PERU: Recesión y deflación tocan a la puerta

La inflación negativa de octubre en Perú por segundo mes consecutivo convirtió la sonrisa de éxito de los economistas del gobierno en una mueca de inquietud.

El temor es que la economía peruana esté ingresando a un proceso deflacionario, es decir, a una persistente caída de los precios, la producción y el empleo. Mientras, el gubernamental Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) le reste importancia al asunto

"Lo que tenemos es una manifestación de la estrechez de la economía popular, pues la baja de precios al consumo refleja la caída de la capacidad de compra de la población, cuyas necesidades, como es sabido, siguen lejos de ser cubiertas", dijo el parlamentario opositor Manuel Lajo.

Felix Murillo, jefe del INEI, sostuvo, en cambio, que los dos índices negativos consecutivos no constituyen todavía una tendencia, "pues es cierto que los precios en algunos rubros han bajado, pero hay otros en los que se mantienen leves tendencias al alza", comenta.

Murillo explica que la inflación negativa refleja la recuperación de la oferta en algunos sectores agrícolas afectados por las inundaciones del verano pasado, causadas por el fenómeno de El Niño.

Sin embargo, economistas y empresarios ya discuten la posibilidad de que al gobierno de Alberto Fujimori "se le hubiera pasado la mano" con su programa antiinflacionario y de que sea tiempo de un leve cambio de timón.

El ex ministro de Economía Javier Silva Ruete dio la voz de alarma el lunes, antes de que Murillo anunciara que la inflación de octubre fue de menos 0,33 por ciento, cuando la de septiembre también fue negativa en 0,54 por ciento.

"Podríamos estar frente a una tendencia deflacionaria, generada por la recesión que se está produciendo en una serie de áreas de la economía peruana", dijo Silva Ruete.

"Todos nos alegramos cuando el gobierno de Fujimori revirtió la hiperinflacion que encontró en 1990, pero tal vez la mayoría de la población no sabe que la deflación es un fenomeno peor y mas cruel que la hiperinflación", comentó.

Aunque no se atreve a diagnosticar el inicio de una fase deflacionaria, Leslie Pierce, gerente de uno de los consorcios industriales más importantes del país, vaticinó que el consumo basico mantendrá en los próximos meses una curva decreciente.

"El mercado peruano ha tenido este año uno de los peores desenvolvimientos en mucho tiempo. Por ejemplo, la demanda de alimentos se detuvo en 1995 y 1996 y comenzó a contraerse en 1997 y este año disminuirá entre siete y diez por ciento", dijo Pierce.

Santiago Antúnez de Mayolo, gerente general adjunto de la Telefónica del Perú, informó que entre julio y septiembre se cancelaron 198.000 líneas domiciliarias en Lima, lo cual constituye otro indicio de recesión.

"Hemos constituido una provisión para deudas incobrables de unos 66 millones de dólares y estamos creando programas para recuperar y mantener clientes", informó Antunez de Mayolo.

Entre las iniciativas de la Telefónica para no perder clientes figura la creación del "teléfono popular", servicio con tarifa fija por el que se pagan 20 dólares, con límite de llamadas pero recepción sin límite.

Por su parte, Miguel Palomino, gerente en Perú del Banco de Inversión Merrill Lynch, estimó que en noviembre la variación de precios seguirá próxima a cero por ciento, para retornar al mes siguiente a su índice anterior, una inflación anual menor al 10 por ciento.

"Los empresarios se preocupan porque sus ventas bajarán más. Pero el panorama es mas grave aún desde el punto de vista de la población, pues significa que la gente consumirá y comerá menos", dice el sociologo Alberto Panessi.

"Fujimori encontró una hiperinflación superior a 7.000 por ciento, el caos, aplicó un programa riguroso de ajuste y consiguió revertir la inflación, pero a costa de una contracción del mercado y el crecimiento del desempleo", añade.

Eduardo Calmell, editor del matutino Expreso, sostuvo que la gravedad de la actual situación económica se revela también en el 23 por ciento de caída en las exportaciones, y en la decisión de la banca extranjera de cortar créditos de corto plazo a la banca peruana.

Panessi considera que Fujimori, después de revertir la hiperinflación, debió abandonar la rigidez de su programa económico, "que suprimió todo tipo de apoyo con la teoría de que cada sector debe alcanzar niveles competivos por sus propias ventajas comparativas".

"Ortodoxamente, Fujimori invirtió todos los recursos en infraestructura, especialmente vial, para facilitar el comercio, pero liquidó los instrumentos estatales de crédito a la producción y tampoco invirtió en programas de desarrollo técnico sectorial", añadió.

Panessi consideró que aún es tiempo de hacer un leve viraje de timón y promover el sector agrario, para enfrentar el impacto de la crisis asiática y la reducción del crédito externo.

"Debería iniciar una política decidida de inversión de capitales en el campo, para inducir el desarrollo de pequeños y medianos fundos de agroexportación con tecnología de punta", afirmó.

Panessi destacó que "la agricultura moderna, a diferencia de la industria moderna, es intensiva en empleo, y su crecimiento repercute en una ampliación del mercado interno, resultado que favorece al sector industrial". (FIN/IPS/al/mj/if/98

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