Aunque en los 186 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se hablan unas 3.000 lenguas, una sola, el inglés, impera en el foro mundial, lamentaron los participantes de un debate sobre plurilingüismo en las instituciones internacionales.
Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que establecen el inglés y el francés como idiomas de trabajo de la secretaría de la organización, no se cumplen, se afirmó durante un seminario realizado esta semana en Ginebra.
El ambiente cultural y "cierta dejadez lingüística han favorecido una tendencia a expresarse primero en inglés", observó Boutros Boutros-Ghali, secretario general de la Organización Internacional de la Francofonía, que convocó la conferencia.
Boutros-Ghali, ex secretario general de la ONU, aclaró que la defensa del plurilingüismo frente a la creciente influencia del unilingüismo, excluye la idea de "celos corporativos o de nostalgia de poder".
Un documento presentado por la entidad organizadora bajo el lema "Invertir en la diversidad" explicó que el plurilingüismo no se reduce a la defensa del francés, sino que interesa a toda la comunidad francófona.
La francofonía agrupa a 52 estados con una población de 550 millones de habitantes, de los cuales sólo 180 millones hablan francés.
La situación del francés como lengua internacional no siempre es satisfactoria, mientras que las perspectivas del plurilingüismo se presentan imprecisas y frágiles, evaluó el documento.
La organización de la lengua francesa estimó que el problema del plurilingüismo se reduce a los seis idiomas oficiales de la ONU: árabe, chino, español, francés, inglés y ruso.
El tema principal se refiere a las relaciones entre esas lenguas y al cuestionamiento de la situación privilegiada que beneficia a algunas de las seis cuando son empleadas como idioma de trabajo, en la mayoría de los casos el inglés y el francés, pero a veces también el español.
Muy raras veces, admitió, se usan en la ONU el árabe, el chino o el ruso como lenguas de trabajo.
La cuestión es eminentemente política y en extremo compleja. No se puede plantear en términos técnicos diferentes a las bases sentadas anteriormente por los niveles internacionales en el marco de la ONU, dijo el estudio.
El administrador de la Organización Internacional de la Francofonía, Roger Dehaybe, definió al plurilingüismo como "una causa internacional, profundamente humanista".
El combate por la defensa del plurilingüismo es de naturaleza ética, dijo, y reviste un carácter estratégico en relación con los superpotentes medios de comunicación de la actualidad.
El secretario general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rubens Ricupero, compartió la inquietud por la suerte de las comunicaciones y vaticinó que el comercio electrónico será dominado por un solo idioma, el inglés.
Ricupero se preguntó si la globalización de las telecomunicaciones y de la industria audiovisual "no va a imponer una uniformidad cultural".
El jefe de la UNCTAD reclamó la creación de espacios para otras lenguas en las comunicaciones electrónicas.
Thérèse Gastaut, directora del Servición de Información de la Oficina de la ONU en Ginebra, lamentó que el multilingüismo no figure entre las "causas" de la comunidad al mismo nivel que la promoción de la igualdad de la mujer, la protección de las minorías o la lucha contra la intolerancia religiosa.
La situación del plurilingüismo en la ONU de Ginebra "no es ideal, pero si aceptable", observó Gastaut. Con respecto a otras sedes de la ONU en el mundo, Ginebra constituye "lamentablemente una excepción", opinó.
Durante el seminario se lanzaron propuestas de promoción del plurilingüismo en conjunto con otros grupos culturales como la Comunidad Británica, la Liga Arabe, la Comunidad de países lusohablantes y la de estados iberoamericanos.
Francois-Xavier Ngoubeyou, jefe de la misión de Camerún ante la ONU de Ginebra, recordó que en varias ocasiones, el grupo de diplomáticos francófonos ejerció el principio de la solidaridad lingüística para defender sus posiciones.
Otras veces, en conferencias internacionales, los representantes francófonos convinieron con sus colegas árabes e hispanohablantes en la suspensión de las sesiones hasta que se distribuyeran documentos en todos los idiomas.
La solidaridad trascendió el idioma y consolidó "nuestra alianza con los latinoamericanos para elecciones decisivas en organismos de la ONU", señaló Ngoubeyou.
Boutros-Ghali coincidió en que "este combate no es monopolio de la francofonía". Pertenece a todas las grandes comunidades linguísticas sin excepción, sean de idioma portugués, español, árabe, ruso o de comunidades asiáticas, "pero también a los anglohablantes".
Pero el ex secretario de la ONU advirtió que "el móvil del plurilingüismo no debe plantearse en términos de una rivalidad exacerbada, sino de una complementariedad unificadora". (FIN/IPS/pc/ff/cr/98