Los residentes de esta localidad del norte de Puerto Rico presentaron una demanda contra agencias del gobierno por las inundaciones provocadas por el huracán Georges a su paso por este país, hace casi dos meses.
Seis personas murieron, miles perdieron sus casas y se estima que los daños a propiedades registrados en la región de Arecibo suman miles de millones de dólares.
La demanda plantea que obras de infraestructura financiadas por el gobierno interfirieron con el flujo natural de las aguas y de esa manera provocaron inundaciones y agravaron el daño a la propiedad.
Grupos ecologistas señalaron que fuera del daño ocasionado a estructuras construidas, resultaron dañados algunos ecosistemas de la isla, un hecho que atribuyeron al excesivo desarrollo urbano.
Entre las obras mencionadas están la autopista 10, que une Arecibo con la localidad montañosa de Utabo, la planta eléctrica de Cambalache, ubicada en la Ciénaga Tiburones, y el superacueducto de la costa norte, que permite abastecer de agua a San Juan, la capital.
El acueducto se nutre de dos fuentes montañosas que fueron transformadas en un estanque de 38 hectáreas en Arecibo, desde donde se obtiene el agua para el sistema. En la demanda se asegura que las lluvias recargaron el depósito y rompieron el dique.
En ese momento, el estanque almacenaba entre 1.000 y 2.000 millones de litros de agua. La demanda contra la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y sus socios argumenta que el nivel del estanque estaba alto, pese a la inminencia de fuertes lluvias.
"¿Por qué estaba lleno cuando llego el huracán?… no había ninguna razón, en especial si se considera que el acueducto ni siquiera está terminado", dijo Martínez Umperre, uno de los abogados que representa a los centenares de residentes de Arecibo que demandan compensaciones.
Pero Perfecto Ocasio, dirigente de AAA, considera que estas personas tendrán dificultades para probar sus argumentos. "La inundación era inevitable debido al desborde del río Arecibo. En todo caso, la laguna ayudó a frenar la bajada de agua".
Tanto la autopista como el acueducto habían sido objetados por grupos ecológicos que hicieron una denuncia ante las autoridades. El caso pasó a tribunales en 1997, y la corte de apelaciones votó en contra del proyecto de aguas, argumentando que el estanque no estaba incluido en el estudio de impacto ambiental.
El Estudio Geológico de Estados Unidos también había advertido sobre el peligro de inundaciones en el valle de Arecibo.
Sin embargo, en junio de este año la Corte Suprema votó a favor del proyecto y la construcción siguió adelante.
La demanda de los residentes también denuncia negligencia en la operación de la represa, pues no se tomaron medidas para bajar el nivel de agua aún cuando se sabía de la llegada del huracán con tres días de anticipación.
El representante de Ciudadanos Defensores del Ambiente de Arecibo, Pablo Santos, hizo notar que la Ciénaga Tiburones es esencial para garantizar el desagüe, pero se encuentra obstruida tras la construcción de la planta de Cambalache, ubicada entre el pantano y el río Arecibo.
El alcalde de Arecibo y el cuerpo de ingenieros del ejército estadounidense lanzaron un proyecto destinado a canalizar el río con cemento, porque consideran que de esa manera evitarán desbordes e inundaciones.
Pero Santos opinó que "es una mala idea" y recordó que el río Utuado, cercano a Arecibo, se salió de su cauce a raíz del huracán, pese a estar canalizado. Lo indicado, dijo Santos, es construir un canal desde el río hasta la ciénaga para facilitar el desagüe. (FIN/IPS/tra-en/cr/cb/lc-ml/en/98