El gobierno de México resiste el coro de críticas que despertó su proyecto de presupuesto para 1999, en el que por enésima vez recurre a cortes de gastos sociales e insiste, con resultados en la mano, en que su receta es la correcta.
Las autoridades advirtieron este jueves, al cumplirse el cuarto día de análisis del plan presupuestal en la Cámara de Diputados, que los ajustes y nuevos sacrificios son necesarios para evitar que la economía sufra desequilibrios y caiga en crisis,
Un aumento de 15 por ciento a los combustibles vigente desde esta semana y propuestas para eliminar los pocos subisdios que quedan, crear más impuestos en varios frentes y recortar gastos en programas sociales son parte del plan del gobernamental para 1999, que la Cámara debería aprobar antes de fin de año.
Arrinconado por críticas procedentes de todos los sectores sociales y políticos, el gobierno recibió un respiro las últimas horas gracias a un informe del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La economía mexicana desafió la inestabilidad financiera internacional y creció cinco por ciento en el tercer trimestre del año, nivel que superó los pronósticos más optimistas.
En los primeros nueve meses el repunte promedió 5,3 por ciento y se espera que al finalizar 1998 supere 4,5 por ciento, una de las tasas más importantes en el mundo, indicó el INEGI.
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por Diego Cevallos
MEXICO, 19 nov (IPS) El gobierno de México resiste el coro de críticas que despertó su proyecto de presupuesto para 1999, en el que por enésima vez recurre a cortes de gastos sociales e insiste, con resultados en la mano, en que su receta es la correcta.
Las autoridades advirtieron este jueves, al cumplirse el cuarto día de análisis del plan presupuestal en la Cámara de Diputados, que los ajustes y nuevos sacrificios son necesarios para evitar que la economía sufra desequilibrios y caiga en crisis,
Un aumento de 15 por ciento a los combustibles vigente desde esta semana y propuestas para eliminar los pocos subisdios que quedan, crear más impuestos en varios frentes y recortar gastos en programas sociales son parte del plan del gobernamental para 1999, que la Cámara debería aprobar antes de fin de año.
Arrinconado por críticas procedentes de todos los sectores sociales y políticos, el gobierno recibió un respiro las últimas horas gracias a un informe del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La economía mexicana desafió la inestabilidad financiera internacional y creció cinco por ciento en el tercer trimestre del año, nivel que superó los pronósticos más optimistas.
En los primeros nueve meses el repunte promedió 5,3 por ciento y se espera que al finalizar 1998 supere 4,5 por ciento, una de las tasas más importantes en el mundo, indicó el INEGI.
Si el crecimiento anual resulta el previsto, entre 1996 y 1998 el gobierno habrá logrado que la economía repunte a una tasa promedio anual de 5,6 por ciento, luego de la caída productiva de 6,2 por ciento en 1995, cuando golpeó a México la peor crisis de los últimos 30 años.
El subsecretario de Hacienda, Tomás Ruiz, dijo a los diputados este plan es a largo plazo la única forma de superar los rezagos sociales, pues los resultados están a la vista, según dijo.
El gobierno de Ernesto Zedillo aplicó este año tres recortes a las finanzas del Estado, ante la caída de los precios internacionales del crudo, producto que financia 40 por ciento del presupuesto fiscal. Así, evitó que el déficit se salga del 1,5 por ciento previsto.
Como pocas veces, empresarios, diputados y organizaciones sociales de todo tipo se unieron para rechazar los ajustes propuestos para 1999, pues consideran que crearán un período de recesión y mayor pobreza.
Pero el gobierno de Zedillo insiste en que su plan, de 100.000 millones de dólares, es el único que permitirá al país resistir la caída de los precios del petróleo y la inestabilidad que, según los pronósticos, afectará a los mercados financieros internacionales.
La aprobación del presupuesto se prevé difícil, pues en la Cámara de Diputados, dominada por la oposición, ningún partido lo respalda plenamente hasta el momento.
"El gobierno sigue optando por las macrofinanzas y no por la gente", dijo el diputado Carlos Arce, del centroderechista Partido Acción Nacional.
Con un crecimiento de cinco por ciento anual, México tardará 20 años en revertir parte de la pobreza que afecta a más de la mitad de los 96 millones de habitantes y 25 en equiparar los salarios de los trabajadores del país con los del vecino Estados Unidos, coinciden varios estudios y analistas.
El cardenal Juan Sandoval llamó a los fieles católicos a protestar por los incrementos de precios que contempla el gobierno. "Que no permanezcan pasivos, que por las vías legales manifiesten su inconformidad y exijan a los diputados que no aprueben esos aumentos", dijo.
Las organizaciones sindicales independientes y oficialistas se sumaron al rechazo del nuevo ajuste y exigieron un aumento salarial de más de 30 por ciento.
Según un estudio de la Universidad Obrera, los ingresos de los obreros mexicanos son mil por ciento menores en relación a los de Estados Unidos y 73,4 por ciento más bajos que hace 10 años.
Para superar los rezagos, el gobierno de Zedillo pide paciencia, tolerancia y sacrificios, igual que sus antecesores en los últimos 20 años.
Zedillo promete que México, hoy la 14 economía más grande del mundo, llegará al nuevo siglo con un equilibrio financiero sostenido si diputados, empresarios y sociedad en general lo acompaña en sus estrategias económicas. (FIN/IPS/dc/mj/if/98
