Los precios del petróleo mantuvieron durante la semana la caída en que están sumergidos este mes, afectados por la sobreoferta y la desaceleración económica, mientras los productores aparecen inermes para taponar la crisis.
El tipo Brent del Mar del Norte cayó en 74 centavos el barril esta semana, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) se depreció 1,16 dólares y la cesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 70 centavos, reportó el Ministerio de Energía de Venezuela en su informe semanal.
Los ministros de los 11 socios de la OPEP sostendrán su conferencia semestral en Viena el día 25, pero de ese cónclave no se esperan medidas para enfrentar la crisis de precios, que los mantiene en su mínimo nivel en 12 años.
Una reunión en Londres esta semana, donde se congregaron autoridades y directivos petroleros de todo el mundo, mostró que la OPEP no está en capacidad de ir más allá de ratificar el corte de suministro de 2,6 millones de barriles diarios (bpd), que mantiene desde julio.
"La única estrategía a mano para la OPEP parece ser la de esperar", analizaron participantes en la conferencia sobre "petróleo y dinero" y admitieron autoridades de países miembros como Irán y de otros independientes como México, quien ha colaborado a alentar el mercado con recortes propios.
La OPEP comprobó que su esfuerzo en limitar el suministro en 10 por ciento de su producción no tuvo impacto positivo y terminó por ser aprovechado por exportadores marginales sin control.
En el caso del crudo Brent su valor es el más bajo desde 1976, mientras que, en general, los precios no han estado tan hundidos para este mes del año durante las crisis de 1986 y 1988.
"Hay que remontarse a épocas previas al primer schok petrolero de 1973 para encontrar en noviembre precios tan bajos", destacó un especialista durante la cita londinense.
Durante el último trimestre del año los precios son alentados por la llegada del invierno al hemisferio norte, donde se concentran los grandes consumidores. Pero en esta ocasión la reacción ha sido la contraria y las cotizaciones no son alentadas pese a las crudas temperaturas observadas.
El mercado de futuros se mantiene igualmente deprimido y no hay expectativa de recuperación sino hasta el segundo trimestre de 1999. La cotización del tipo Brent para diciembre cerró en 11,44 dólares el barril y el WTI en 12,12 dólares.
Este viernes, el Brent se transó en 10,64 dólares y el WTI en 12,58, cuando hace un año se cotizaban en 19,24 y 20,19 dólares respectivamente. La cesta OPEP se situó en 10,68 dólares, frente a los 18,84 dólares de noviembre de 1997.
En el caso venezolano, el cóctel de exportación se vendió a 9,18 dólares el barril, 70 centavos menos que la semana anterior, mientras que hace un año se transaba a 16,35 dólares.
Venezuela ha visto reducir sus ingresos petroleros este año en unos 7.000 millones de dólares, mientras en conjunto los 11 socios de la OPEP soportan una caída de sus ingresos de cerca de 60.000 millones de dólares frente a lo obtenido en 1997.
Fuentes especializadas indican que los inventarios acumulados por los consumidores sobrepasan los 90 días de consumo. A esos inventarios se sumarían unos 300 millones de barriles de reservas estratégicas de Estados Unidos y otros países, cuyo control y monto es imposible de establecer.
Lo único que podría drenar en niveles que tensen la demanda esos enormes inventarios sería que el invierno boreal sea altamente duro, después que el de 1997 fue el más benigno en medio siglo, lo que contribuyó a la depreciación de precios.
La demanda mundial se sitúa en torno a los 74,7 millones de bpd, y la oferta de la OPEP se mantuvo en octubre en 26,85 millones de bpd, de acuerdo a la publicación Middle East Economic Survey.
Se trata de un nivel muy aceptable porque si se excluye la producción de Iraq, que no participa del compromiso de reducción de suministro por su situación especial, muestra un alto acatamiento frente al tope convenido de 26,054 millones de bpd.
La conferencia semestral de Viena se produce un año después de la que se celebró en Yakarta, en que la OPEP tomó la equivocada medida de incrementar la producción colectiva oficial, cuando el mercado ya daba señales inequivocas de depresión por la agudización de la crisis asiática.
Aquella decisión supuso el inicio del derrumbe de los precios, que ya en diciembre de 1997 cayeron más de dos dólares respecto al mes anterior, sin que un repunte notable de precios se espere por parte de los especialistas para antes del 2001 o 2002. (FIN/IPS/eg/ff/if en/98