La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) decidió recortar sus programas de ayuda y su plantel de empleados en todo el mundo en vista de la constante reducción de sus recursos.
La comisionada, Sadako Ogata, señaló que es importante establecer un equilibrio entre las limitaciones impuestas por fondos decrecientes y las necesidades en aumento.
"Me preocupa que este equilibrio se altere año tras año en favor de los imperativos financieros y no de las necesidades de los refugiados", expresó.
Para fines de este año, ACNUR habrá reducido su personal en unos 1.000 puestos desde 1996, alcanzando un total de 4.400 funcionarios a nivel mundial.
Se espera que la reducción se distribuya en forma pareja entre las operaciones en terreno de ACNUR y su oficina central en Ginebra. Actualmente, más de 80 por ciento del personal del organismo trabaja fuera de Ginebra.
Ogata expresó que dicho cambio podría tener un serio impacto sobre el ánimo y la eficiencia de todo el personal y los socios de la oficina.
En los últimos tres años, ACNUR redujo progresivamente sus requisitos presupuestarios: de 1.400 millones de dólares en 1996 a 1.200 millones de dólares en 1997, y de 995 millones de dólares en 1998 a unos 842 millones de dólares proyectados para 1999.
Incluso luego de los recortes en los gastos del organismo, las contribuciones financieras de los estados miembros no alcanzan a cubrir las necesidades presupuestarias: 970 millones de dólares en 1996, y alrededor de 807 millones de dólares en 1997.
"Como resultado, los presupuestos establecidos en base a las necesidades fueron reajustados en forma repetida para corresponderse con las proyecciones de fondos", se quejó Ogata.
En una conferencia de las Naciones Unidas para recolectar fondos, celebrada a mediados de mes, los estados miembros destinaron sólo alrededor de 121 millones de dólares para 1999, pese a que las necesidades presupuestarias ascendían a unos 842 millones de dólares.
La Unión Europea (UE), Estados Unidos y Japón son tres de los principales contribuyentes de ACNUR.
Ogata también señaló que debido a los recortes presupuestales, ACNUR no puede satisfacer "algunas de las verdaderas necesidades de los refugiados, los repatriados y otras personas desplazadas, y el costo en términos humanos ha sido enorme".
La agencia pasaría a tener un déficit neto de cerca de tres millones de dólares para fines de diciembre, lo cual implicaría comenzar 1999 casi sin capacidad de pre-financiamiento.
ACNUR identificó que existían varios programas especiales que recibían "mucho menos fondos de los necesarios", incluso aquellos relativos a Afganistán y Africa occidental. "Las metas en las regiones clave de los Grandes Lagos (en Africa) y Bosnia- Herzegovina distan mucho de haber sido cumplidas", afirmó Ogata.
En Ruanda, ACNUR debió suspender programas aún sin concluir de construcción de escuelas y viviendas en un país en el que los repatriados constituyen un cuarto de la población.
ACNUR, que depende enteramente de las contribuciones voluntarias de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales e individuos, fue establecida en 1951 para proporcionar protección internacional a los refugiados y encontrar una solución duradera a los problemas de éstos.
Pero en los últimos años también ha proporcionado ayuda de emergencia -alimentos, refugios y asistencia médica- a los refugiados y personas desplazadas en países con problemas políticos.
El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Didier Opertti, de Uruguay, expresó a los delegados la semana pasada que la complejidad y magnitud del actual problema de los refugiados hizo que la solución del mismo excediera la capacidad de respuesta de una sola nación u organización.
La responsabilidad colectiva de la comunidad internacional debe reflejarse en la cooperación, colaboración y trabajo en conjunto, dijo, y agregó que la comunidad internacional cuenta con los principios, los instrumentos legales y la capacidad operativa para manejar las preocupaciones de ACNUR.
"Lo que se necesita ahora es obtener el apoyo financiero adecuado", agregó.
Refiriéndose a las operaciones de ayuda en general, el embajador de India, Kamalesh Sharma, expresó que aunque aumentaron las necesidades de ayuda humanitaria, la respuesta internacional no ha sido proporcional ni adecuada. Algunos programas poseen fondos por debajo del 10 por ciento de los requisitos generales, afirmó.
Además de la ayuda de ACNUR, organismos tales como Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), el Programa Mundial de Alimentos y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo también realizan llamados de ayuda para los países necesitados. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/mv-ml/pr/98