Autoridades de México pidieron a la población asentada en las cercanías del volcán Popocatépetl, de intensa actividad en los últimos cuatro días, estar alerta ante una posible orden de evacuación, pero informes de la zona señalan que no hay condiciones para realizar un desalojo de emergencia.
La evacuación de los 400.000 habitantes de las 435 comunidades cercana al volcán, de 4.452 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la capital, sería lenta y caótica, pues los caminos están en malas condiciones, no hay transporte suficiente y falta información a los pobladores.
"La situación es ya de alerta, aunque aún no de alarma", dijo este sábado Ramón Peña, director del Plan Operativo del Popocatéptl.
El Popocatépetl, nombre indígena que significa montaña que humea, lanza desde el miércoles fuertes emanaciones de gas y material incandescente y causa temblores de tierra.
El servicio de Protección Civil prohibió como medida de prevención acercarse a menos de siete kilómetros del volcán, y exhortó a las autoridades de los estados de Puebla, Morelos y México, que rodean a "Don Goyo", como llaman los pobladores al Popocatéptl, a revisar sus planes de desalojo.
La actividad del volcán fue tan intensa el viernes que varios poblados quedaron cubiertos en parte por las cenizas que lanza.
La seguridad de los habitantes de la zona, en su mayoría campesinos, no está todavía garantizada, pese a que desde hace cuatro años se implementa un amplio programa de monitoreo y planes de emergencia en las cercanías del volcán,
De entrevistas realizadas surge que los campesinos del lugar no conocen los planes de emergencia y que están inquietos por lo que pueda suceder.
"Por favor, que el gobierno nos diga qué debemos hacer y que nos ayude, pues la explosiones (del volcán) ya son fuertes", expresó a la televisión local Maruja Márquez, habitante de San Pedro Nexapa, a 16 kilómetros del Popocatéptl.
En los últimos días se registraron 100 exhalaciones importantes y fumarolas que alcanzaron hasta cinco kilómetros de altura, informaron las autoridades.
Rocas incandescentes cayeron en un radio de dos kilómetros alrededor del cráter, pero no provocaron incendios gracias a que paralelamente ha llovido, indicó el director de Protección Civil, Anselmo Sotelo.
De momento no parece haber peligro inminente de una violenta erupción, pero se mantiene el alerta amarillo y están listos unos 1.100 refugios para quienes sean evacuados, aseguraron portavoces de Protección Civil.
El aumento de la actividad del Popocatéptl se registró 10 días después de que hiciera erupción el volcán de Colima, en las costas del océano Pacífico y al oeste de la capital, por lo que fue necesario desalojar a unas 2.000 personas.
El Popocatéptl cubrió de cenizas varios centros poblados, y el de Colima expulsó una masa de lava que se extiende ya por unos 550 metros de longitud y 200 de ancho.
Los vulcanólogos advierten que es imposible vaticinar una erupción, pero afirman que, con la información que se obtiene de los monitores intalados, se puede ordenar el desalojo de las comunidades en riesgo 48 o 24 horas antes del episodio.
México es considerado un país de múltiples riesgos de origen natural. Sesenta por ciento de su territorio es afectado anualmente por huracanes, 14 volcanes están en actividad y 3.000 sismos de diversa intensidad se registran cada año. (FIN/IPS/dc/ff/en/98