MEXICO: Nuevos ajustes y sacrificios contra problemas financieros

México amaneció hoy con un aumento en los precios de los combustibles y anuncios de mayores impuestos, en coincidencia con la partida del presidente de Francia, Jacques Chirac, quien alabó al gobierno por su forma de enfrentar la crisis y exhortó a compensar los ajustes con programas sociales.

El secretario (ministro) de Hacienda, José Gurría, presentó en la tarde del viernes a la Cámara de Diputados el proyecto de presupuesto fiscal para 1999, donde se plantean nuevos ajustes.

Además, dispuso una elevación inmediata de 15 por ciento en los combustibles y un alza progresiva desde diciembre de uno por ciento mensual en esos productos.

El gobierno pidió también a los diputados incluir en 1999 un impuesto de 15 por ciento adicional al costo del servicio telefónico, permitir que los gobiernos de los 32 estados del país aumenten si desean el impuesto al consumo en dos puntos y elevar en 40 por ciento la carga tributaria a los sectores más ricos.

Los mexicanos enfrentan una vez más pedidos de sacrificio para poder mantener "sanas" las finanzas públicas, no perder la confianza de los inversionistas y organismos internacionales y seguir la "dinámica de éxito", que según el mandatario francés, caracteriza al México de hoy.

"En el entorno internacional perturbado México supo evitar la tormenta gracias a que goza de la confianza de la comunidad internacional", y tomó medidas oportunas, dijo ante autoridades y empresarios Chirac, quien visitó este país entre el miércoles y este sábado.

En tono de consejo agregó: "el éxito de las reformas económicas imprescindibles sólo lo lograremos si contamos con la adhesión de la población y, por tanto, aplicando medidas de apoyo social importantes".

Durante el presente año, el gobierno del presidente Ernesto Zedillo recortó en tres ocasiones el presupuesto fiscal. En cada caso ordenó ahorros drásticos en varios sectores del Estado y, según la oposición, sacrificó también inversiones importantes en área social.

La caída en los precios internacionales del crudo, con cuyas ventas México financia 40 por ciento de su presupuesto, y los problemas de inestabilidad financiera que golpean al mundo llevaron al gobierno a restringir sus gastos para evitar que se dispare el déficit fiscal previsto, del rango de 1,25 por ciento.

En la Cámara de Diputados, donde los partidos de oposición son mayoría, el proyecto de presupuesto para 1999, que asciende a unos 100.000 millones de dólares, y el anuncio del aumento en los precios de los combustibles fueron recibidos con críticas.

Se trata de un nuevo golpe a la población. "Al gobierno sólo le importa la macroeconomía", fue una de las frases escuchadas.

Los observadores prevén que las negociaciones para aprobar el presupuesto de 1999, tarea que por ley recae en la Cámara, serán complicadas e incluso generarán divisiones en el gobernante Partido Revolucionario Institucional, que ya piensa en el costo político de un nuevo ajuste económico de cara a las elecciones presidenciales del 2000.

Antes de que acabe el año, el presupuesto debe estar listo. El gobierno de Zedillo pide a los diputados actuar con "responsabilidad" frente a los problemas financieros que aquejan al mundo y aceptar sus propuestas para que el país crezca a pesar de las turbulencias externas.

Las estrategias de ajuste del gobierno de Zedillo, que producirían un crecimiento económico de tres por ciento en 1999 (un punto menos que en el 98), cuentan con el respaldo de los organismos financieros internacionales y países ricos como Francia y Estados Unidos, cuyos gobiernos apoyan abiertamente las medidas de ajuste aplicadas en México.

En su visita al país latinoamericano, el presidente francés alabó a México por su fortaleza económica y al gobierno de Zedillo por no sumarse a las voces que ante la crisis demandan ahora "un nuevo proteccionismo financiero en el que todos saldrían perdiendo".

Chirac ofreció ayudar a México promoviendo inversiones y alentando las negociaciones comerciales del país latinoamericano con la Unión Europea (UE).

México y la UE mantienen actualmente negociaciones dirigidas a liberalizar su comercio, luego que concertaron un tratado global de cooperación.

El objetivo de las partes, que en 1997 lograron un intercambio comercial de 13.904 millones de dólares con un saldo deficitario para México de 5.929 millones, es que el acuerdo de libre comercio opere como máximo a partir del 2001.

El camino no se prevé fácil, pues los aranceles deberán negociarse directamente con la Comisión Europea, mientras otros puntos, como el régimen de propiedad intelectual, tendrán que abordarse quizá a través de un intermediario con cada uno de los 15 miembros de la UE.

Los socios de la UE representan actualmente para México alrededor de seis por ciento de su comercio global y 18 por ciento de las inversiones foráneas.

Según el gobierno de Zedillo, un acuerdo comercial con Europa podría actuar como vacuna para enfrentar los problemas de inestabilidad financiera que aquejan al mundo y que hoy nuevamente lo obligan a ajustar su presupuesto y pedir sacrificios. (FIN/IPS/dc/ml/if/98

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