El campo de la biotecnología en India está dominado por mujeres gracias al desdén con que los hombres tradicionalmente miraron esta rama de la ciencia.
Al igual que en el resto del mundo, el ambiente científico de India está dominado por hombres, especialmente en áreas como la matemática y la ingeniería.
Pero el desinterés masculino por la biología y las ciencias de la vida permitió no sólo que las mujeres sean mayoría en estas áreas, sino también que se las prefiera cuando se trata de seleccionar investigadores en materias como biología molecular.
"Las mujeres somos naturalmente más metódicas y precisas, dos cualidades necesarias para la lenta investigación en biotecnología", afirmó Rajni Rani, científica del Instituto Nacional de Inmunología.
"Somos felices trabajando en proyectos que contribuyen directamente al bienestar humano: qué mejor área que las ciencias de la vida", agregó.
Rani, junto a la científica Rama Mukerjee, creó Leprovac, la primera vacuna efectiva contra la lepra en el mundo.
"Si se les da la oportunidad, las mujeres pueden desempeñarse tan bien como los hombres en cualquier campo. Se trata simplemente de que hubo un espacio vacante en la biotecnología y las mujeres lo ocuparon", opinó Vandana Shiva, biotecnóloga y experta en seguridad alimentaria.
Agregó que su hijo no encontró lugar en el mundo de la biotecnología porque hay una marcada preferencia por las mujeres.
"Los hombres parecen haber perdido espacio en un campo importante simplemente por nociones falsas sobre lo que son los privilegios", agregó.
Shiva citó el ejemplo de las montañas Garhwal, en el estado sureño de Uttar Pradesh, donde ella realiza estudios. Allí los hombres se dedicaron durante siglos a fumar "hookahs" (pipas compartidas) y cultivar arroz, dejando otros cereales más baratos, pero más nutritivos, a las mujeres.
"El resultado es que hoy las mujeres de las Garhwal son más fuertes que los hombres: un clásico ejemplo de un grupo con menos privilegios que termina ganando", comentó.
Casi 70 por ciento de los estudiantes que solicitan ingreso y son admitidos para estudiar biología en la educación superior son mujeres.
"Pensamos alentar esta tendencia y derribar las barreras que las mujeres enfrentan en la ciencia", anunció Manuj Sharma, secretaria del Departamento de Biotecnología (DBT) y presidenta de la Asociación del Congreso Indio de la Ciencia.
Para empezar, los laboratorios del DBT permitirán a las mujeres tomarse licencia para sus casamientos y embarazos, sin que esto signifique un desmedro en sus carreras académicas.
"Siempre que sea posible, las alentaremos a regresar a la investigación en lugar de abandonarla", dijo Sharma.
El DBT lanzó una serie de Programas de Biotecnología para la Mujer en el que las científicas pueden trabajar en la aceleración del proceso de desarrollo rural.
"Ochenta por ciento de la fuerza laboral en la agricultura es del sexo femenino, y la biotecnología ofrece una gran oportunidad a mujeres de distintos niveles para tratar de solucionar el problema de la pobreza", señaló Sharma.
Un buen ejemplo de esto es el Parque Biotecnológico de las Mujeres en Chennai (Madrás), en el estado sureño de Tamil Nadu, donde se realizan emprendimientos conjuntos con individuos a quienes el parque brinda la infraestructura y la biotecnología adecuada.
Subita Srimal, una joven biotecnóloga, recibió préstamos de ese organismo para desarrollar un producto en base a sangre de cangrejo que indica con exactitud la contaminación biológica.
Su compañía en Bangalor Manukirti, en el sur de India, produce y vende ese agente que detecta la actividad bacterial en muestras de fluidos intravenosos a un precio mucho menor que sus competidores importados.
Ser mujer científica tiene sus ventajas, dijo Srimal: "A veces me trataban con condescendencia, pero eso es parte del juego", manifestó. (Fin/IPS/tra-en/dr/di-ml/sc/98