad.

Escrutados oficialmente más de dos tercios de los sufragios, el Polo Patriótico o coalición de partidos que apoya a Chávez conseguía 37 por ciento de los votos parlamentarios, de los cuales 21,5 por ciento fueron para el Movimiento V República (MVR), organizado por el ex comandante golpista.

Acción Democrática (AD, socialdemócrata), durante medio siglo el principal partido de Venezuela, mantenía 21,7 por ciento. Aunque individualmente AD y el MVR empaten en primer lugar, el Polo de Chávez reunirá la mayor presencia parlamentaria, con cerca de la mitad de los senadores y diputados.

El partido socialcristiano Copei, tradicional segunda fuerza, aparecía desplazado al cuarto lugar, con 10,7 por ciento, en tanto como nuevo tercero emergió Proyecto Venezuela (12,5 por ciento), del empresario Henrique Salas, segundo favorito en las encuestas para las presidenciales de diciembre.

En cuanto a las gobernaciones de estados, estas se repartieron en una tercera parte para el Polo de Chávez, un tercio para AD – las regiones más despobladas- y otro para Copei y otras fuerzas.

Las gobernaciones del Polo fueron ganadas por aliados del MVR, excepto la de Barinas (llanos del suroeste y tradicional bastión de AD), donde el candidato presidencial obtuvo la satisfacción personal de que triunfase su padre, Hugo de los Reyes Chávez.

Chávez también pudo saborear la victoria aplastante de su coalición en el Distrito Federal (Caracas oeste, con dos tercios de la población capitalina), obteniendo las dos senadurías y todas la bancas de diputados en juego.

El Distrito Federal no elige gobernador, por lo que la masiva afluencia a las urnas para sólo elegir miembros del Congreso -una institución de escaso prestigio popular, según las encuestas- puede interpretarse como un voto de clara intención política nacional, sin la interferencia de liderazgos regionales.

Según Jorge Olavarría, un veterano político liberal que asesora a Chávez, "en la rebelión del domingo el factor decisivo ha sido la personalidad del comandante, que tiene la imaginación y el coraje que la socialdemocracia y la democracia cristiana perdieron hace tiempo en Venezuela".

Chávez estimó que el resultado general de los comicios y en particular su triunfo responden a "la voluntad de cambio del pueblo", por lo que mantiene su decisión de, en caso de ganar en diciembre, convocar en febrero a un referendo que lleve a una asamblea constituyente.

Esa decisión la tomará pese a que sus seguidores ya están cerca de contar con mayoría en el parlamento y, más aún, "la Constituyente deberá decidir, en ejercicio de su soberanía, si sustituye o no al Congreso, aunque éste sea mío", dijo a IPS.

La propuesta de Chávez para "refundar la República", aunada a su discurso de base populista y que de modo intermitente esgrime banderas favorables a la apertura económica y a las tesis tradicionales de la izquierda, arroja para los analistas y para sus oponentes incertidumbre sobre lo que haría una constituyente.

Por ello, Pérez sostuvo que "estas elecciones no despejaron las circunstancias en que se desenvuelve nuestra vida política", y alertó "sin simpatía, pero con espíritu democrático, que si Chávez gana debemos reconocer su triunfo, pero él está obligado a gobernar con las reglas de la democracia".

Frente a la opinión de Pérez, el político socialcristiano Gustavo Tarre opinó que las elecciones del domingo carecen de un claro ganador, y evocando el 21 por ciento del MVR subrayó que "de cada cinco venezolanos, sólo uno votó por Chávez, sin contar la abstención".

"Ningún candidato sale de este proceso absolutamente seguro de su triunfo", dijo Tarre, para quien el gesto adusto que la noche del domingo mostró el usualmente sonriente Chávez demuestra que "el resultado no fue lo favorable que él calculaba".

Tarre se sumó a los analistas y políticos que indican que este domingo se consolidaron dos polos, el de Chávez y el que definen como polo democrático. Chávez coincidió con ese análisis, pero calificó a sus opositores de polo continuista.

Para observadores independientes, la única posibilidad de una derrota de Chávez sería que el electorado que prioriza evitar su triunfo unifique su voto en torno de Salas, pero ese frente se ve difícil, por la dispersión de sus votos y las rivalidades de los otros 11 aspirantes.

Otros analistas y políticos se entregaban a la interpretación del variopinto mapa político que dejaron las eleccciones para gobernadores de estados. La mayoría de quienes ganaron fueron reelegidos y a la cabeza de entrecruzadas coaliciones.

Pérez introdujo allí una nueva cuña al destacar que las victorias corresponden a liderazgos regionales en vez de a opciones nacionales "y los partidos AD y Copei apenas han obtenido un colchón, falso y acomodaticio".

El ex mandatario obtuvo un claro triunfo al ser elegido senador, porque la inmunidad parlamentaria se traducirá en la suspensión automática de un juicio que se le sigue por presunto enriquecmiento ilícito, y porque su grupo Apertura aparece bien situado entre las pequeñas fuerzas, con cerca de dos por ciento.

En cambio, los emblemáticos grupos IRENE (de Irene Sáez, candidata de Copei) y Renovación, de Claudio Fermín (ex AD), aparecen con porcentajes inferiores.

El reparto entre ganadores y perdedores deberá, finalmente, dejar en el primer grupo al proceso mismo, que a pesar de su lentitud se verificó con orden y tranquilidad en todo el país.

La actuación como autoridades de mesa de ciudadanos independientes escogidos al azar, aunque parcial, se efectuó con palpable colaboración de los electores, y pudieron funcionar 90 por ciento de las máquinas escrutadoras de votos, que se estrenaban. (FIN/IPS/jz/ff/ip/98

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