La partidocracia que domina el sistema electoral de Panamá quedó en entredicho con la aparición de un movimiento de independientes que postula al abogado Miguel Antonio Bernal a la alcaldía de la capital para los comicios del 2 de mayo de 1999.
En el referendo constitucional del pasado 30 de agosto se estima que alrededor de 30 por ciento del 60 por ciento de los electores que acudieron a votar eran ciudadanos no afiliados a los partidos políticos constituidos.
Sin embargo, para poder participar en las elecciones como candidato a presidente, vicepresidente, legislador o diputado al Parlamento Centroamericano, los aspirantes deben ser propuestos por un partido político inscripto, según mandato constitucional.
Sólo para los 67 cargos de alcalde, para los 520 representantes de corregimiento (funcionarios civiles con capacidad de imponer penas por faltas) y 19 concejales, la constitución y la ley electoral admite postulaciones independientes.
Las normas establecen una cantidad de trabas y requisitos que constituyen una discriminación política contra los ciudadanos sin partido, según Bernal.
Este abogado, que ejerce una cátedra de Derecho Constitucional en la estatal Universidad de Panamá, comenzó hace alrededor de un mes junto con un grupo de ciudadanos independientes una campaña de recolección de firmas en respaldo a su candidatura para la alcaldía de esta capital.
En ese corto período, sin recursos económicos y sin el respaldo organizativo que poseen los partidos políticos, Bernal logró reunir casi 15.000 firmas de habitantes de la capital.
Sin embargo, el Tribunal Electoral le ha exigido el equivalente a cinco por ciento de las personas habilitadas para emitir el sufragio que residen en el distrito capitalino, tal como se exige a los partidos políticos registrados, lo cual representa unas 25.000 firmas.
Bernal calificó a los magistrados del Tribunal Electoral como "los reyes de la mediocridad, porque lejos de querer una verdadera democracia, apoyan la partidocracia para frenar las candidaturas independientes".
No obstante, dijo que pese a no tener "baúles llenos de dinero como los demás candidatos y no podemos regalar nada a los que nos dan su firma, la gente nos apoya con gusto y en forma desinteresada porque comparten una misma inquietud y desencanto hacia los partidos y los políticos tradicionales".
En los predios de la Universidad de Panamá, la populosa avenida Central y los periféricos barrios populares de Río Abajo y Parque Lefebre, donde reside un gran numero de negros, decenas de personas hacen cola a últimas horas de la tarde para firmar las papeletas "del abogado peleón", es decir combativo.
"No pararemos hasta tener 50.000 firmas para ver si entonces los partidos políticos y el Tribunal Electoral entienden que en Panamá hay deseos de tener un candidato independiente", expresó Enrique Montenegro, uno de los ciudadanos que ayudan a Bernal en su campaña.
El ejemplo de Bernal comienza a ser imitado por otros, como el actual alcalde de la caribeña ciudad de Colón, Alcibíades González, que, descontento por "la poca transparencia" en las elecciones internas de su partido, el gobernante Revolucionario Democrático (PRD), decidió postularse como independiente.
"Pese a que no hay una definición oficial de quien fue el ganador, yo no voy a esperar más y vamos por la libre", afirmó González, luego de cuestionar la inexplicable demora en dar los resultados oficiales de las internas para alcalde de Colón, realizadas el 25 de octubre.
El movimiento iniciado por Bernal y ahora secundado por González es respaldo también por el Movimiento Juventud 2000 de la ciudad de Arraijan, ubicada a 15 kilómetros al oeste de esta capital, que pide una reforma constitucional para dar "participación activa a los sectores independientes".
Luis González, presidente de esa organización no gubernamental, indicó que la reforma constitucional se hace más imperativa "ante las bochornosas acciones y espectáculos que ofrecen los dirigentes de los partidos políticos dentro del escenario nacional".
Gonzalez considera que, "frente a la incapacidad de los partidos políticos para resolver los grandes problemas nacionales", su grupo considera que se deben establecer los mecanismos legales para que pueda participar en los comicios "un verdadero movimiento social independiente y popular".
Mientras, el presidente de la no gubernamental Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, Roberto Einsennman, indicó que las actuales divisiones y disputas dentro de la mayoría de los partidos políticos está produciendo en el electorado "una especie de vergüenza colectiva".
Tras proponer reformas para dar una mayor participación a los candidatos independientes en todos los puestos de elección, Einsennman recordó que "el panameño que ya esta poniendo a prueba esa tesis es Miguel Antonio Bernal", que "se postuló como independiente sin compromisos ni amarres con nadie". (FIN/IPS/sh/mj/ip/98
