La guerrilla zapatista, que hoy cumplió 15 años, presentó un sorpresivo mea culpa por sus actitudes intolerantes y se declaró lista para reactivar, luego de más de dos años, el diálogo con grupos sociales y las negociaciones de paz con el Estado.
A propósito de la fecha, el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos, concedió en las selvas del estado de Chiapas una entrevista al diario La Jornada, la primera exclusiva que otorga a un medio de comunicación en los dos últimos años.
Marcos sostuvo que aún hay espacio para el diálogo y admitió equivocaciones del pasado, en especial juicios errados hacia ciertas fuerzas políticas. La Jornada es considerado prozapatista por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Delegados del EZLN, grupo que se levantó en armas en enero de 1994, se reunirán de viernes a domingo en la ciudad de San Cristóbal, estado de Chiapas, con la Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso legislativo (Cocopa) y un grupo de organizaciones sociales opositoras.
"Pensamos que todavía es posible abrir ese espacio al diálogo, del va y el viene de la palabra, de ir construyendo acuerdos, propuestas políticas. Si no (fuera así) estaríamos echando tiros", declaró Marcos.
Antes de la cita, Marcos admitió que en el pasado hizo caracterizaciones "apresuradas" de algunas fuerzas y actores políticos, entre los cuales mencionó a "sectores" del PRI "que parecieran sensibles no sólo a la causa indígena sino también a la lucha por la democracia".
"En la declaración política uno tiende a ser muy reduccionista, no matiza, no distingue, no reconoce niveles, y es muy sencillo reconocer un ejemplo y decir todos son así", expresó.
La dirigencia del grupo, cuyo atípico perfil despertó simpatías en varias partes del mundo, afirma que el EZLN se creó el 17 de noviembre de 1983. Algunos historiadores discrepan con esa fecha, pero la mayoría coincide en reconocer que fue por ese tiempo cuando los líderes empezaron a reclutar indígenas.
Marcos, a quien el gobierno identifica como Rafael Guillén (mexicano de 41 años con estudios de filosofía y supuesta preparación militar en Nicaragua y Cuba), señaló que en 15 años lo principal que aprendió el grupo es a escuchar a los indígenas, que hoy representan 99 por ciento de la guerrilla.
Tras haber declarado una guerra que se redujo a unas pocas escaramuzas en los 12 primeros días de 1994, el EZLN se refugió en la selva, desde donde se transformó en una voz crítica del sistema político y en motor de movilización social en México y el extranjero.
Amparado en una ley de amnistía, entre 1994 y 1996 mantuvo diálogos esporádicos con el gobierno, que se suspendieron por discrepancias sobre el contenido de una ley sobre derechos indígenas y acusaciones contra las autoridades por la presencia militar en Chiapas y su presunto apoyo a grupos paramilitares.
A iniciativa del EZLN, cuya presencia pública decayó notablemente los últimos meses, la Cocopa y más de una veintena de organizaciones sociales se reunirán el fin de semana en forma separada con el grupo, bajo el apoyo y las garantías de la Cruz Roja.
En la primera reunión, a la que el gobierno afirma apoyar y garantizar plenamente, los diputados intentarán definir un camino para reactivar el diálogo de paz. En el segundo, la guerrilla procurará reagrupar a sus simpatizantes.
Aún hay espacios para construir vías de desarrollo y de "transición democrática" procedentes de la "sociedad civil" y diferentes a las que mantiene el gobierno, a las que se debe encauzar, señaló Marcos.
El proceso de cambio "no vendrá con el gobierno ni del gobierno que ya tomó su decisión: mantener el modelo económico sin importar el costo político", sentenció.
Desde que acalló sus armas, el EZLN apostó por construir un frente social opositor, que más allá de los partidos políticos empuje transformaciones sociales. Hasta el momento, ese movimiento no logró una presencia importante, aunque sí demostró tener capacidad de protesta.
El ojetivo de la guerrilla es lograr "abrir un espacio de insurgencia social, civil, pacífica, que pueda producir dos países: el de la clase política, el que se ve en el Congreso, en los partidos, en los palacios de gobierno, y el que realmente actúa en la sociedad", dijo Marcos.
En la entrevista con Jornada, el líder del grupo que en 1994 habló de lucha por el socialismo y toma del poder, para luego abandonar esos términos y señalar que busca justicia con dignidad y que no aspira a ejercer el poder.
El subcomandante Marcos dijo tener esperanza de que la inconformidad social se transforme en rebeldía.
"Un rebelde tiende a abrirse hacia los lados, busca a otros, y ahí es donde el EZLN se va a encontrar con otros grupos sociales", declaró. (FIN/IPS/dc/mj/ip/98