ESPAÑA: Aznar negocia la paz con ETA

El presidente del gobierno de España, José María Aznar, anunció hoy que negociará con la organización ilegal separatista ETA la paz en el País Vasco.

El gobernante centroderechista dijo que autorizó contactos con el entorno de ETA para constatar "su voluntad de abandonar las armas" y se comprometió a que todo el proceso se desarrolle con transparencia e información oportuna a los ciudadanos.

De esta manera se hacen públicos los contactos entre enviados del gobierno español y de ETA (Euskadi Ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad, en idioma vasco), que se estaban realizando con la mediación de terceros y que ambas partes habían negado con énfasis.

Incluso este año, el 10 de mayo, cuando esos contactos eran una realidad, Aznar había afirmado en un acto público en Vitoria, la capital vasca, que "todos los de ETA y HB (la coalición electoral independentista Herri Batasuna) acabarán en la cárcel".

En ese mismo acto había criticado al moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV) "por querer hablar ahora con los asesinos".

Pero el 17 de septiembre ETA declaró una tregua unilateral, sin condiciones e indefinida. Si esa tregua se transformase en el abandono definitivo de la violencia, habrá culminado un proceso que se inició en 1959.

Ese año, miembros de la juventud del Partido Nacionalista Vasco (PNV) fundaron ETA con el objetivo de luchar contra la dictadura franquista (1939-1975) y lograr la independencia del País Vasco.

En sus primeros dos años de existencia, ETA se limitó a pintar en las paredes la inscripción "Gora Euskadi" ("viva el País Vasco"). Su primera acción violenta se registró en julio de 1961, cuando detonó un explosivo en la delegación de la policía en Bilbao e intentó hacer descarrilar un tren.

El 2 de agosto de 1968, ETA mató en su domicilio al policía acusado de torturador Melitón Manzanas, en Irún, localidad ubicada en la frontera con Francia.

Esa fue la primera de las muertes, en un accionar que continuaría incluso después del fin de la dictadura y de la amplia amnistía dictada en 1977, durante el gobierno democrático de Adolfo Suárez, que liberó a todos sus presos y permitió el retorno de los exiliados.

También en el gobierno de Suárez comenzó a gestarse la autonomía del País Vasco, con la vigencia de la Constitución aprobada por referéndum en 1978.

En la actualidad, la región tiene un parlamento autónomo que nombra un gobierno también autónomo, que gestiona la hacienda pública, la educación, el turismo, el ambiente y su propia policía.

En la declaración de tregua de ETA influyeron varios hechos. En primer lugar los éxitos policiales, que se suceden uno tras otro desde que Aznar asumió el gobirno, en mayo de 1996.

En segundo, el rechazo ciudadano a la violencia etarra, que sacó a millones de personas a las calles en toda España, incluso en el País Vasco, a partir del secuestro y asesinato en 1997 de Miguel Angel Blanco, joven concejal de un pueblo vasco de menos de 20.000 habitantes.

En tercero, la escasa movilización callejera registrada en el País Vasco cuando los tribunales de justicia enviaron a la cárcel a los 25 miembros de la Mesa Nacional de HB y cuando, en septiembre, el juez Baltasar Garzón allanó y ordenó el cierre del diario Egin, portavoz de ETA.

La tregua etarra y el reemplazo de HB por la coalición Eusko Herratarriak (Ciudadanos Vascos, EH), en la que se integraron ex miembros de la primera que en su día fueron apartados por pronunciarse contra la violencia, abrió una nueva perspectiva para el independentismo de izquierda.

Así, en las elecciones vascas del 25 de octubre, y contrariando a encuestas de un mes antes, EH registró un aumento de 50.000 votos respecto de los obtenidos en la anterior por HB.

Ese cambio fue atribuido a una "apuesta por la paz" desde ese sector, de ciudadanos que comparten sus reivindicaciones políticas pero rechazan la violencia.

Ahora, tras el anuncio de Aznar, se espera que ETA a su vez comunique que su tregua se convertirá en definitiva. La negociación, entonces, se centrará en la entrega de las armas, las medidas de gracia y en el proceso que permita a los miembros de ETA integrarse en la legalidad.

El anuncio de Aznar disgustó a la principal fuerza de oposición, el Partido Socialista Obrero Español, que, cuando estuvo en el gobierno, negoció con ETA en Argel.

Alberto Belloch, ex ministro de Justicia e Interior del gobierno del socialista Felipe González, dijo este martes que su partido está seriamente alarmado por no saber cómo ni cuándo se desarrollan los contactos admitidos por Aznar.

Al ex ministro le parece "una medida imprudente" que el gobierno realice esos contactos sin contar ni haber informado al principal partido de la oposición.

Desde el PNV, por el contrario, se aplaude la medida, por considerarla un camino hacia la paz. (FIN/IPS/td/mj/ip/98

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