El clima de cauto optimismo respecto de la superación de la crisis financiera permitió a las bolsas de valores de Brasil mantener su recuperación esta semana, pese a algunas malas noticias.
La Bolsa de Sao Paulo, que venía dictando la tendencia, por lo menos en América del Sur, acumuló un alza de 6,58 por ciento en la semana y de 29,83 por ciento en este mes de noviembre hasta el viernes. Debe ganar todavía 10 por ciento para anular las pérdidas de este año y volver al nivel de fines de 1997.
Las ganancias en los dos últimos dias fueron limitadas por una decisión del Banco Central, que aflojó el ritmo de rebaja de su tasa de interés. De 0,5 puntos porcentuales diarios hasta el miércoles, pasó a 0,2 puntos, bajándola a 34,6 por ciento el viernes.
La medida sorprendió el mercado, que esperaba una disminución más acelerada de los intereses. Hubo protestas, tanto entre los operadores e inversionistas en las bolsas, como en el sector productivo.
La Federación de las Industrias de Sao Paulo informó el viernes que la actividad del sector registró una caída de 5,7 por ciento en octubre, un resultado sin precedentes en ese mes, usualmente de intensa producción para atender el aumento del consumo al final del año.
La industria sólo podrá recuperarse cuando la tasa de interés caiga por lo menos a 23 por ciento, advirtió Clarice Sebel, directora de Investigación y Estudios Socioeconómicos de la Federación.
Dada la última decisión del Banco Central, los intereses se ubicarán a fin de año en 30 por ciento, y el promedio de 1999 será de 21,89 por ciento, según las previsiones del gobierno para cumplir lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Hacienda, Pedro Malán, justificó la cautela, afirmando que la caída de los intereses dependerá de resultados efectivos del ajuste fiscal, además de la aprobación parlamentaria de las medidas dispuestas por el gobierno para enfrentar la crisis.
La tasa de interés se convirtió así en un arma política. Si los parlamentarios desean intereses menores, para impulsar la recuperación económica del país, tienen que aprobar las propuestas del Poder Ejecutivo.
Otra noticia poco favorable en la semana fue la continuación de la salida neta de capitales, pese al regreso a las bolsas brasileñas de una reducida cantidad de inversionistas extranjeros. Noviembre finalizará con una pérdida acumulada de 1.500 millones de dólares en la cuenta de capital, según expertos del mercado.
Brasil había perdido en octubre 3.453 millones de dólares de sus reservas internacionales, que cayeron entonces a 42.385 millones.
El Banco Central informó también que el déficit de cuenta corriente externa llegó el mes pasado a 3.996 millones de dólares, elevando el saldo negativo en 12 meses a 34.525 millones, equivalente a 4 ,4 por ciento del producto interno bruto.
Se trata del peor resultado de la cuenta corriente de la balanza de pagos los últimos tres años,
Por otro lado, las bolsas fueron beneficiadas por el avance del ajuste fiscal. Además de la aprobación de varias medidas en el Congreso Nacional, el gobierno anunció el jueves nuevas iniciativas para reducir el déficit del sistema de previsión social, un grave problema fiscal del país.
Instituciones sin fines de lucro y pensionistas del Estado pasarán a contribuir a la previsión social y se elevará el aporte de empresas rurales y las multas por retraso en el pago. La reacción de las iglesias y de organizaciones de ayuda eterminará probablemente la reducción del alcance de esa medida.
De todas formas, las bolsas latinoamericanas volvieron a las pequeñas alzas y caídas, en respuesta a hechos y rumores internos, indicando cierta normalidad en el mercado, tras las fuertes oscilaciones causadas en los meses anteriores por la crisis financiera internacional. (FIN/IPS/mo/ff/if/98
