El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, es el anfitrión de la cumbre del foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), pero los líderes extranjeros parecen preferir a Wan Azizah Wan Ismail, esposa del destituido y encarcelado viceprimer ministro Anwar Ibrahim.
La cumbre de dos días que comenzó este martes en Kuala Lumpur era aguardada como un momento culminante para Mahathir, que gobierna Malasia desde hace 17 años.
En cambio, la estrella es Azizah, la esposa de Anwar, el líder simbólico del movimiento en ciernes Reformasi (reformas). Varios gobernantes extranjeros hacen fila para mantener una conversación informal, al margen de la conferencia, con esa nueva activista política.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, se encontró con Azizah el domingo para discutir sobre la detención de Anwar. También se reunieron con ella los ministros canadienses Lloyd Axworthy, de Asuntos Exteriores, y Sergio Marchi, de Comercio.
El presidente de Filipinas, Joseph Estrada, que ha expresado públicamente su apoyo a Anwar, conversará con Azizah durante la semana, según se cree.
Anwar, depuesto por Mahathir en septiembre, permanece detenido desde el 20 de septiembre, acusado de corrupción y sodomía. Su destitución y arresto mellaron la estatura internacional de Mahathir, y causaron movilizaciones de protesta y disturbios en la capital.
En las audiencias previas al juicio, con un ojo amoratado producto de golpes recibidos durante su detención, Anwar rechazó toda acusación e insistió en que es víctima de una conspiración política.
Anwar "es un líder respetable y quiero garantías de un juicio justo. Esa ha sido siempre la política de Estados Unidos", dijo Albright, según la prensa de Malasia.
Los periódicos también citaron a un alto funcionario del Departamento de Estado, quien señaló que Azizah "busca garantías para sí misma y para su marido, y que este caso esté vivo en la opinión mundial".
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, que canceló su viaje a Kuala Lumpur para controlar mejor el desarrollo de los sucesos de Iraq, anunció que no realizará la protocolar llamada telefónica al anfitrión de la conferencia de APEC, para expresar su disgusto ante la detención de Anwar.
Azizah se ha incorporado a una lista de mujeres del sudeste de Asia que desde los años 80 han irrumpido en el escenario político para ponerse al frente de la resistencia a regímenes autoritarios.
Corazón Aquino encabezó en Filipinas una movilización de masas para derribar en 1986 al dictador Ferdinand Marcos y llegar a la presidencia.
La ganadora del premio Nobel de la Paz de 1991, Aung San Suu Kyi, se enfrenta a la junta militar de Birmania, y Megawati Sukarno simboliza en Indonesia la oposición al viejo orden creado por la dictadura de Alí Suharto, que sobrevivió a la renuncia de éste.
Esas tres mujeres tomaron la iniciativa en períodos oscuros de la historia de sus países, para encarnar las aspiraciones democráticas de los ciudadanos.
Si bien Megawati y Suu Kyi son hijas de líderes famosos por su nacionalismo, el esposo de Azizah -al igual que el de Aquino, Benigno, asesinado por el régimen de Marcos- fue un duro crítico de la dictadura filipina.
Azizah ganó notoriedad poco después de la destitución de Anwar. Cuando la policía irrumpió en su hogar y se llevó a Anwar a rastras, Azizah se convirtió en la inspiradora del movimiento en ciernes Reformasi.
"Puedo entender muy bien sus dificultades actuales, y quiero que sepa que realmente la admiro por su valentía y su fuerza", dijo Aquino en una carta a Azizah el mes pasado. "Espero que siga inspirando a su pueblo, para que cada vez más personas se unan a las reformas políticas y económicas que piden ustedes".
Lo más interesante del ascenso de Azizah es que sucede en un país en el que los musulmanes -algunos conservadores- constituyen más de la mitad de su población, de 22 millones. Más aún, Malasia ha sido largamente dominada por líderes hombres, siguiendo un modelo de liderazgo feudal del siglo XV.
Las mujeres están usualmente en la trastienda de la política de Malasia, excepto las de la Organización Nacional de Malasios Unidos (UNMO), que se moviliza durante las elecciones generales para conseguir votos femeninos.
La ministra más antigua es la de Comercio Internacional, Rafidah Aziz, ex cabeza del ala de mujeres de la UNMO. Aparte de ella, pocas mujeres ocupan posiciones importantes en el gabinete de Mahathir.
El papel de Azizah en el timón del movimiento Reformasi es entonces una novedad, pero persiste la duda de si será aceptada por los malasios.
El sociólogo y activista Maznah Mohamad cree que la oftalmóloga formada en Dublín tiene la imagen justa para ganar la aprobación de los malasios: "Es islámica, mentalmente amplia, correcta, profesional y ordenada. Será capaz de ganar un amplio consenso." (FIN/IPS/tra-en/cb-ff-ml/ip-hd/98