El parlamento de Ecuador ratificó hoy uno de los tratados que puso fin al conflicto limítrofe con Perú, con la esperanza de que la integración ponga fin a la postergación que sufre un amplio territorio fronterizo.
Mientras, el Congreso legislativo unicameral ecuatoriano devolvió al presidente Jamil Mahuad otro de los acuerdos firmados con su par Alberto Fujimori el 26 de octubre, por entender que su convalidación corresponde al Poder Ejecutivo.
Sesenta y seis de los 67 diputados presentes en el momento de la votación determinaron a las 03:00 GMT de este viernes la ratificación del Tratado de de Integración Fronteriza, uno de los acuerdos que acabó con las diferencias causantes de tres guerras en medio siglo.
Los bloques legislativos de Izquierda Democrática (ID), el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), el Movimiento Popular Democrático (MPD) y Pachakutik se retiraron de la sesión en protesta por haber recibido el informe del gobierno respecto de los tratados solo la tarde del jueves.
Ratificaron el tratado los bloques de la gobernante Democracia Popular (DP), su aliado el Partido Social Cristiano (PSC), el Frente Radical Alfarista (FRA), el Partido Conservador, Nuevo País y Concentración de Fuerzas Populares.
El Congreso legislativo unicameral entendió que el Tratado de Comercio y Navegación no necesita, de acuerdo con la Constitución actual, ratificación parlamentaria sino solo la del presidente.
El presidente del bloque socialcristiano en el Congreso, Jaime Nebot, dijo que no hay garantía de renovación en el plazo de 50 años del Tratado de Comercio y Navegación, y que se contempla el derecho de navegación por los afluentes del río Marañón que nacen en el Ecuador.
El ratificado Tratado de Integración Fronteriza se basa en la necesidad de cooperar para facilitar el desarrollo económico y social y la integración de los dos pueblos, con participación primordial de las poblaciones fronterizas en el proceso.
El tratado establece la creación de la nueva Comisión de Vecindad, el fortalecimiento de la cooperación bilateral, el régimen fronterizo y el plan binacional de desarrollo de la región fronteriza.
La Comisión de Vecindad, que integrarán los cancilleres y se reunirá una vez por año, apoyará y coordinará actividades de acercamiento entre Ecuador y Perú, y establecerá las orientaciones para la cooperación bilateral.
La Comisión establecerá comités técnicos binacionales a cargo del régimen fronterizo, facilitación del comercio, educación, salud y pesca.
También abordarán el transporte, turismo, agricultura, irrigación, minería, energía, salud, educación, prevención de desastres como El Niño, sanidad animal, pesca, control del delito y el tráfico de drogas, y proyectos ambientales.
El plan binacional de desarrollo de la región fronteriza, de 10 años de duración, se dedicará, a un costo de 3.000 millones de dólares, a la implementación de programas en áreas como infraestructura social y productiva, ambiente e inversión privada.
El acuerdo contiene, ademá, una lista de proyectos considerados prioritarios por los dos países, como planes de irrigación, de urbanismo y servicios, interconexión vial, manejo de cuencas hidrográficas, reforestación, evaluación de recursos naturales y estudios para navegación.
Mientras el Congreso ecuatoriano ratificaba este tratado, los indígenas shuar, nativos de la zona fronteriza, concluian en Quito un acuerdo de amistad y reencuentro.
De la reunión surgió una declaración conjunta en representación de 150.000 shuar y sus 600 comunidades, que será enviada a los presidentes de Ecuador y Perú y a organismos internacionales.
En la declaración se reclama a la comunidad internacional que exija a los gobiernos y fuerzas armadas de ambos países el retiro de 130.000 minas antipersonales y la remoción del material bélico de desecho que quedó luego del conflicto de 1995, por constituir una amenaza a su seguridad y contaminar sus fuentes de agua.
También se acordó la realización en Lima del Primer Encuentro Binacional de las Nacionalidades Shuar, Achuar, Ahuaruna y Huambiza, entre los días 5 y 10 de diciembre. Los indígenas conformarán un grupo de trabajo permanente dedicado a la integración, entre otros asuntos. (FIN/IPS/gm/mj/ip/98