El gobierno de Honduras informó hoy que necesitará 2.000 millones de dólares para reconstruir el país tras el huracán Mitch, que dañó 70 por ciento de las tierras productivas y dejó al menos 7.000 muertos y 11.000 desaparecidos.
Ese dinero se requerirá para "levantarnos y salir adelante", dijo la ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, sobre la base de datos preliminares. "No sé de donde vamos a sacarlos, porque estamos con una economía en ruinas. Solo la comunidad internacional podrá salvarnos", acotó.
Mitch dejó dos millones de damnificados en Honduras, de una población total de 5,8 millones de habitantes.
Núñez comenzó a evaluar con su equipo técnico los daños ocasionados por el huracán Mitch, que a su paso por América Central causó los peores desastres en Honduras. "Las pérdidas son tantas que esos 2.000 millones de dólares quizá se queden cortos", dijo.
"No hay sitio del país que no esté hecho pedazos. Hemos perdido más de 83 puentes que comunican la nación con sus principales ciudades y aún no sabemos a ciencia cierta el daño real que ese huracán nos hizo", sostuvo la funcionaria.
Funcionarios de la Tela Railroad Company calcularon este martes en Estados Unidos las pérdidas ocasionadas por Mitch a la empresa bananera en unos 50 millones de dólares. Así, se estanca la posibilidad de aumentar las exportaciones el próximo año.
El banano y el café constituyen en Honduras los principales rubros de exportación, pues representan en conjunto el ingreso de unos 500 millones de dólares anuales.
Pero los torrenciales aguaceros del huracán destruyeron por completo las plantaciones bananeras ubicadas en el litoral atlántico, mientras el corte de café resulta imposible por el mal estado de caminos y carreteras.
En el departamento de Santa Bárbara, el principal productor de café, casi la mitad de sus puentes fueron destruidos, y en las montañas el grano se está cayendo porque no hay quien lo pueda cortar.
"Perdimos nuestras inversiones, más de 3.000 dólares con los que habíamos sembrado dos hectáreas de café. No hay caminos ni carreteras. Será duro para nosotros levantarnos, pues vivimos del grano y ahora tendremos que pagar los créditos de una cosecha que no veremos", dijo a IPS la pequeña productora Marlen Zelaya.
El café se convirtió en los últimos tres años en el principal rubro de exportación nacional, y de su cultivo dependen más de 65.000 familias productoras.
Confiados en los buenos precios del café en el mercado internacional, estos productores sacaron préstamos para aumentar sus cosechas y experimentar con una variedad que provoca menos daños ambientales.
Los cultivos de banano y de palma africana para aceite en la costa norte quedaron destruidos. Las matas de banano flotan, junto con los cadáveres que dejó Mitch, por las aguas de los principales ríos de la región.
El político y banquero Jaime Rosenthal estimó las pérdidas en unos 1.000 millones de dólares, sin contar los daños del huracán en la región sur, donde aldeas completas fueron arrasadas y se perdieron los cultivos de melón, sandía y camarón, los tres principales rubros no tradicionales de exportación.
El productor de camarón Calvin Weddle dijo que el sur está destruido. "Nosotros como empresarios podremos salir adelante, pero la gente no tiene donde vivir. Se han quedado sin comida y pueblos que una vez fueron prósperos ahora son sólo un recuerdo al ser borrados del mapa", manifestó.
"Si la costa norte sufrió daños irremediables, en el sur puedo asegurar que la catástrofe es similar o peor, porque no existe un puente en pie. En las zonas fronterizas con Nicaragua no sabemos si hay gente con vida, ya que no podemos llegar", agregó.
"¡Vengan, vengan al sur y comprueben que no estoy mientiendo!", exclamó angustiado.
No hay sitio en Honduras donde no se hable de desastres. Los muertos empiezan a aparecer y las epidemias amenazan con resurgir en los centros de albergue, por falta de agua, higiene y alimentos.
El gobierno solicitó ayuda a la comunidad internacional, al tiempo que arribaron al país técnicos del Banco Mundial para evaluar el desastre. En sus primeras declaraciones a la prensa, dijeron que la tragedia es "mayor" de lo que esperaban.
El presidente Carlos Flores recorrió el país en helicóptero, pero aún no visitó Tegucigalpa, la capital, que la noche del viernes 30 de octubre sufrió una pesadilla que destruyó el corazón de la ciudad, sin importar clases sociales.
Familias acomodadas nunca imaginaron que perderían sus viviendas por la furia de las aguas ni que deberían usar palas y azadones para limpiar el acceso a sus casas. El centro de la ciudad esta rodeado de ruinas, basura y lodo que representan el rostro de una nueva capital.
Una brigada de médicos de Cuba llegó al país para asistir a los indígenas de La Mosquitia, en la costa norte, donde la capacidad del gobierno no da abasto para atender las necesidades debido a la dificultad para acceder a ese lugar.
Los médicos cubanos llevaron su propio hospital móvil, una planta eléctrica, especialistas en pediatría, ortopedia, enfermedades respiratorias y otras ramas.
Mientras, la nación que no se repone de la crisis y es bombardeada constantemente con una publicidad estatal de "onda positiva" para "levantar el país". (FIN/IPS/tm/mj/en dv/98