La Corte de Apelaciones de Roma otorgó hoy la libertad vigilada al líder de las fuerzas independentistas kurdas de Turquía, Abdullah Ocalan, que permanecía arrestado desde el 12 de este mes.
Ocalan, jefe del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK), deberá permanecer en Roma, indicar a la policía su lugar de residencia y comunicar sus desplazamientos en la capital de Italia.
La Corte debía decidir si Ocalan, quien estaba en una clínica en las afueras de Roma y se trasladará ahora a un lugar que por razones de seguridad no ha sido dado a conocer, debía continuar bajo arresto o si le concedía la libertad vigilada.
El jefe de la rebelión kurda en Turquía había sido detenido en base a dos mandatos internacionales emitidos por Turquía y Alemania. La decisión de la Corte de Apelaciones se refiere únicamente a la petición de Alemania.
Según la Constitución italiana, no es posible la extradición hacia Turquía porque se encuentra aún vigente en ese país la pena de muerte.
La decisión de la Corte fue celebrada por unos 5.000 kurdos, provenientes de toda Europa, Estados Unidos y Australia, que desde la semana pasada se encuentran instalados en una plaza de Roma en apoyo a su líder y para rechazar la extradición solicitada por Turquía, que lo acusa de terrorista.
En un mensaje leído en esa plaza, ubicada a un costado del Coliseo, el líder kurdo agradeció el apoyo y les pidió que vuelvan a sus casas, "donde podrán continuar la lucha por la causa kurda, en el respeto de la legalidad y de las normas democráticas".
Si Turquía acepta "el camino de la solución política" del problema kurdo, el ala militar del PKK depondrá las armas, señaló un comunicado del Ejército de Liberación del Kurdistán, enviado al gobierno turco.
En los próximos días, una comisión especial italiana decidirá sobre la petición de asilo solicitada por Ocalan. Esta solución, o su expulsión, son las más probables después que Alemania renunció a pedir la extradición del líder kurdo.
La oposición de derecha al gobierno de centroizquierda italiano pidió la expulsión de Ocalán, quien según medios de prensa, podría ser expulsado hacia Libia o Armenia, aunque la mayoría de los partidos de la coalición de gobierno se han pronunciado en favor del asilo político.
El Prefecto para las Iglesias Orientales del Vaticano, cardenal Achille Silvestrini, sostuvo que "se debe reconocer, a quien lucha por sus ideas políticas, el derecho al asilo" y declaró a una radio local que la Iglesia Católica "mira con simpatía" las aspiraciones de las poblaciones kurdas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía "conminó a Italia a cumplir sus responsabilidades en el marco de la lucha contra el terrorismo".
Manifestó que la decisión de la Corte de Apelaciones de Roma se produjo por "inspiración" del gobierno italiano, y agregó que "transformar a Italia en una base del terrorismo, es perjudicial a los propios intereses del pueblo italiano".
En Ankara continúan las manifestaciones contra Italia, en las que se quemaron banderas del país europeo.
Este clima hostil reinante en Turquía contra Italia podría repercutir a nivel comercial, y ya se ha anunciado un boicot a los productos italianos. Las exportaciones de Italia a Turquía alcanzaron a 4.300 millones de dólares en 1997, mientras que las importaciones llegaron a sólo 1.600 millones de dólares.
La tensión entre los dos países llegó incluso al plano deportivo. El club de fútbol italiano Juventus pidió que se cambie la sede del partido que debe jugar el próximo miércoles en Estambul con Galatasaray por la Copa de Campeones.
La Unión Europea de Fútbol (UEFA), que en un principio había desestimado la solicitud del club italiano, este viernes se declaró abierta a estudiar esa posibilidad y comunicó que el lunes próximo tomará una decisión definitiva.
Innocenzo Cipolletta, director general del organismo empresarial Confindustria, intervino ante el peligro que están corriendo numerosas empresas italianas en Turquía, que incluso podrían verse obligadas a cerrar sus puertas.
"La economía es paz y no se debe mezclar con los problemas políticos", sentenció, y agregó que "es necesario un esfuerzo común, nuestro y de los empresarios turcos, para evitar ser involucrados" en el conflicto.
Ocalan es, desde 1984, el líder del PKK, principal organización guerrillera kurda que lucha por la independencia de Turquía, donde viven cerca de 12 millones de kurdos. El PKK lucha por la creación de un Estado kurdo independiente en el sudeste de Turquía, donde han muerto unas 30.000 personas.
En Turquía, Ocalan ha sido acusado por la muerte de más de 29.000 personas, provocadas por los 15 años de lucha armada.
El pueblo kurdo está formado por unas 25 millones de personas que viven en las zonas fronterizas entre Turquía, Irán, Iraq, Siria y Armenia, y cuyos orígenes se remontan al año 400. (FIN/IPS/jp/ip/98