La calamidad de adueñó de Guatemala con el paso del huracán Mitch, que, convertido en tormenta tropical, desbordó ríos y derrumbó tierras, causando hasta hoy 82 muertes reconocidas por las autoridades y unos 500.000 damnificados.
Se teme que el número de fallecidos sea mucho mayor, pues se informó de centenares de personas desaparecidas.
Los pobladores de la región atlántica del país, en especial de los departamentos de Izabal, Chiquimula y Zacapa, en el este de Guatemala, carecen de alimentos y energía eléctrica mientras sufren, entre otros daños incalculables, la destrucción de carreteras y la desaparición de viviendas.
En la capital de Guatemala y sus alrededores, donde llueve sin cesar desde el viernes, la situación se ha agrava. La situación de comunidades que habitan cerca de cerros es crítica, pues las inundaciones y derrumbes sepultaron centenares de viviendas y dificultan las vías de acceso a la ciudad.
Miles de trabajadores que llegaron la mañana de este lunes a sus puestos de trabajo debieron regresar a sus hogares porque el presidente Alvaro Arzú ordenó la suspensión de todas las actividades públicas y privadas.
En las gasolineras de la capital se formaron este lunes largas filas de automóviles para abastecerse, pues los camiones cisterna con combustible están varados en las principales carreteras del país debido a los derrumbes.
Arzú exhortó este lunes a formar un único frente solidario para enfrentar esta tragedia, y llamó a la población a quedarse en sus viviendas y a no realizar compras llevados por el pánico, especialmente de combustibles, ya que el abastecimiento está garantizado, aseguró.
Funcionarios del Ministerio de Agricultura informaron que los cultivos más afectados son el banano y las plantaciones de melón, y en menor escala las hortalizas y el arroz.
Mientras, los llamados de auxilio aumentan constantemente y las autoridades de socorro no alcanzan a atender a todos los damnificados.
Miles de residentes de la capital cómo los derrumbes sepultaban sus viviendas a orillas de los barrancos. Los bomberos rescataron este lunes 10 cadáveres en el lugar.
Los pobladores de la ribera del lago Amatitlán, a 25 kilómetros de la capital, vieron inundarse sus hogares por aguas que alcanzaron 1,5 metros de altura. Las autoridades trasladan a miles de personas a albergues en sitios más altos.
En el interior del país, el paso del huracán, convertido el viernes en tormenta tropical, provocó la destrucción de aldeas completas.
El servicio de energía eléctrica está interrumpido en varias regiones del país y el servicio telefónico y el agua potable es irregular.
Oscar Berger, alcalde de la ciudad de Guatemala, llamó a los pobladores de las zonas en riesgo, en especial a orillas de barrancos, a abandonar sus precarias viviendas para refugiarse en alguno de los 15 albergues habilitados en la capital, donde recibirán asistencia médica, comida y ropa.
El estado de calamidad pública decretado por el gobierno desde el sábado para la región noroccidental del este país se extendió a la costa sur del país, pues la ahora depresión tropical se uicó en el Pacífico y las lluvias llegaron a 500 milímetros.
Con el estado de calamidad pública, quedarán restringidas las garantías constitucionales que se refieren a libre tránsito por el país.
Arzú explicó que eso es necesario para coordinar la asistencia a los damnificados y reconstruir la infraestructura afectada por el desastre natural.
El ministro de Salud, Marco Tulio Sosa, dijo que por ahora no se registraron complicaciones importantes, pero subrayó que los momentos más difíciles, en torno a posibles epidemias, se vivirán después, cuando el agua cese.
El presidente Arzú y todo su gabinete de ministros se encuentran reunidos en sesión permanente para poder tomar las medidas a su alcance y paliar las terribles consecuencias producidas por el paso del huracán.
El huracán Mitch, que durante una semana sembró muerte y destrucción en América Central, se trasladó ya a territorio mexicano, pero se espera que el mal tiempo en territorio guatemalteco persista 36 horas más. (FIN/IPS/cz/mj/en/98
