La prensa oficialista de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) lanzó una campaña contra el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, porque la gestión de paz del líder sudafricano no conviene al gobierno de Laurent Kabila, en guerra contra fuerzas insurgentes.
Los medios de comunicación presentan a Mandela como a un enemigo del pueblo, aliado de la insurgente Unión Congoleña por la Democracia (UCD), que se levantó en armas el 2 de agosto para derrocar a Kabila.
Las críticas contra Mandela se intensificaron en los últimos días, luego de varias reuniones que mantuvo con el dirigente de la UCD, Ernest Wamba dia Wamba, y el vicepresidente de Ruanda, Paul Kagame, quien reconoció que sus soldados luchan junto a los rebeldes, también apoyados por Uganda.
Este lunes, la estatal Radio Nacional del Pueblo lanzó un duro ataque contra Mandela, y aseguró que el presidente sudafricano era el "guía intelectual" de los gobiernos de Ruanda y Uganda.
"Mandela quiere que su país se convierta en líder de los países de Africa negra y teme el despertar de RDC", aseguró un comentarista.
El día 10, el diario Le Palmares comentó que Mandela había "apuñalado" a Kabila por la espalda. Un dibujo junto al editorial mostraba al gobernante sudafricano diciéndole a Kagame, quien le había pedido ayuda, "Kabila debe irse antes de que yo deje la presidencia".
En el dibujo, Mandela tenía un largo vestido negro, con una gran cruz colgando de su cuello y ocultando un enorme cuchillo, junto a un montón de máscaras y pociones mágicas en el fondo.
Un comentario del diario L'avenir calificó a Mandela de "falso amigo" de RDC. "El pueblo congoleño no reconoce la sabiduría que siempre caracterizó al presidente sudafricano. Hay lugar para dudar de su amistad hacia el pueblo congoleño", agregó el medio.
El periódico Vision se refirió a la "dudosa sabiduría" de Mandela y criticó su intento de mediación.
Mientras tres países de Africa austral -Angola, Namibia y Zimbabwe-, junto con Chad, enviaron ayuda militar a las fuerzas de Kabila, Sudáfrica aboga por la negociación directa entre Kinshasa y los rebeldes.
Mandela fue el primero en reunir a los bandos en guerra en RDC al organizar en agosto una reunión entre Kinshasa y la UCD, en Pretoria. El líder luego condenó la intervención de Angola, Namibia y Zimbabwe en el conflicto que podría convertirse en una guerra regional, según advirtió.
Sin embargo, Vision acusó a Mandela de respaldar a Ruanda y por lo tanto de ser parte del conflicto.
"Sudáfrica vende armas a Ruanda y hay pruebas de que soldados sudafricanos combaten junto a los agresores", afirmó, y añadió que "no es cierto que Mandela sea un hombre sabio, como se lo considera, a juzgar por la conducción de la diplomacia sudafricana".
Otro periódico, L'Observateur, acusó a Mandela de pretender entregar la RDC a los rebeldes, quienes "deben su existencia sólo a Ruanda y Uganda". Mientras, Kinshasa no se limita a expresar su disgusto hacia Sudáfrica por medio de la prensa oficialista.
La semana pasada, el canciller congoleño criticó lo que denominó la "ambigüedad" del enfoque de Sudáfrica hacia la crisis congoleña, y convocó a su Ministerio al embajador sudafricano para "aclarar la posición de su país".
Algunos observadores no comparten la opinión de los medios oficialistas. "Las publicaciones que apoyan al gobierno han optado por la guerra, demonizando a cualquiera que promueva la negociación", sostuvo Marithe Kapinga, periodista de Le Phare, un diario vinculado con la oposición. (FIN/IPS/tra-en/bm/nrn/kb/aq-ml/ip/98