Una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo renovó sus esfuerzos contra un pacto mundial de inversión que según ella acabaría con las democracias nacionales y las leyes ambientales, laborales y de salud pública.
Unos 240 grupos de ciudadanos celebrarán este miércoles una "jornada internacional de acción" para protestar contra el proyecto de Acuerdo Multilateral de Inversión (AMI), que auspicia la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y contra intentos de negociar tratados similares.
Tales intentos persisten pese a la volatilidad de los mercados financieros internacionales y al publicitado fracaso de las negociaciones sobre el AMI en febrero y en octubre.
El pacto, descripto como "una constitución para una única economía mundial", exigiría a los países la aprobación de leyes favorables a los inversores extranjeros y perjudiciales para su propio desarrollo.
El AMI es el sueño de las empresas multinacionales desde hace años, pero representaría "uno de los mayores actos de capitulación de gobiernos democráticos ante el poder empresarial", opinó Daniel Seligman, especialista en comercio de la organización estadounidense Sierra Club.
En Estados Unidos, los oponentes del AMI presionarán por teléfono este miércoles a sus representantes en el Congreso y a funcionarios de gobierno.
Una campaña similar saturó el mes pasado las líneas telefónicas de la Casa Blanca, por lo que los funcionarios decidieron reunirse con los activistas, explicó Margrete Strand, coordinadora del proyecto contra el AMI de la ONG Public Citizen Global Trade Watch.
El último embate de los activistas precede a una serie de reuniones que se realizarán en Ginebra la semana próxima para negociar un tratado de inversión similar al AMI en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La idea surgió en los últimos meses, ante el estancamiento de las conversaciones en la OCDE debido a disputas internas y a la presión externa de grupos de ciudadanos.
Los partidarios del cambio de foro, entre ellos la Comisión Europea, sostienen que el acuerdo resultante sería más justo para los países en desarrollo y más sensible a las preocupaciones ambientales y sindicales, pero la coalición de ONG discrepa.
"El traslado del acuerdo de inversión al ámbito de la OMC implicará una gran presión sobre los países en desarrollo para que negocien y firmen un tratado que tendría efectos desastrosos sobre sus perspectivas de desarrollo", dice una carta que la coalición presentará al Grupo de Trabajo de la OMC sobre Comercio e Inversión.
"Las promesas de inclusión de preocupaciones ambientales y sociales probablemente no son más que una estrategia para que el público acepte los principios básicos del AMI", agrega la carta, redactada por la Red del Tercer Mundo, con sede en Malasia.
El Grupo de Trabajo de la OMC deberá reunirse los días 25 y 26 de este mes y decidir si se atiene a su misión de estudiar asuntos de inversión o emprende negociaciones de gran alcance.
La Comisión Europea apoya la última alternativa. En representación de todos los miembros de la Unión Europea, la Comisión se vería fortalecida y la integración regional promovida, observó Strand. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/ml/if-dv/98