MALASIA: Gobierno estudia flexibilizar controles monetarios

El gobierno de Malasia podría flexibilizar los controles monetarios impuestos en septiembre, en momentos en que la economía empezó a dar señales positivas.

El gobierno destacó el superávit de cuenta corriente de este año y el próximo frente a un déficit de 3.700 millones en 1997, gracias a los controles monetarios adoptados. El superávit de cuenta corriente este año es de 5.300 millones de dólares.

Además, anticipó que la recesión terminará este año y la economía crecerá uno por ciento en 1999, comparado con una contracción de cinco por ciento al cabo de 1998.

El optimismo oficial se mantiene aunque el ringgit, la moneda nacional, cayó 40 por ciento frente al dólar y la bolsa de valores de Kuala Lumpur perdió dos tercios de su capitalización de mercado desde junio de 1997.

El primer ministro Mahathir Mohamad dijo que las normas de control de cambio impuestas para contener a los especuladores monetarios están funcionando.

"Estas medidas están dando algunos resultados positivos y comenzamos a ver señales de recuperación económica", afirmó.

Pero en el pasado los pronósticos oficiales de crecimiento fueron notoriamente erróneos, y algunos analistas creen que un ringgit más débil hubiera producido un superávit de cuenta corriente aun sin las medidas de control de cambio.

Su argumento es que un tipo de cambio más débil igual se habría traducido en más cantidad de ringgits al convertirse a esa moneda los dólares procedentes de las exportaciones.

Las importaciones se habrían reducido drásticamente de todas formas, ya que los precios de esos bienes aumentarían notablemente al convertirlos a un ringgit más débil, sostuvieron.

Los controles sobre el ringgit fueron impuestos el 1 de septiembre, el día previo al cese del viceprimer ministro Anwar Ibrahim, a cargo de la política económica. Algunos críticos atribuyeron la destitución a la intención de evitar una corrida de la moneda en anticipación de las protestas internacionales.

Mahatir insistió en que los controles frenaron a los especuladores listos a sembrar el caos monetario en el país, aunque hay quienes cuestionaron la medida por alejarse de la economía de libre mercado.

"El principal efecto de la restricción sobre movimientos de moneda es evitar que el ringgit sea comercializado por especuladores monetarios. Para ellos, la moneda malasia tiene cero valor porque para comercializarla tendrán que conseguirla fuera del país", dijo Mahatir en una reunión en Tokio.

Los controles impuestos por el gobiero prohiben introducir grandes montos en ringgits en Malasia, lo cual hace que la moneda no tenga valor en el exterior.

También prohiben que los administradores extranjeros de fondos de inversión saquen de Malasia el producto de la venta de acciones durante un año.

Analistas dijeron que el gobierno deberá revisar pronto algunas de las medidas, a fin de atraer al país a los inversores extranjeros.

Algunos estimaron que los controles serán levantados en pocos meses. Ciertos administradores de fondos de inversión sugirieron reemplazar el bloqueo de un año -que ha ahuyentado a los inversores internacionales- por algún tipo de impuesto a las ganancias de capital.

El gabinete estaría considerando una medida de tal tipo.

"Un amplio grupo de grandes accionistas, banqueros y gestores de inversiones presionarán para asegurar que el país no quede rezagado en la competencia regional", opinó un analista financiero en Kuala Lumpur.

Malasia podría enmendar el bloqueo de un año permitiendo contratos a término en ringgits directamente con el Banco Negara (Banco Central), mientras mantiene el resto de los controles intactos, sugirió.

"De esa manera, igual podrá lograrse el objetivo principal de desalentar el mercado del ringgit en el exterior para que el valor de la moneda no sea determinado por la especulación monetaria mientras se reflota la economía", dijo el analista.

Advirtió además sobre el peligro de que los controles puedan convertirse en permanentes, como ocurrió en otros países.

Otros expertos creen que levantar los controles permitiría el ingreso de enormes sumas del exterior, lo cual perjudicaría al banco central.

La línea oficial es que los controles seguirán en pie hasta que exista estabilidad y mayor regulación en los mercados internacionales de monedas, lo cual puede demorar en llegar.

Sin embargo, funcionarios del gobierno dijeron que existe disposición a realizar algunos ajustes basados sobre las sugerencias recibidas, pero no quieren hacerlo demasiado rápido porque eso daría impresión de inestabilidad en las reglas.

Así mismo, se mencionó una posible revisión del congelamiento del tipo de cambio del ringgit en relación con el dólar, actualmente fijado en 3,80, dadas las tendencias del mercado monetario.

El dólar se debilitó en las últimas semanas frente a otras divisas, y las reservas internacionales de Malasia cayeron 2.000 millones de dólares desde septiembre.

El gobierno espera que la estabilidad cambiaria atraiga nuevas inversiones extranjeras en momentos en que la volatilidad monetaria hace difícil a los inversores planificar a largo plazo, y afirmó que los controles no afectarán a las inversiones extranjeras directas, permitiendo la repatriación de fondos.

A pesar de estos beneficios, expertos dijeron que si los controles siguen durante mucho tiempo, la burocracia necesaria para asegurar su cumplimiento puede dar lugar a corrupción.

"Si crece la corrupción, las inversiones de carteras y las directas pueden ser ahuyentadas de Malasia", dijo el economista Subramanian Pillay.

A diferencia de la enorme economía de China, donde controles de ese tipo no desalentaron a los inversores, "la economía malasia no es lo suficientemente grande para convencerles de que el riesgo vale la pena", sostuvo. (FIN/IPS/tra-en/an/di/mj/if/98

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