ECUADOR: Ola de fusiones bancarias

El anuncio de dos fusiones de bancos y la posibilidad de una tercera permite percibir una solución a los problemas del superpoblado sistema financiero de Ecuador, si bien no alivia todos sus aprietos.

Ecuador sufrió este año la caída de los precios del petróleo, el fenómeno meteorológico de El Niño, las consecuencias de la crisis económica asiática y la crisis financiera mundial, con la consecuente caída de la producción, las exportaciones, las divisas y de la liquidez.

Por otro lado, la actividad productiva arrastra problemas desde la crisis ocasionada por el conflicto armado con Perú en 1995, con graves consecuencias para la actividad financiera.

La banca privada ecuatoriana, integrada por 40 bancos, tiene hoy una cartera de 4.600 millones de dólares, 7,9 por ciento de la cual está vencida.

La iliquidez se recrudece, tanto por las altas tasas de interés, que bordean 80 por ciento, como por la contracción de las ventas ecuatorianas al exterior, y el cierre o extrema limitación de las líneas de crédito del exterior como consecuencia de la crisis mundial.

Solbanco y el Banco de Préstamos cayeron víctimas de iliquidez y no recibieron ayuda del Estado, como sí ocurrió en años anteriores con el Banco Continental.

Aunque Solbanco y el Banco de Préstamos están en proceso de recuperación, flotó durante 1998 una persistente duda en el ambiente respecto de la solidez del sistema financiero.

Los bancos que firmaron acuerdos de fusión la semana pasada son el Pacífico, el Popular y Cofiec, para conformar el Banco Pacífico Popular (BPP), y luego anunciaron lo mismo Produbanco y Finec.

Voceros del Banco del Pichincha dijeron esta semana que estudian su fusión con otra institución, a la que no identificaron.

En el primer caso, se trata de dos bancos grandes y uno pequeño. El Banco Popular aporta su conocimiento de la banca corporativa, y el del Pacífico una gran experiencia en comercio exterior y una importante red de sucursales y cajeros automáticos en el país.

En el segundo caso, Produbanco, que ocupa el cuarto puesto en el sistema financiero, se alía con Finec, que ocupa el puesto 26. El presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados, Ernesto Chiriboga, consideró que se trata de una absorción más que de una fusión.

Chiriboga añadió que la figura de la fusión no es nueva en Ecuador. Lo que llama la atención en los últimos anuncios es el gran tamaño de las instituciones involucradas, como los Bancos Pacífico y Popular, dijo.

Una de las ventajas de la fusión es que la nueva institución, al sumar el capital de tres bancos grandes, es percibida como sólida, tanto dentro del país como desde el exterior, sostuvo.

La fusión une capitales, patrimonios y activos, y la venta de activos que se vuelven innecesarios ingresa a la institución como dinero que continúa en operación a través del otorgamiento de préstamos, dijo Chiriboga a IPS.

La gran ventaja de la fusión es la economía a escala que produce. Sin embargo, esto tiene implicaciones negativas porque significa también reducción de personal, dijo.

Nicolás Landes, presidente ejecutivo del nuevo Banco Pacífico Popular, declaró que la fusión se perfeccionará en dos meses, y que en una primera etapa los bancos seguirán manteniendo su personal y actividades tal como lo hacían individualmente. Luego se concretarán cambios en beneficio del cliente.

Landes aclaró que la fusión no se debe a que ninguno de los bancos esté en crisis, sino a la búsqueda de mayor eficiencia y a una preparación hacia la eventual competencia con bancos extranjeros, en el marco del proceso de globalización.

El Banco Pacífico Popular espera incluir a las filiales extranjeras de los antiguos bancos, en Bahamas, Colombia, Gran Bretaña, Panamá y Miami, Estados Unidos.

Los anuncios de fusión, invocada hace meses como la solución a los problemas que sufren los bancos ecuatorianos, coinciden con los últimos esfuerzos desplegados por el Banco Central, el Ministerio de Finanzas y la Superintendencia de Bancos por lograr la recuperación del sistema financiero.

El proyecto presentado por el Banco Central, que hasta hoy es el único conocido, plantea la negociación de bonos del Estado para restructurar los pasivos del sistema financiero.

Una alternativa a la fusión analizada por bancos ecuatorianos es la alianza estratégica con socio extranjero, que podría presentarse en el proceso de rehabilitación del Banco de Préstamos. Esto implica la capitalización de las instituciones nacionales.

Pero las fusiones no solucionan los problemas de la economía nacional, dijo Chiriboga. "La banca es un reflejo de la economía en que se desenvuelve. Los problemas de cartera vencida no se solucionan si las causas primeras, como la crisis mundial, o el fenómeno del Niño, no cesan", explicó.

Fuentes del Banco Central revelaron que la deuda de la banca con esa institución al 16 de octubre era de 2.074 millones de dólares.

Para el Banco Central, las fusiones bancarias no serán suficientes, y se necesita una solución estructural.

Chiriboga, por su parte, señaló que ahora transcurre un período gris en el que las operaciones de la banca están cerradas.

"A banca no le interesa prestar a 85 por ciento de interés, porque el hecho de que el cliente acepte esa tasa quiere decir que está desesperado, un indicio de que no va a pagar," dijo. (FIN/IPS/gm/mj/if/98

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