POLITICA: Internacional Democristiana se abre a otros partidos

La Internacional Demócrata Cristiana (IDC), que hoy inició su décimosegunda asamblea general en la capital española, modificará su denominación, para formalizar su apertura a otras confesiones y movimientos laicos.

La IDC integra a 102 partidos políticos de 94 países de todo el mundo, aunque su mayor presencia se verifica en Europa y América Latina.

El único candidato y por lo tanto próximo presidente de la IDC, el diputado español y actual secretario general del organismo, Javier Rupérez, dijo a IPS que, con toda probabilidad, la organización agregará a su denominación original el nombre de "Federación de Partidos Demócrata Cristianos y Populares".

El diputado chileno Guillermo Yunge, presidente del Centro Latinoamericano de Relaciones con Europa, es el candidato de consenso para ocupar la Secretaría General de la organización al término de la asamblea, que será clausurará el domingo por el presidente del gobierno español, José María Aznar.

La apertura de la IDC ya comenzó y lo que se propone su nueva dirección es ampliarla. Un testimonio, aunque no el único, de esa actitud, es la incorporación del Partido Demócrata Cristiano y Musulmán, de Filipinas y de agrupaciones no confesionales, explicó Rupérez.

Entre estos últimos mencionó la afiliación a la Internacional como miembros plenos del Partido Justicialista (peronista) de Argentina, el Partido Conservador de Colombia y el Partido de Acción Nacional de México.

Asimismo, señaló el ingreso como observadores permanentes del Partido Socialdemócrata Brasileño y del Partido del Frente Liberal, también de Brasil.

"Nos planteamos un relanzamiento mundial de nuestra Internacional, en torno de un proyecto político de apertura, de centro y centroderecha, teniendo como referencias el humanismo integral, el respeto a los derechos humanos y la democracia parlamentaria", dijo Yunge a IPS.

Asimismo, el proyecto comprende "la renuncia expresa al uso de la violencia, la que consideramos rechazable en todos los casos y finalidades, por más noble que puedan parecer los objetivos que se invoquen para ejercerla", agregó.

Rupérez subrayó que la IDC reivindica la economía social de mercado, "una economía mixta, que reconoce el valor de la iniciativa privada y la acción subsidiaria del Estado, para que éste cubra lo que el mercado impide o no le interesa cubrir, de manera de lograr un desarrollo económico con equidad social".

Los dos dirigentes destacaron que la IDC tiene una concepción universalista, integracionista y no confesional.

Al ser interrogado Yunge sobre la denominada "ola socialdemócrata", que ha llevado a partidos de esa tendencia al poder en Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, el diputado chileno respondió en dos tiempos.

En primer lugar, dijo, la alternancia en el gobierno es una característica sana de la democracia, que debe ser aceptada y respetada como un desafío para promover una constante superación de los partidos.

En segundo término, también se puede comprobar que en América Latina el proceso es el inverso, con el triunfo de partidos demócrata cristianos y de centro en Costa Rica, Colombia, Ecuador y Brasil. Ese tipo de partidos tambiñen gobiernan en Rumania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Lituania, señaló Yunge.

Rupérez y Yunge tampoco eludieron pronunciarse sobre la acusación de que su Internacional es confesional, extremo que negaron con rotundidad.

El parlamentario español ilustró su afirmación con la historia de este país. En España, "la democracia cristiana nació y se organizó teniendo en contra a los obispos". La democracia cristiana, añadió, es una propuesta laica, no confesional.

Incluso en un tema tan controvertido como el derecho al aborto, la DC "no impone conductas concretas", prosiguió, sino que remite la decisión a la conciencia de cada individuo.

La Internacional y el movimiento que ella orienta, concluyó, consideran que sus principios políticos fundamentales constituyen una orientación suficiente.

Después de esta asamblea general, la IDC se esforzará en potenciar su papel relevante en la agenda mundial en los temas globales, anunció Yunge.

El orden internacional evoluciona dinámicamente, con peligros para la paz, la democracia, los derechos humanos y la equidad social.

La IDC, concluyó, debe aportar su contribución, que cree decisiva, para vencer los desequilibrios emergentes de la globalización, que es un proceso irreversible, pero también gobernable. (FIN/IPS/td/ff/ip/98

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